No despegó su brazo de mi cintura en todo el camino del auto hasta la puerta de mi departamento, donde me soltó y fui yo la que me colgué de su cuello procurando que no se apartara demasiado.
- Ahora si me voy, entra y descansa
- No - respondí en un tono bastante caprichoso, y él rodó los ojos mientras se mordía el labio inferior.- Estas loca - largó y sonreí
- Entonces... te quedas?
- No - respondió firme - Mi viejo me está esperando, me va a matar - este chico no pensaba dejar de hablar nunca, no?Lo volví a callar con un beso, estaba insoportable con las excusas y este era mi último recurso para convencerlo de quedarse acá conmigo.
No hizo falta mucho esfuerzo para que aflojara y me siguiera el beso, como siempre, terminaba convenciéndolo a mi manera. Llevó rápidamente sus manos poco más abajo de mis caderas mientras yo me entretenía con su pelo. Maldita adicción. Me acorraló en cuestión de segundos contra la puerta de mi departamento, mientras, torpemente, intentaba sacarme las llaves del bolsillo del pantalón.
Se separó tan solo un poco y apartó su vista para no errarle a la cerradura. Y yo con tal de no desaprovechar el tiempo me dirigí a su cuello, sin vueltas, dejando una cantidad infinita de besos de todo tipo.
Me dedicó una sonrisa cómplice una vez que volví a mirarlo y en un abrir y cerrar de ojos estábamos del lado de adentro, con la puerta cerrada.
Reí algo nerviosa cuando clavó sus ojos en los míos, estaban prendidos fuego y era algo que se podía notar a kilómetros de distancia. Rápidamente tiré la mochila en el sillón, mientras él me seguía, sosteniéndome por la cintura. Y sin perder más tiempo me di vuelta, agarré su cara entre mis manos, con posesión, y lo atraje hacia mí para volver a unir nuestros labios en un beso bastante más subido de tono que los anteriores, si es que eso era posible.
No se en qué momento se deshizo de mi campera, pero cuando quise acordar, sus manos estaban subiendo ágilmente desde mis caderas hasta el borde de mi remera. Jugó con él e hizo un amague con levantarla, pero optó por esconder sus manos por debajo y acercarme más hasta pegarme a su cuerpo, poniéndose en contacto directo con mi piel, logrando erizarme por completo.
Apretó sus dedos con firmeza en la parte baja de mi espalda y los subió con una lentitud desesperante, a medida que mis manos ansiosas desabrochaban los primeros botones de su camisa, sin romper el contacto entre nuestros labios.
Me soltó cuando empecé a bajarle la camisa por los hombros y colaboró para que pudiera sacársela por completo lo más rápido posible. Realmente no sabría decir cual de los dos mostraba más desesperación y deseo por el otro.
Nunca lo había tenido tan cerca y en cuero, y por tal razón me puse tan estúpida y embobada que solo me salió llevar mis manos hacia sus hombros, bajarlas por su pecho y recorrer lentamente toda aquella maravilla. Él inevitablemente sonrió ante mi reacción y comenzó a dejar una serie de besos que comenzaron en mi mandíbula y recorrieron mi cuello en su totalidad para finalizar bajo mi oreja, en la cual se entretuvo un buen rato.
Se separó un poco y pegó su frente a la mía enseguida. Tenía los ojos cerrados pero podía escuchar con claridad su respiración agitada chocando en el aire con la mía, mientras por la proximidad de su pecho sentía su corazón latiendo casi tan desesperado como el mío.
No se cuanto tiempo estuvimos así pero tuve la necesidad de cortar la maldita distancia, capturando con increíbles ganas su labio inferior, aprovechando para morder y tirar suavemente de él. Fue lo que necesitaba para que él reaccionara y de un solo movimiento se deshaga de mi remera, la cual ya me estaba empezando a molestar.
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Del Otro Lado
FanfictionTenía sus ojos café clavados en mí y juro que no existía nada mejor que esa sensación. Sonreí, algo tímida a medida que se acercaba, con seguridad, hasta el punto de chocar su frente con la mía. Sus manos se deslizaron desde mis hombros, recorriendo...