La despedida en el aeropuerto fue algo intensa, llena de emociones para las tres. Acumulé unas ganas inmensas de llorar en cada abrazo, sobre todo con mamá, sabiendo la falta que me iba a hacer una vez que vuelva a estar sola. Incluso prometí ir a visitarlas antes de fin de año, deseando con todas mis fuerzas poder cumplir con mi palabra.
Antes, estando con Benja, todo era mucho más fácil, me hacía sentir acompañada y de tal forma extrañar menos. Pero ahora es todo nuevo para mí, tengo que adaptarme a mi vida de soltera, algo que no experimentaba desde hace muchos años, aprender a convivir conmigo misma, sin tener que depender de la presencia de otro para prácticamente todo.
Me subí al auto con la cabeza sumamente aturdida. Estaba llena de dudas, miedos, e inseguridades, como que todo me vino de golpe. Dejé a Jenny en su departamento luego de un viaje algo silencioso, tenemos la suficiente confianza como para que ella entienda que no quiero hablar y simplemente respetarme.
Antes de encender nuevamente el auto, saqué el celular de mi bolsillo y casi por inercia abrí su conversación.
"En cinco minutos estoy ahí, te voy a estar esperando abajo, en el auto, no demores"
Sonreí al leer su respuesta, "Si señora, como usted diga"
En cuestión de minutos estaba estacionando otra vez en la entrada del edificio. Suspiré al ver que aún no estaba abajo y esta vez lo llamé.
- No tengo todo el día Julian!
- Eh?
- Ya estoy abajo, dale apurate
- Estoy saliendo, bancame - lo escuché quejarse, junto con un ruido de llaves y reí, para luego cortarle sin previo aviso.Me puse a improvisar una canción junto con mis dedos sobre el volante mientras el señor se dignaba a bajar los malditos tres pisos. Estaba algo ansiosa y ya no sabía que inventar para matar el tiempo, cuando por fin lo vi a través del vidrio del edificio, saludando con la mano al portero, quien le abrió amablemente la puerta de entrada.
Me mordí el labio sin disimulo mientras lo veía acercarse, aprovechando a analizarlo de arriba a abajo. Zapatillas, jean gastado, remera rosa claro con algunas palabras imposibles de descifrar y el pelo algo despeinado. Se lo acomodó con la mano, dejándolo aún más desordenado y le sonreí, no podía estar más lindo.
Se subió algo desconfiado del lado del acompañante y me hizo una especie de radiografía con la mirada.
- Qué pretende usted de mi? - dijo con seriedad y largué la risa
- No te querés ni imaginar - respondí en el mismo tono y él levantó las cejas en una expresión divertida
- No, en serio, a donde me vas a llevar?
- Hola, no? Ansioso - dije y bufó
- Ya nos vimos, Ori - dijo mientras dejaba un beso en mi mejilla.Suspiré.
- A comer, no quiero estar encerrada en el departamento, ya voy a tener tiempo para eso - dije y asintió con una sonrisa, parecía un nene
- Mc Donalds - prácticamente rogó y yo reí
- Cinco años tenés - exclamé poniéndome derecha para luego encender finalmente el auto.No cruzamos miradas en todo el camino, el cual no duró más de cinco minutos. A él se lo notaba algo nervioso o ansioso, por la forma en que hablaba, sin parar ni para respirar. Nos bajamos del auto y en cuestión de segundos estábamos adentro de aquél lugar, intentando localizar con la mirada alguna mesa libre y bien ubicada.
- Qué querés comer? - preguntó de pie al lado mío mientras yo me sentaba
- Ehhh - pensaba mientras sacaba la billetera del bolso - un cuarto de libra - dije finalmente, entregándole un par de billetes
- No jodas Oriana, no vas a pagar
- Julian! - protesté y él, ignorándome por completo, se dio media vuelta y a los pocos segundos estaba ya en la cola para hacer el pedido.Le hice un "fuck you" a lo lejos, aprovechando que me podía ver e inevitablemente sonreí al ver como él intentaba disimular la risa.
Demoró entre cinco y diez minutos para por fin volver con la bandeja. No pude evitar que se me iluminaran los ojos, esta maldita comida era mi debilidad. Y él, otra. Ambos sonreímos como dos nenes en cuanto nos dispusimos a comer.
- La próxima pago yo, caprichoso - dije mientras intentaba inútilmente abrir una mayonesa con los dientes
- Que bruta que sos nena - se burló entre risas y lo miré de la peor forma.Terminamos de comer entre charlas sin sentido y muchas risas, por sobre todas las cosas.
- Qué te pasa? - preguntó en un momento, sacándome de mis pensamientos
- Nada, por?
- Que se yo, estas... colgada, rara - dijo encogiéndose de hombros y sonreí, por el simple hecho de verlo tan atento
- Puede ser, estaba pensando nada más
- En?
- En todo. Te parece poco todo lo que me paso en un solo fin de semana? Mi cabeza no da a basto
- No, te entiendo, pero me parece que no te tenés que hacer tanto problema por cosas que no valen la pena
- No estoy pensando en él, si es eso lo que crees
- Entonces?
- Es que no se, pasó todo muy rápido, de un día para el otro me peleé con mi novio de años, y al día siguiente ya estaba con otro - dije y sonrió desganado - encima tener por un rato a mi familia conmigo, que ahora se vayan y volver a estar sola
- No estás sola Ori, y lo sabes. Está Jenny, estoy yo, que sabes que con solo llamarme ya me tenés ahí...
- Sos tan lindo - lo interrumpí, mientras una sonrisa se apoderaba de mi rostro
- Si, si. Deja de hacerte la cabeza, pendeja - dijo, ignorando por completo mi comentario y yo asentí, por no llevarle la contra.- Yo manejo, tenés la cabeza en cualquiera - dijo mientras caminábamos por el estacionamiento
- Perdón? Vos pretendés manejar MI auto?
- Ay, MI auto - dijo en tono de burla, intentando imitarme - pero callate, te doy mil vueltas manejando
- Machista - me quejé y él rió, para luego pasar su brazo por mi cintura, acercarme a él, y besar mi cabeza con ternura.Le di la llave enseguida y me odié por ser tan débil, no era normal que un chico me pudiera tanto.
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Del Otro Lado
FanfictionTenía sus ojos café clavados en mí y juro que no existía nada mejor que esa sensación. Sonreí, algo tímida a medida que se acercaba, con seguridad, hasta el punto de chocar su frente con la mía. Sus manos se deslizaron desde mis hombros, recorriendo...