¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)

Capitulo 8

Estoy con Assia, Algodón y una rica paleta de helado de mora en la mano, unos lentes de sol, un short y una blusa de tiras para evitar este calor intenso que amaneció el día de hoy.

–Desearía tanto tener una piscina como la que tú tienes, Assia –me mira y asiente.

–Pero te recuerdo que no te gusta ir a mi casa porque todos hablan árabe y crees que están planeando algo en contra de ti –rio y bufo.

–Tienes razón, se algunas palabras por ti, pero escuchar a tus padres y hermano hablar árabe tan rápido me causa nervios y dolor de cabeza –Assia ríe a carcajadas.

–Eres un caso, Lu.

Quedamos en silencio y suspiramos al mismo tiempo, le doy una lamida a mi paleta y soy yo quien corta el silencio

– ¿Crees que deberíamos hacer algo el día de hoy? Pero nada de fiesta, tu aun estas con lo de tu abuelita y entiendo, ¿Te parece si vamos a cenar juntas?

–Lu, ¿No puedes vivir encerrada cierto? –pongo cara de tragedia y asiento.

–Necesito salir, nos quedan solo unas pocas semanas de vacaciones y debemos disfrutarlo, aunque sea solo ir a un parque a ver a los niños jugar...

– ¡Oh el parque! Deberíamos pasar la tarde en el parque, llevamos al lindo y pomposo Algodón y llevamos algunos aperitivos y una sábana y nos acostamos a ver las nubes y el cielo y...

– ¿Tener una salida de amigas que podrían interpretar como una cita lésbica? ¡Acepto! –Assia ríe y nos levantamos.

–Vamos Algodón hoy iremos de paseo, tus hermosas madres prepararan las cosas –mi mejor amiga pone a algodón en su jaula y entramos a casa para preparar las cosas.

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Sándwiches, frutas, jugo, galletas, bolsas de papas y un montón de cosas llenaron nuestra cesta, aunque no es una cesta es mas como una maleta, parece como si nos fuéramos a lo más lejano de España.

Vamos en el coche de Assia y en el puesto trasero va Algodón, Assia es tan paranoica que le coloco el cinturón de seguridad a la jaula por protección a nuestro hijo. Quiero y amo a mi mejor amiga, quien iba a creer que seriamos mejores amigas, par de locas en un instituto de señoritas que se comportaban como meros machos.

–Assia, ¿Recuerdas cuando le levantábamos las faldas a las chicas del instituto? –la risa de Assia me toma por sorpresa y rio junto con ella.

–Nos castigaron por creer que hacíamos eso para ver el trasero de las chicas, pensaron que éramos unas lesbianas, y solo lo hacíamos por joder, Dios –ríe. –Lucia ¿Recuerdas cuando acosamos al nieto del jardinero? Joder ese chico sí que era sexy y muy lindo –cuantas locuras hicimos nosotras.

Reímos al recordar tantas cosas del instituto, que el camino se nos comienza hacer corto, no puedo parar de reír, fueron locuras tras locuras, por suerte nos graduamos, estaban por expulsarnos pero nuestros padres insistieron y debimos comportarnos en el último año.

Llegamos al parque y bajamos las cosas, yo llevo las cosas del picnic y Assia lleva a nuestro Algodón, buscamos un lugar donde no nos dé tanto el sol y colocamos la sabana en el césped, arreglamos las cosas y de inmediato nos tiramos a descansar.

Assia está acostada y poso mi cabeza en su abdomen, comenzamos a comer galletas y Algodón esta solo comiendo lechuga, no entiendo cómo es que comiendo ese tipo de cosas, esta tan gordo.

–Siempre diré que tu madre es la que mejor hace las galletas de avena y miel, son exquisitas –asiento y muerdo mi siguiente galleta.

–Pero si sabes que me asesinara por haber tomado casi todas las galletas, pero bueno culpare a Ricardo, es el tragón de la casa y saldré ilesa –Assia ríe y continuamos comiendo.