Capitulo 48

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Lucia Cadaval.


No quisiera pensar en que mi mejor amiga ha tenido que ver en todo esto, pero si, efectivamente ella si tuvo que ver con que Teo este aquí. .

Él baja la mirada hacia mí, si, Teo es alto, y yo sin mis tacones soy muy baja delante de él. Veo las flores en sus manos, me enfoco en él quien ahora tiene una sonrisa plasmada en sus labios.

– ¿C–como es que sabias de esto? –sonríe y pasa a mi lado, se detiene frente a mamá. –Me ignoro... –susurro y esbozo una sonrisa.

–Señora, un placer estar en vuestra casa, estas flores son para usted –le entrega los tulipanes a mamá, yo creí que eran para mí, ilusa Lucia.

–Oh, gracias Teo, cuanto tiempo ¿No? Ven toma asiento, allí al lado de Lucia –Lorenzo busco una silla para el invitado inesperado y la coloca a mi lado.

Volteo a ver a Margaret, ella me está observando, se sorprende al ver que le he pillado, ella asiente cabizbaja y sonríe. Quizás ella sabe o puede pensar que ha ocurrido algo con su hermano, quizás solo quizás, ella sabe que está de vuelta.

Teo coloca la botella de vino en la mesa y Rubén sirve una copa para cada uno, le sirven un plato de comida, me gusta el hecho de ver como todos lo toman en cuenta.

–Oye Teo, cuanto tiempo ¿No? –exclama Ricardo y Teo asiente.

–Sí, bueno, gracias a Assia que me ha invitado a su bienvenida –él lleva su mirada hasta mi amiga y ella sonríe asintiendo. –Gracias.

–No hay de que pelele, eres insoportable, pero quizás ese viaje a Dubái me cambio y mereces ser parte de esta nueva pandilla de amigos –la árabe le guiña y todos ríen.

Frunzo el ceño y llevo la mirada hasta mi plato, llevo un trozo de champiñón de un lado a otro, ni siquiera estoy escuchando lo que dicen, todos ríen, pero yo no sé por qué. Me encuentro ensimismada en mi mente, estoy en mi bola de cristal, veo a todos hablar y reír, pero mi mente está bloqueada, siento un poco de frustración, me siento molesta.

– ¿Lucia? –espabilo y miro a mi lado.

– ¿Si? ¿Me dijiste algo? –los demás hablan de sus temas.

– ¿Te sientes bien? ¿No te gusto que viniera, verdad? Puedo... –y hace el intento de colocarse de pie y niego.

–No, no, como crees –esbozo una sonrisa. –De verdad me agrada que estés aquí, Teo... –sonríe. –Ya sabes por qué he de estar así, son tantas cosas –y por debajo de la mesa toma mi mano.

–Todo va a salir bien, ya están intentando hacer algo con lo de Graciela, ¿Bien?

–No me importaría si publicara el video, ya nada me importa la verdad, que pase lo que tenga que pasar.

–Lucia...

–No, Teo –lo corto de tajo, nos miramos fijo. –Que me terminen de herir y ya, estoy cansada de fingir que estoy bien cuando no es verdad –me coloco de pie, todos me miran. –Vuelvo en un momento.

Y sin esperar palabra alguna de los que están en la mesa tomo camino dentro de casa y directo a mi habitación. Estoy harta de fingir que estoy bien cuando todo es mentira, cuando nada es cierto, cuando lo único que quiero es que esta tortura termine y yo buscar la manera de superarlo y olvidarme de todo.

Dos toques a la puerta de mi habitación me hacen desviar la mirada de la ventana y observo a mi mejor amiga entrar y cerrar la puerta detrás de ella.

–Lu...

¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora