–Modo zen, Lucia Cadaval, tu puedes modo zen... –agito con fuerza la almohada y termino por lanzarla a un lado. –Soy un terrible caso, el modo zen no me ayuda.
Tomo otra almohada la coloco en mi rostro y la presiono para gritar con todas mis fuerzas, desquito un poco de mi coraje de esta manera y lanzo la almohada a un lado. Tomo mi móvil y marco a mi mejor amiga que por cierto aun no aparece, y creo no aparecerá, llamo e intento, pero me lleva al buzón.
Cierro mis ojos para tratar de obtener algo de sueño, pero es imposible aún es temprano y no me obligare a dormir, cuando suelo hacerlo me levanto de mal humor.
Me acuesto de lado para así ver a mi lindo conejito comer y tomar agua, un silencio se hace presente y escucho pequeños golpecitos en la ventana. Quizás es un animalito, me levanto y abro las cortinas, observo que no es nada y en un segundo una pequeña piedra muy diminuta golpea mi ventana, abro la ventana y saco mi cabeza por esta, trato de ver en lo oscuro y otra piedra golpea en mi frente.
– ¡Mierda! Jodida puntería –sobo mi frente y escucho una risa, vuelvo a ver y giro mis ojos al ver de quien se trata.
–Julieta, lanza tu largo cabello para trepar hasta tu cuarto y darnos deliciosos besos a lo salvaje.
–Uno, la dueña del cabello largo es Rapunzel no Julieta y segundo, no soy Laura Biel y tú no eres Massimo Torricelli –Illán me mira confundida, pero una sonrisa está en sus labios. –Debes leer los libros 365 Días, para que así entiendas.
–Que traviesa –niego y sonrio. – ¿Por dónde subo? –le muestro el camino por un árbol no muy alto que da con el techo y así puede entrar por la otra ventana.
Cierro la ventana por donde lanzo piedras y voy por la otra, quito a mi conejo para que no sufra un accidente e Illán entre sin complicaciones a mi habitación, le hago con mi dedo índice que no hable muy fuerte y asiente.
– ¿Que hacéis aquí? –Illán camina hasta mi cama, quita sus tenis y se acuesta sobre ella.
–Visita, quería visitarte, pero no quise entrar por el frente porque quería conocer tu habitación –me cruzo de brazos y me siento al borde de la cama. –Tengo entendido que ese libro mencionado es de mucho sexo salvaje, ¿No? –bufo y sonrio.
–Sí, sí, es más sobre eso, fin del tema –me abuchea. –Querías ver mi habitación, o, ver donde pretendes en tus sueños claro está, follarme –enarco una ceja, este me mira fijo y niega.
–Por Dios Lu, que genio que llevas hoy, ¿Ocurrió algo? –tomo un poco de aire y lo dejo salir todo, asiento y se acomoda para que los dos entremos en la cama, me acuesto a su lado y ahora somos dos quienes vemos el techo de mi habitación.
–Tuve una cita, fue una porquería, la peor que he tenido –gira su cabeza y me da una de esas miradas que dicen; anda cuéntame todo, te escuchare, sonrió de lado y le cuento todo.
Se suponía que todo se lo contaría a mi loca árabe, pero veo que Illán llego en el mejor momento y así puedo entrar más en confianza y poder contarle todo, le explico todo con lujo de detalles y escucha atento, en minutos escupo todo lo que llevo dentro y estoy más tranquila.
–Ese Teo Fernán, debe comportarse como un verdadero hombre, no es mal chico, pero tiene un chic en su cabeza que lo hace actuar muy idiota, y ese tal David es un ridículo, debió darte el derecho de la duda –se encoje de hombros. –No hay dudas, soy lo mejor que ha llegado a tu vida, Lucia –le miro fijo y me hecho a reír.
–Dios Illán, te cuento y tú me sales con eso –sonríe. –Supongo que, si, eres lo más normal que me toco –me mira asombrado, rio. –De verdad, me agrada esto, me escuchas y no me juzgas.
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¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)
RomanceLa vida es un juego, ¿Pero el amor también? A la vida de Lucia Cadaval pronto llegara el juego mas intenso, ella sera consciente de todas las reglas del juego, pero solo una se le pasara por alto, 'No te puedes enamorar'. Nunca sabes si terminaras...