Capítulo 29

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Creí haber hecho lo correcto, creí que al entrar dejaría todo atrás, pero no fue así, me arrepentí tanto de dejarlo solo en el callejón, que decidí volver, pero ya era tarde, ya Illán no estaba y aunque logre salir del callejón para ver si daba con él del otro lado de la calle, ya no estaba, solo había personas transcurriendo las calles y la fila larga para entrar al club.

En este momento me encuentro con la mirada fija y la mente perdida, observo a Assia y Teo bailar como un par de idiotas una canción funk que realmente te saca lo idiota e infantil del cuerpo. Me doy un trago de mi vaso de vodka y una vez más intento analizar mis palabras y lo cierto es que fui muy cruel con Illán, quisiera tanto que él pudiera recuperarse, pero es imposible, aunque lograra hacer algo por él, creo que esto va más allá de lo profesional.

– ¿Hola? ¿Se encuentra Lucia en este momento? –observo al rubio y este se sienta a mi lado. –Veo que algo ocurrió contigo y Gaos, ¿No? –suspiro y asiento levemente. –Soy todo oídos –le miro y este a mí, ambos sonreímos.

–Yo, creo que he sido muy cruel con mis palabras, Teo –comento y me doy un trago más. –Creo que no deberíamos nunca, decirle a una persona que nos haría un favor si muriera.

– ¡Auch! Eso duele como un demonio –me encojo de hombros, siento un nudo en la garganta. –Lucia, te has pasado de la raya, sé que estas dolida, pero no debiste decirle eso, es muy cruel.

–Pensé en mí, en mi bienestar, en no querer seguir martirizándome por toda esta mierda –oculto mi rostro entre mis manos y me echo a llorar en pleno club. –Soy una tonta Teo, ¿Por qué le dije eso tan horrible?

–Lu... –mis lágrimas bajan una tras otra, mi llanto es fuerte, pero la música lo es aún más y lo único que hago es abrazar a Teo y este con tranquilidad frota su mano en mi espalda, esa misma sensación de hace un rato, me abarca. –Si tanto deseas enmendar las cosas, hazlo, ¿No crees? –me alejo un poco, esté toma mi rostro entre sus manos y limpia un poco mis mejillas. –A veces lo que te da dolor, es lo que te trae calma al mismo tiempo, ¿No?

–Lo mejor es que me vaya –agacho la cabeza. –Arruine la salida y ni tu ni Assia deberían dejar de disfrutar.

– ¿Assia? –este chitea y ríe con un tanto de arrogancia. –Está hecha un mar de llanto al igual que tu –este inclina su cabeza a un lado y observo a mi mejor amiga dándose shot's de tequilas uno tras otro.

– ¡Ay por Dios! –limpio mi rostro y al mirarlo ambos nos echamos a reír. –Es mejor que nos vayamos, ¿Bien?

–Claro, vamos, yo las llevara a casa.

–Teo, una vez más, gracias, siempre estas con esas palabras y consejos tuyos –este niega y me da un corto abrazo, al separarnos nos colocamos de pie.

–Vamos por la árabe, esto podría ponerse feo.

Y aunque el rubio me hace reír y se me olvide solo un poco lo ocurrido, estoy dispuesta a pedirle una disculpa a Illán, no medí realmente lo que dije y esta vez, asumo que me pase de la raya y en cualquier momento le pediré disculpas.

Illán Gaos.

Manejo con tanta prisa que no dejo pasar por alto que podría en cualquier momento tener un accidente y aunque debo disminuir piso el acelerador y continúo manejando, la mayoría de los semáforos están en rojo por la alta hora de la noche. Le doy uno tras otro manotazo al volante y la vista se me nubla por las lágrimas, unas luces detrás de mi parpadean y no tengo pensado disminuir la velocidad, continuo y el coche detrás de mi está casi pisándome los talones, esto me cabrea y comienzo a disminuir hasta que piso con fuerza los frenos y las llantas del coche rechinan en el asfalto.

¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora