CAPÍTULO 47

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  - Y el vodka? - grité en cuanto la vi con las manos vacías
- Lo trae Agus, está abajo con Maxi - dijo muy relajada y le abrí bien grandes los ojos
- Tranqui, salen por su cuenta, solo vienen a hacer previa con nosotras, sin Julian - aclaró y respiré - Qué onda con eso? Querés hablar? - preguntó mientras dejaba sus cosas sobre el sillón
- Nada, pavadas, no importa ahora
- Hola bombón - interrumpió Maxi a los gritos, entrando muy contento por la puerta y abrazándome con efusividad
- Cómo estás desaparecido? Te extrañé!
- Y viste como es... está casado el boludo - intervino Agus mientras lo empujaba para poder saludarme
- Hablando de casados... Julian? - preguntó Maxi y lo fulminé con la mirada. Silencio absoluto - Qué? Metí la pata?
- Si - respondí seca e inmediatamente le saqué la botella de las manos.

Los chicos se instalaron en el living, arreglando el tema de la música y los parlantes, mientras Jenny y yo nos encargábamos de los tragos en la cocina.

- Desde cuando arreglas previas sin avisarme vos?
- Desde que me dijiste que me encargara de todo - respondió con tono de pregunta y reí
- Bueno, está bien, los adoro a los chicos, pero no dejan de ser amigos de Julian
- Si querés te traigo a los amigos de Pablo, no se que preferís
- No sh, así esta bien.

Pasaron dos horas y nuestro estado era tremendo, no se cual de los tres estaba peor. El único que zafaba era Maxi, que como vino en su auto optó por no tomar nada más que coca. Por otro lado, Jenny y yo estábamos tiradas en uno de los sillones, muertas de risa, mientras que Agus hacía su mayor esfuerzo por bailar, si es que a eso se lo podía llamar así.

Salimos para el boliche una vez que la botella de vodka se había acabado, y realmente no se cómo hizo Maxi para soportarnos, porque estábamos infumables, los tres.

Agus se apartó del grupo apenas cruzamos la puerta de entrada, él era siempre así, el que se perdía primero. Y a Maxi no le quedó otra que quedarse con nosotras, cuidando que no hiciéramos alguna locura.

Creo que nos pasamos toda la noche mandándole audios a Julian. La que más hablaba y decía incoherencias en las grabaciones era Jenny, aunque yo cada tanto tiraba alguna palabra y el resto del tiempo me reía. En total fueron aproximadamente unos 20 audios, y obviamente me clavó el visto pero no contestó absolutamente nada.

- Pablito - grité, emocionada de ver una cara conocida, y me paré enseguida del sillón en el cual me estaba por dormir
- Ori, qué haces acá sola?
- Me perdí de tu novia, no la encuentro - expliqué arrastrando las palabras, mientras me sostenía de su brazo para mantener la estabilidad
- Eh... mira Ori, yo estoy con Benja - dijo bajando el tono de voz y miré hacia atrás, ahí estaba - si no te molesta te acompañamos.

Lo miré detenidamente mientras Pablo a mi lado esperaba mi respuesta. Estaba... lindo, cambiado, serio, y me miraba con los ojos más tristes del planeta. Le dediqué una media sonrisa y volví a conectarme con la mirada de mi viejo amigo.

- Vamos? - pregunté finalmente y sonrió
- Vení ayudame Ben - gritó y por un momento me puse muy nerviosa.

Se acercó por el otro lado y pasó su brazo por mi cintura, provocándome escalofríos.

- No estoy inválida tampoco - comenté entre risas y él negó con la cabeza
- Estas borracha, y creo que siendo vos, eso es peor - dijo divertido y le pegué en el hombro.

- Y Jenny? - pregunté y él rió, encogiéndose de hombros - Y Maxi?
- Quien es Maxi? - preguntó poniéndose serio y ahora yo reí
- Un amigo. Qué te haces el celoso ahora?
- Qué tiene? No puedo?
- No, no tenés ningún derecho
- Está bien, tenés razón - respondió algo apenado.

- Jenny, donde estás? - grité, le estaba mandando un audio por whatsapp - Estoy aca con Pablito y Benja, buscándote, donde te metiste?

Guardé enseguida el celular y seguimos caminando entre la multitud, hasta que la divisé, sentada en una barra, sola.

- Donde carajo estabas? - grité y ella rió
- Mi amooooor - exclamó, colgándose de su cuello, si, efectivamente se alegró más de verlo a Pablo que a mi
- Sobramos me parece - me habló Benja al oído y negué con la cabeza
- No, nosotras ya nos íbamos. Nos vamos Jenny - grité empujando de su brazo
- Andate vos, yo me quiero quedar con mi novio - se quejó abrazándolo aún más fuerte
- Maxi donde está?
- Se fue - respondió relajada y yo me sentí morir - llamá un taxi
- Deja, yo te llevo Ori - intervino Benja, justo lo que no quería - No tomé nada
- No te preocupes, me tomo un taxi en la puerta - dije nerviosa, cualquier cosa menos irme con él
- Dale no seas boba, te dejo en tu casa y me voy, no te preocupes
- Está bien - suspiré rendida.

Lo saludé a Pablo con un abrazo y luego me acerqué a mi amiga.

- Sos la más forra - susurré en su oído y me alejé, seguida por mi ex novio, el cual se había prendido de mi cintura para no perderme.

Me prestó su camisa apenas salimos a la calle y no me pude negar, hacía un frío mortal. Tuve una sensación extraña cuando me la puse, tenía su olor, ese maldito olor que me encantaba, y me trajo todo tipo de recuerdos posibles. Lo único que repetía mentalmente para no perder el control era "te cagó, Oriana, te cagó"

Prendió la calefacción del auto apenas nos subimos y me relajé, era todo lo que necesitaba.

- Qué es de tu vida? - preguntó mirándome de reojo a medida que aceleraba
- Lo mismo de siempre, facultad, facultad, facultad - dije y él sonrió
- Y andas con alguien? - claro, ahí quería llegar
- No me parece hablar de eso con vos, pero ponele
- Que bueno - intentó sonar alegre aunque su cara no decía lo mismo
- Y vos, qué onda?
- Yo nada, me estoy dedicando mucho al laburo y despejando mi mente ahí, no puedo ya tan rápido engancharme con otra mina - lo sentí como un reproche pero la verdad que con él, cero culpa
- Que raro, podías estar enganchado con dos al mismo tiempo y ahora que estás soltero te cuesta?
- No empieces, no quiero discutir - dijo con la vista fija hacia adelante y asentí.

El resto del camino fue puro silencio, y apenas llegamos al edificio se bajó del auto, rodeándolo por adelante hasta llegar a mi lado.

- Puedo sola - grité y me tropecé al dar el primer paso
- Ves que no podes sola? - dijo entre risas y bufé, frustrada.

Me llevó por ascensor, muy a mi pesar, e intenté mantener la mente en blanco hasta llegar a mi piso. Respiré aliviada una vez fuera de esa maldita caja mientras él no paraba de reírse de mí.

- Listo, ya te podés ir - susurré empujándolo un poco
- Bueno, tranquila, ya me voy
- Buenísimo. Gracias, por traerme, igual te sigo odiando - dije riendo pero a él no pareció hacerle mucha gracia
- Ojalá algún día podamos hablar, digo, cuando estés sobria
- Bueno vemos, capaz si, capaz no - dije empujándolo más hasta tocar el botón del ascensor.

Dejé un beso en su mejilla y enseguida se abrieron las puertas. No tardó ni cinco segundos en desaparecer y suspiré aliviada.

No dudé nada en acercarme a su puerta y tocar timbre. No se que hora era, serían las seis de la mañana, pero no me importaba, necesitaba verlo, aunque me cerrara la puerta en la cara.

De repente, y por suerte, reaccioné de que aún llevaba puesta la camisa de Benja y en tiempo record corrí hasta mi departamento y la tiré para adentro, para luego regresar a su puerta. Volví a tocar timbre, ya que al parecer ni lo había escuchado, y esperé unos cinco minutos más hasta que por fin la puerta se abrió.  

Del Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora