CAPÍTULO 1

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  Me desperté sobresaltada y con la respiración sumamente agitada. Me senté apoyándome en el respaldo de la cama y él automáticamente abrió los ojos, con algo de dificultad.

- Que pasó gorda? - preguntó con la voz ronca mientras se acomodaba a mi lado, rodeando mi cintura con sus brazos
- Na... nada - dije luego de un instante en el que intentaba recuperar el aliento
- Pero... estás bien?
- Si, si, estoy bien... Fue solo un sueño - expliqué corriéndome el pelo para atrás y él sonrió de costado
- Mmm, soñabas conmigo? - preguntó en un tono seductor mientras acariciaba mi rostro con una mano y de un momento a otro acercó su boca a la mía
- Ehhh... ponele - murmuré algo confundida y él sonrió, para luego dejar un suave beso en mis labios
- Dormí Ori, es tarde - dijo volviéndose a acostar y eso mismo hice.

Me acomodé a su lado y él rápidamente pasó su brazo por debajo de mi cabeza. Enredé mi mano en su pelo y escondí mi cara en el hueco de su cuello, dejando un par de besos allí.

- Te amo Benja - susurré y él largo una pequeña risa
- Yo a vos - dijo por fin y dejó un cálido beso en mi cabeza antes de quedar profundamente dormido.

Desperté por el ruido del agua que provenía del baño de mi habitación. Aproveché que tenía toda la cama para mí sola y me estiré para poder seguir durmiendo aunque sea hasta que Benja saliera de ducharse.

- Dale gorda, despertate que vas a llegar tarde - gritó apenas salió del baño y yo solo sonreí al verlo todo mojado y con la toalla por la cintura
- Me quiero quedar durmiendo - me quejé tapando mi cara con la almohada - y vos también podrías quedarte - agregué y me mordí el labio, para convencerlo
- No seas chanta pendeja, no me provoques - dijo entre risas mientras se vestía y bufé - dale Ori, llegas tarde!
- Ay bueno, ya va - dije de mala gana mientras me bajaba de la cama para dirigirme al baño.

Me bañé lo más rápido que pude y salí ya cambiada del baño. Él no estaba ahí, así que agarré mi bolso y me dirigí a la cocina. Le robé una de sus tostadas y él se quejó por lo bajo, por lo cual le di un beso como disculpas y corrí hacia la puerta.

- Dejale las llaves al portero cuando te vayas, dale? Después hablamos - dije mientras él me observaba desde la cocina, asintiendo con una enorme sonrisa y tirándome un beso a lo lejos.

Di un portazo y bajé las escaleras lo más rápido que pude. Cabe aclarar que odio los ascensores, me dan pánico, y por suerte vivía en el tercer piso. Saludé al portero al pasar y corrí hasta el auto. Eran las 8 y media y la clase empezaba a las 8. Genial, realmente estaba llegando muy tarde. Pasé a buscar a Jenny, quien vivía a tan solo dos cuadras de mi edificio y a pesar de que estuviéramos llegando media hora tarde a la facultad, me dedicó una de sus típicas sonrisas apenas se subió al auto.

- Que te pasa que no hablas? - preguntó luego de un rato y me encogí de hombros
- Nada, no me pasa nada - mentí, y ella solo rió - Bueno está bien, tuve un sueño bastante raro - dije casi sin respirar
- Qué? - preguntó aún riéndose - Para, qué soñaste? - agregó mirándome con los ojos un tanto abiertos
- Soñe con...
- Benja? - me interrumpió y negué con la cabeza mientras miraba hacia adelante - Con quién entonces?
- Con... no se con quien! - dije algo alterada - era un pibe, pero... no se quien era, no lo conozco, nunca en mi vida lo había visto
- Na, me estás jodiendo? - dijo y negué nuevamente - Pero... estaba bueno? Qué hacían en el sueño?
- No te das una idea de lo bueno que estaba - dije y rió - y... ufff, que NO hacíamos
- Ay Oriana! - exclamó - Tenés novio, que haces soñando cosas raras con pibes que no conoces?
- Bueno que se yo, soñé eso y punto, qué querés que haga? - hice una pausa - Encima me quise matar cuando me desperté y lo tenía a Benja al lado
- Que forra que sos! Pobrecito!
- No soy forra, sabes que lo amo, pero bueno... digamos que nada que ver con el morocho potro de mi sueño - dije elevando el tono de voz y ella se limitó a reír mientras negaba con la cabeza.

Las horas de clase se hicieron larguísimas, a pesar de habernos perdido la primera hora. Salimos a eso de las tres de la tarde y paramos a tomar un café de camino a casa. El invierno ya se estaba haciendo notar y era algo que increíblemente me ponía de buen humor. Al menos cuando tenés novio, una estufa, comida y tiempo para dormir, el frío no esta para nada mal. La dejé a Jenny en su apartamento y me dirigí al mío.

Me llegó un mensaje de Benja cuando me estaba bajando del auto.

"Gorda, hoy me junto a comer con mis amigos. Te paso a saludar, capaz un poco tarde, pero esperame despierta"

Sonreí y guardé el celular luego de contestarle. Le pedí las llaves al portero apenas entré al edificio y él demoró un poco pero por fin las encontró.

El hall era un pasaje constante de personas, que iban y venían para todos lados. No entendía nada, al parecer una mudanza. Lo miré extrañada y él se encogió de hombros.

- Parece que tenés vecinos nuevos - dijo con una sonrisa y yo asentí, mientras observaba una cantidad de muebles pasar por delante mío.  

Del Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora