CAPÍTULO 44

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  El timbre sonó y me costó una eternidad apartarlo de mí. No se quien era pero definitivamente y por la mirada de Julian, no saldría vivo. Reí y él solo se molestó más, pero no me quedó otra que apartar sus brazos de mi cintura y levantarme.

Corrí prácticamente hacia la puerta y reí por dentro cuando miré por el agujero. Abrí sin dudarlo y lo abracé algo efusiva.

- Qué haces acá Agus? - pregunté corriéndome hacia un costado para que pasara
- Vos me dijiste ayer que viniera, boluda
- Uhhh cierto, es que pasaron tantas cosas que me olvidé
- Bueno si queres me voy eh
- No, tonto, ponete cómodo, me voy a cambiar y vengo - dije sin saber muy bien que hacer, y él no tardó mucho en tirarse cómodamente en el sillón.

Cerré la puerta y lo vi girar en la cama, con una sonrisa de oreja a oreja, haciéndome señas de que me acostara a su lado.

- Quien era? - preguntó despreocupado cuando me senté en la cama
- Agustín
- Eh? Que quería?
- Es que... yo ayer le dije que hoy a la noche viniera y bueno, vino
- Cómo que...? Ya lo echaste, no?
- Cómo lo voy a echar? No, obvio que no - dije y su cara se transformó
- Me estás jodiendo? Esta acá?
- Callate Julian, deja de gritar!
- Na, este pendejo me va a escuchar - gritó, ignorándome por completo, y salió corriendo del cuarto, seguido por mí.

- Ah bueno, interrumpí algo? - preguntó Agus muerto de risa en cuanto lo vio acercarse así, en bóxer
- Sí, interrumpiste, y adivina qué? Te vas - dijo agarrándolo del cuello de su camisa para, de un impulso, levantarlo del sillón y arrastrarlo hasta la puerta
- Julian - grité y me ignoró, para variar - Soltalo ya!

Lo soltó una vez que estaban en el pasillo y entró rápidamente, cerrando la puerta detrás de él, dejándolo a Agus afuera.

- Qué haces? Estúpido!
- Me estás jodiendo? Qué tiene que hacer el pendejo acá? Nada
- Ah bueno, no lo puedo creer - dije agarrándome la cabeza y él rió - De qué te reís?
- Le viste la cara de susto? - preguntó tentado y tuve que aguantarme las ganas de reírme yo también
- Abrile idiota
- No le voy a abrir, quiero estar con vos, solos, no con el boludo este en el medio - dijo acercándose hasta pasar sus brazos por mi cintura
- El boludo este es TU amigo, no se si te acordás
- Si fuera mi amigo no nos interrumpiría
- Dale, si no estábamos haciendo nada, dejalo pasar - rogué ya algo fastidiosa
- Está bien - suspiró y rápidamente se separó de mí - Abrile, pero yo me voy a dormir
- Es un chiste?
- No, estoy cansado, diviertanse - gritó a lo lejos y desapareció por la puerta de mi cuarto.

Bufé y sacudí mi cabeza intentando que nada me afecte. Abrí lo más rápido que pude y reí al verlo caer de espaldas, ya que estaba sentado contra la puerta.

Se levantó con torpeza y con una sonrisa en la cara, y yo, muerta de vergüenza.

- Perdón, perdón, perdón - supliqué y él largó una risa
- No seas boba Ori, ya lo conozco, pero se le pasa rápido igual
- Bueno sí, pero aunque se que lo hace jodiendo me parece un pendejo - dije y se encogió de hombros - y no interrumpiste, no estábamos haciendo nada
- Bueno mejor, porque sino me agarra afuera y me mata - ambos reímos
- Ahora sí me voy a cambiar, agarrá una cerveza de la heladera si querés y llamala a Jenny.

Entré nuevamente al cuarto y prendí la luz, sin importarme que estuviese durmiendo. Lo escuché quejarse por lo bajo y se tapó la cabeza con la almohada enseguida. Sin decir nada agarré un short de jean y me lo puse, aunque el buso lo tapara casi por completo. Me até el pelo y apagué la luz, para luego cerrar la puerta y volver al living.

- Jenny está en camino - comentó Agus sonriente en cuanto me senté a su lado
- Buenísimo, entonces la esperamos para pedir la comida - asintió y me extendió un vaso de cerveza que acababa de servir.

En menos de diez minutos ya estaba tocando timbre, y lo mandé a Agus a abrir porque realmente no tenía ganas ni de moverme.

- Amiga - gritó luego de saludarlo a él y sonreí como respuesta, para abrazarla como si hace meses no nos viéramos

- No pongan muy alta la música que Julian duerme - grité desde la cocina mientras intentaba comunicarme con el del delivery.

- Cómo es eso de que Julian duerme? - preguntó Jenny algo confundida mientras se sentaba en la mesada de la cocina, una vez que terminé de pedir la comida
- Nada, está durmiendo en mi cuarto, eso
- Bueno, veo que me perdí un par de capítulos
- Sí, unos cuantos - dije sonriendo al pensar en todo lo que había cambiado desde la última vez que hablé con ella
- Y por que no viene? Que aburrido
- Está enojado, creo, o un poco histérico, ya se le va a pasar - expliqué y rió, realmente daba más para reírse que para preocuparse
- Está ofendido? Es una mina boluda, cada día lo confirmo más - dijo entre risas y le pegué con un trapo que tenía a mano
- Basta, no lo pelees - rogué y ella rodó los ojos
- Decile a tu novia que se deje de boludeces y venga a comer con nosotros - dijo mientras daba un salto para volver hacia donde estaban Agus, la música, y el alcohol.

La pizza llegó a los pocos minutos, por suerte, porque realmente moría de hambre, y luego de poner la mesa volví al cuarto, a ver si esta vez lograba convencerlo.

Teniendo en cuenta la última experiencia, opté por no prender la luz, de todos modos las luces de afuera entraban por la ventana e iluminaban lo suficiente como para poder ver su cara. Parecía estar dormido, muy relajado, así que me senté con cuidado a su lado y me dediqué a observarlo durante unos minutos. Peiné hacia un costado el pelo que caía por su frente y él se removió en el lugar, aún con los ojos cerrados.

- Llegó la comida, por qué no venís con nosotros? - susurré pero no obtuve respuesta - Juli...
- No quiero - murmuró con la voz ronca y bufé
- Estas enojado? - pregunté ya cansada de esta situación, y él negó con la cabeza - Entonces? Qué te pasa?
- Nada Ori, quiero dormir, anda con los chicos - dijo sin abrir los ojos
- Está bien, te guardo un poco de pizza para después.

Él solo asintió y dejé un sentido beso en su frente antes de irme. Los chicos ya estaban comiendo cuando volví, genial. Puse unos pedazos de pizza en un plato y lo guardé en la cocina, sino definitivamente Julian se iba a quedar sin cena.

La pasamos bastante bien, increíblemente pude aguantarme las ganas de ir a acostarme con él y llenarlo de besos hasta que se le pasara el mal humor. Entendí que tendría tiempo para eso luego, así que mientras tanto solo me propuse pasarla bien con mis amigos.

Ya estaba medio alegre de más cuando los despedí, y a pesar de que fueran la una de la mañana y la noche anterior me la había pasado estudiando, lo último que quería era dormir. Estaba pasada de revoluciones y Julian no planeaba levantarse nunca, genial.

Me tomé unos cuantos vasos más de cerveza mientras ordenaba un poco el lío que habíamos hecho en el living y cuando me empecé a aburrir, volví al cuarto.

Ahora si que tener cuidado con no hacer ruido no estaba dentro de mis posibilidades. Apenas entré me tropecé con unos zapatos y en el intento de no caerme casi tiro todo lo que estaba sobre la mesita de luz. Lo único que me salió fue reírme, bueno, reírme mucho, por lo que él se quejó y se dio media vuelta.

- Boludo - largué en un tono de voz algo elevado, mezclado con la maldita risa que no podía controlar
- Shhhh - se quejó nuevamente y me tapé la boca enseguida
- Levantate gordo - hice un esfuerzo por bajar el tono de voz pero fue en vano.

Así como estaba me tiré en la cama, a su lado y pase mi brazo por su cintura, pegándome a él.

- Estas en pedo? - preguntó con el ceño fruncido mientras intentaba abrir los ojos
- No - respondí entre risas y se mordió el labio
- Sos un desastre - dijo volviendo a cerrar los ojos
- Y vos sos un calentón, no puede ser que sigas enojado
- No estoy enojado
- Sí estás enojado
- No
- Dame un beso - supliqué, rozando mi nariz con la suya
- No
- Ves, estás enojado - dije apartándome y se le escapó una sonrisa
- Vení - murmuró con voz de dormido y sin dar más vueltas, llevó una mano hacia mi nuca y pegó sus labios a los míos, con ternura.  

Del Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora