Capitulo 38

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Illán Gaos.


–Joder Maggie ¿Es necesario esto? Puedo llevar mi cabello desordenado como siempre –mi hermana me da un leve jalón de cabello y niega.

– ¡No, no y no! Es de esta manera o simplemente no sales y listo, ¿Bien?

– ¿Y dejar a Lucia plantada? Estás loca –sonríe. –Está bien, continua en ello.

–Eso, juicioso, perfecto.

Margaret sonriente continúa peinando mi cabello, me observo en el espejo y es imposible creer cómo me veo tan diferente de este modo. Mi hermana sonriente arregla el moño de mi traje.

–No usaba un traje desde la boda de la tía Mildred –comento. –Que boda tan...

–Cringe... –comenta mi hermana. –La tía termino siéndole infiel a su ya ex esposo con uno de los meseros.

–Papá estaba furioso.

– ¡Obvio! Nos hizo perder el viaje hasta Catalunya.

Ambos reímos a carcajadas, porque el que ambos tengamos ese recuerdo que la verdad es gracioso me deja saber que mi hermana siempre ha estado para mí.

–Mag... –esta asiente, nos vemos desde el espejo. –Gracias, la verdad es que tú, siempre has estado presente para mí, y hasta hoy, lo valoro –esta me rodea con sus brazos y apoya su mentón en mi hombro.

–Te apoyare siempre, ¿Bien? Me importa tu bienestar, y tus ganas de querer mejorar.

–Les prometo no defraudarles, a ninguno de ustedes –ambos sonreímos y esta frota su mejilla con la mía.

–Ven, colócate de pie –lo hago y al darle el frente, acomoda una vez el moño y estiliza el saco de mi traje. –Perfecto, muy perfecto, ahora –coloca un llavero frente a mis ojos. –Acá están las llaves del lugar, todo está listo, todo quedo tal y como lo has pedido, y lo más importante, que disfruten su cita.

–Gracias Maggie, ya debería irme.

–Sí, sí, vamos.

Antes de salir de mi habitación, tomo el obsequio que compre para Lucia y salgo detrás de mi hermana. Me siento emocionado y nervioso a la vez, no sé si le gustara lo que he preparado para ella, pero necesito dejarle saber, que mi ausencia no será impedimento para lo que de verdad siento por ella.

–Esa chica –escucho a papá, volteo a verle. –Te ha dado un cambio, un motivo, disfruta la noche, hijo, ¿Bien?

–Gracias papá, como le dije a Maggie hace un momento, daré todo de mi para recuperarme, no depender más de eso...

–Ven –abre sus brazos, me acerco y nos damos un abrazo. –Eres fuerte, Illán.

–Como todo un Gaos.

Reímos y dándole un último vistazo a mi hermana y su mamá, me despido y salgo de casa. Llego hasta el coche, subo, enciendo el estéreo y coloco algo de música para espantar un poco estos repentinos nervios, estúpidos y tontos.

–Venga Illán, espabila, espabila –la mirada fija en la carretera. –Ni que fuera primera vez, no es primera vez.

Me lo repito una y otra vez, porque es así, no es primera vez que salgo con Lucia, pero estoy nervioso, siento que es una salida muy esencial, una donde ella sabe mis sentimientos reales hacia ella.

¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora