Concéntrate Lucia, concentración nivel: Ve a casa ahora mismo y enciérrate en tu habitación.
Rozo mis labios con mis dedos, índice y medio, aun siento el cosquilleo por el beso de Illán, no es bueno que esta situación siga de este modo, todo es, no querer y querer a la vez. Ya no sé qué hacer con él cuándo lo tengo tan cerca de mí, a solo centímetros debo buscar eso que dicen, fuerza de voluntad.
Estoy contra la puerta de la habitación de donde acabo de salir, la música aturde y aún me siento un poco mareada por el alcohol en mi cuerpo. Camino por este largo pasillo de habitaciones y camino lo más rápido que pueda, no quiero que Illán salga de la habitación y me encuentre aun en este lugar.
Todo es un remolino inquietante en mi cabeza, Illán si hace eso que yo tanto temía, vender cosas ilícitas, drogas. Creo que mi especie de borrachera se debe a esa verdad, a esa verdad que no quería saber, pero que escuchando un poquito aquí y un poquito allá logre unir todo y pues sí, Illán está destruyendo su vida de la peor manera y muy en el fondo eso me hace sentir tan triste y decepcionada.
Bajo las escaleras, choco con varias personas, unos cuantos borrachos, otras concentradas en los largos besos que tienen con su compañero en los rincones de esta enorme casa. Me detengo unos escalones antes y observo mí alrededor trato de buscar con la mirada a mi mejor amiga, balbuceo incoherencias, estoy peleando conmigo misma, buscar, buscar, buscar y bingo doy con ella.
Se encuentra con Teo, él lleva una cara de perro pitbull enojado que nadie llegaría a tener, ella lo mira con tanto enojo y él solo lleva su trago a la boca, bajo rápidamente y tratando de evitar a todas estar personas logro llegar hasta ella.
– ¡Assia! –la tomo del brazo y me mira sorprendida.
–Lu, ¿No estabas muerta hace un rato? –suspiro y le doy un pequeño pellizco.
–Tonta, vayámonos, me quiero ir a casa –nosotras no hablamos, gritamos.
– ¿Pero por qué te vas mi querida Lucia? –subo la mirada y encuentro a Teo, algo borracho y sonriente.
–Desaparece, idiota.
–Es mi casa, así que... –le miro.
–Bien, entonces desaparece yo, me haría un favor la verdad, así que, bye.
–Me encantas, te ves sexy toda enojada.
– ¡Dios!
Tomo de la mano a mi mejor amiga y comenzamos a caminar a la salida, pero un pequeño recordatorio de pronto llega a mi mente, Manuel.
– ¿Dónde está? –Assia no entiende y acerca su oreja en mi dirección.
– ¿Que has dicho? –bufo y me encojo de hombros.
–Nada, vayámonos de esta fiesta –asiente y salimos de esta multitud.
Caminamos por el césped hasta el coche de Manuel y las dos nos miramos. Se supone que vinimos con Manu, que él nos debe llevar de vuelta a casa, ambas andamos sin coche y un taxi a estas horas por este vecindario es muy difícil.
– ¡No, ni loca vuelvo a entrar a ese lugar! –Assia se cruza de brazos y con flojera le miro. –Lu, si ves la cantidad de gente en esa casa, márcale a Manuel, no sé.
– ¿Lo olvidaste? Dejo su móvil dentro del coche –Assia de inmediato se asoma por la ventana de este y bufa. –Ok, ok, iré yo, quiero irme ya, no quiero estar más aquí –asiente.
–Acá espero –y se apoya del coche.
Vuelvo dentro a la casa de Teo, nuevamente entre la masa de gente que hay por todo el lugar, camino entre todas estas personas sudadas, la sala de estar, la cocina, la otra sala donde esta el Dj en este momento, camino por cada rincón de la enorme casa de Teo Fernán, casa de riquillos y ya me tiene con la lengua fuera.
ESTÁS LEYENDO
¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)
RomansaLa vida es un juego, ¿Pero el amor también? A la vida de Lucia Cadaval pronto llegara el juego mas intenso, ella sera consciente de todas las reglas del juego, pero solo una se le pasara por alto, 'No te puedes enamorar'. Nunca sabes si terminaras...