Capitulo 45

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Semanas después...


No sé cuánto tiempo ha pasado desde que hable con Illán, quizás unas dos casi tres semanas exactamente, ya estamos en el primer mes del nuevo año y mi mamá vive sonriente todos los días por este inicio de año. En nochebuena tuvimos una bonita cena y papá nos acompañó ese día, para fin de año fue de igual modo, pero después de la media noche dos de mis hermanos se fueron con sus respectivas novias y Rubén y yo nos quedamos en la sala de la casa tomando vino y logramos hacer una videollamada con Assia.

Ella estaba preciosa, igual de sola que nosotros dos porque, su casi no prometido se fue de farra con sus amigos y ella prefirió quedarse en el lujoso Pent–House donde está viviendo por este tiempo. Mamá sonriente escribe cada cosa que necesitaremos para mi celebración de cumpleaños, está ansiosa preparando todo para mi día y por suerte este año le toco vacaciones del hospital y está feliz de colocar villancicos y ver películas de navidad –aunque ya la navidad termino–. Si me preguntan qué persona conozco que sea obsesiva a la navidad, sin duda respondería que mi mamá.

Mis hermanos disfrutan de como ella se divierte cantando las canciones y organizando toda la casa aunque solo sea un mes, ella lo hace sentir eterno. Hoy lleva un gorro, de esos rojos con una bola blanca en la punta, está preparando galletas, mientras yo la observo, mis hermanos se encuentran en la sala, dos de ellos con sus novias y el otro hundido en su teléfono esperando que su chica se reporte. Es día de reyes y para mamá esto es navidad, pura navidad, sonrio porque de un modo u otro se me hace dulce.

Quizás algunos dirán que estoy bien, pero es todo lo contrario, en ocasiones pienso en Illán, no se de él desde esa noche donde todo acabo. Mis días son los peores que pueden existir, pero siempre mostrando mi fachada de chica feliz. Mamá es la única que sabe todo lo que ocurre y aunque no quiero angustiarme es imposible, Graciela está muy quieta y eso es lo que más temor me causa. No ha hecho absolutamente nada en estas semanas, y eso es lo que más temor me da, que no actúa, que está muy tranquila

Nadie tiene idea de lo que ocurrió con Illán, lo he mantenido en secreto, incluso en una ocasión Maggie me pregunto por él, yo trate de ser lo más discreta posible. Escuchar salir de sus labios el nombre de él es muy amargo para mí y más aún, siendo yo la única que vive con el hecho de que Illán y yo, no tenemos nada.

En estas últimas semanas, lo único que he hecho es repasar mis apuntes de la universidad, trabajar e intentar no pensar en lo que Graciela tiene en sus manos. Illán lo sabía, sabia lo del video y yo de idiota confiando en él, ¿Tan mala he sido? ¿En qué momento me deje faltar el respeto de ese modo? ¿Por qué demonios él permitió que eso fuera grabado? ¿Qué tan jodido pudo tener su mente?

–Lucia... –escucho la voz de mamá, la busco con la mirada y ella me está dando la espalda mientras lleva las galletas al horno.

–Sí, dime –voltea a verme.

– ¿Qué ha pasado con lo que me has contado? ¿Te han hostigado? ¿Te han escrito? Dime, Lu, dímelo.

–Nada mamá, y eso me da miedo –mis ojos de inmediato se llenan de lágrimas. –Siento que me voy a volver loca, mamá –llevo las manos a mi cabeza, intento no echarme a llorar en este momento. –Estoy decepcionada, mucho.

–Lucia... –de inmediato rodea la encimera y llega hasta mí. –Mi amor...

–Finalizamos la relación, lo hice mamá –alzo mi rostro le miro, siento ese jodido nudo en mi garganta. –No puedo estar con una persona como él, no puedo mamá –susurra que todo estará bien. – ¿Cómo me deje enamorar así? ¿Cómo puedo quererlo tanto? ¿Cómo pudo jugar y romper mi corazón de este modo?

¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora