Se largó a llover finalmente a eso de las tres, y la verdad que no encontré mejor excusa para dormir toda la tarde, tapada hasta la cabeza.
Cuando me desperté ya había oscurecido. Mi celular no paraba de sonar y aún algo dormida, atendí, sin ni siquiera fijarme quien era.
- Ori... quería saber como estabas
- Ahora sí te importa como estoy? - pregunté rodando los ojos
- Si, mucho me importa
- Basta Benja, no estoy de humor
- Podemos hablar bien?
- No - respondí cortante - por lo menos hoy... no - agregué y corté rápidamente.Ya bastante deprimente venía siendo mi sábado como para encima tener que soportar otra discusión con él.
Me quedé mirando series en la computadora hasta que se hicieron las diez de la noche y el timbre sonó. Maldije en voz alta y con mucha pereza me levanté de la cama para dirigirme a la puerta.
Apenas abrí una sonrisa se dibujó en mi rostro, ni siquiera lo pude disimular.
- Qué haces vos acá? - pregunté algo sorprendida y él se encogió de hombros
- Te vi un poco mal hoy, y además me esta pegando fuerte la mudanza - bajo la mirada y yo solo sonreí - te molesta si comparto mi cena con vos? - preguntó mostrando una caja de pizza que tenía en la mano y dos cervezas.Por primera vez desde que lo conocí lo notaba nervioso y me dio mucha ternura verlo así.
- No, para nada, pasa - dije dando un paso atrás y él me siguió.
- Deja las cosas acá, yo... mejor me voy a cambiar y vuelvo - dije con algo de vergüenza al notar que aún seguía con el pijama
- No te preocupes, quedate así, no me molesta
- Pero a mi sí, doy lástima - dije riendo y él se mordió el labio mientras negaba con la cabeza - Ponete cómodo que ya vuelvo - agregué y asintió.Me dirigí al cuarto lo más rápido que pude y con los nervios que tenía agarré lo primero que encontré, un jean negro, una remera simple, blanca, y por arriba me puse una camisa a cuadros, abierta. Me peiné un poco ya que estaba hecha un desastre y volví al living.
Sonreí al verlo ya sentado y con un vaso de cerveza en la mano. Se había tomado bastante literal lo de ponerse cómodo.
- Ah bueno, empezá sin mí que no hay problema - dije y él rió
- Te estaba esperando, no probé nada - se defendió mientras me hacía una radiografía con su mirada
- Em... Comemos? - propuse algo nerviosa y él asintió con una sonrisa.- Estas mejor? - preguntó cuando me senté a su lado, con un pedazo de pizza en la mano
- No mucho - dije encogiéndome de hombros y él asintió apenado
- Que bajón - hizo una pausa - No hablaste con... tu novio?
- No, y tampoco quiero hablar, está todo mal - dije bajando la mirada
- Bueno menos mal que estoy yo acá para subirte bien el ánimo
- Tanta fe te tenés? - pregunté entre risas y él asintió entusiasmado - que tarado que sos!
- Mira, te estas riendo, que groso que soy - dijo contagiándose de mi risa y me quedé mirándolo un rato, mordiéndome el labio.No se si es consciente de lo lindo que es, pero yo no puedo parar de pensar justamente en eso.
- Como te lleva la mudanza? - pregunté luego de darle un trago a la cerveza
- Bien, que se yo... es complicado, primer día y ya me siento un poco solo. Sino mirame, tocándole la puerta a mi vecina, mendigando compañía
- Ey no, te entiendo, a mi me pasa lo mismo. En realidad ya me acostumbré, pero cada tanto me pasa eso de sentirme sola, así que no te hagas problema, cuando quieras nos podemos hacer compañía - dije y me respondió con una sonrisa enorme
- Lo voy a tener en cuenta eh
- Bueno, contame algo... por qué te viniste a vivir solo?
- Quería un poco más de libertad, sentirme independiente, y esas cosas. Me sentía medio boludo con 21 años seguir dependiendo de mis viejos - explicó y asentí - y vos?
- Mis padres se separaron hace un tiempo ya, mi mamá se volvió a Venezuela con mi hermana, y mi padre viaja mucho por trabajo. Digamos que la casa me estaba quedando un poco grande
- Uh y hace cuanto estás viviendo acá? - preguntó curioso
- Un año más o menos, ya estoy acostumbrada pero sigo sintiéndome sola de vez en cuando
- Y tu novio no vive con vos?
- No - reí - está conmigo la mayor parte del tiempo, por suerte, pero no, no vive acá - aclaré y él asintió - y vos no tenes novia? - largué lo que hace tiempo quería preguntar y me arrepentí enseguida
- No, no - dijo rápidamente - no estoy para eso todavía - agregó haciendo caras y largué la risa
- Estás para la joda?
- Ponele - dijo encogiéndose de hombros y puse los ojos en blanco - Bueno ey, ubicate pendeja
- Ubicate vos, qué me decís pendeja? - grité empujándolo por el hombro
- Salí, soy mayor, respetame - dijo riendo y me crucé de brazos, bufando.Él solo reía mientras seguía comiendo, y yo sonreía sin dejar de mirarlo, se me estaba volviendo una adicción.
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Del Otro Lado
FanfictionTenía sus ojos café clavados en mí y juro que no existía nada mejor que esa sensación. Sonreí, algo tímida a medida que se acercaba, con seguridad, hasta el punto de chocar su frente con la mía. Sus manos se deslizaron desde mis hombros, recorriendo...