- El postre sos vos? - preguntó en mi oído, logrando sobresaltarme
- Que tarado que sos, me asustaste - me quejé, pegándole en el hombro con el trapo para secar los platos
- Tan feo soy? - preguntó riendo mientras se acercaba cada vez más
- Si, muy - contesté seca.Levantó una ceja, algo confundido y tuve que contar hasta diez para controlar mis ganas de partirle la boca. No podía tenerlo tan cerca y resistirme, era algo más fuerte que yo.
- Amiga, Agus quiere helado, tenés o querés que vayamos a comprar? - interrumpió Jenny, por suerte
- No, no tengo, pero te acompaño - dije haciéndole caras, dandole a entender que no me dejara sola con Julian por nada del mundo
- No, no te preocupes, me lleva Agus en el auto, ya venimos - dijo tan rápido que ni tiempo me dio de convencerla, ya que se fue casi corriendo del departamento.- En qué estábamos? - preguntó Julian volviendo a arrinconarme una vez que nos quedamos solos, acercándose tanto hasta que choqué contra la mesada y no podía retroceder más
- En nada - dije cortante y él rió
- Me estas esquivando o me parece a mi?
- No
- Entonces? Por qué estas tan cortada? Hace falta que te recuerde lo que pasó? - preguntó pasando sus brazos por detrás de mi cintura, abrazándome y pegándose a mí
- No, no hace falta - agaché la mirada y él me obligó a mirarlo, levantando mi cara con sus manos
- Qué te pasa Ori? - se lo notaba bastante preocupado
- Prefiero hablarlo después, más tranquilos - dije y él asintió con seriedad.Acercó de a poco su cara a la mía, como si tuviera miedo de mi reacción, viendo venir el rechazo. Apenas rozó sus labios con los míos corrí mi cara. Quería más que nada en el mundo volver a besarlo, pero no podía seguir jugando a esto, no estaba bien, y solo empeoraría las cosas. Apoyé mi frente sobre su hombro, cerrando los ojos con fuerza y mucha bronca, conmigo misma. Él solo bufó y rodeó mi cintura con sus brazos, sin decir ni una palabra.
Pasaron varios minutos en los que no se escuchaba más que nuestras respiraciones. Relajadas, para nada coordinadas con el ritmo de mi corazón, el cual estaba a punto de salirse por mi boca, o de explotar en cien mil pedazos.
- Perdón - susurré y lo único que hizo fue abrazarme un poco más fuerte.
Era muy consciente de lo mal que estaba estar tan cerca de él, pero a su vez no podía alejarme, me hacía tanto bien. Levanté la cabeza de a poco y dejé un sentido beso sobre el hombro en el cual estaba apoyada. Me sonrió con tanta inocencia que me dio ternura, lo cual complicaba más las cosas.
Nos separamos rápidamente cuando sentimos la puerta de entrada abrirse y las voces de los chicos invadieron el departamento al instante, cortando con el clima que habíamos formado a nuestro alrededor.
- Que hacían? - preguntó Jenny muy sonriente cuando entró a la cocina
- Secábamos - contesté rápidamente, dandole un disimulado codazo a Julian que había quedado muy colgado
- Eso, secamos - reaccionó, levantando un vaso limpio y mostrándoselo, siempre siendo tan obvio
- Ya veo - dijo sonriéndome, cómplice
- Y? Qué compraron? - preguntó él, cambiando de tema
- Agustín se encaprichó con el de dulce de leche granizado y tuve que darle el gusto - dijo de mala gana y ambos reímos - Dejá de comer, morsa, es para todos - agregó a los gritos
- Bueno yo voy antes de que el pendejo me deje sin comida - dije rápidamente, para zafar del momento incómodo.Obviamente Agus estaba ya tirado en el sillón con el helado arriba y la tele ya prendida. Me senté a su lado, apoyando los pies sobre la mesita y justo encontramos una película que recién empezaba. Jenny se acomodó del otro lado y Julian en el otro sillón, algo apartado. Según él, no tenía hambre, motivo para que festejemos, más helado para nosotros.
Si me preguntan de qué se trataba la película no sabría que responder, porque lo único que hice durante esa hora y media, aparte de comer, fue mirarlo a Julian, absolutamente todo el tiempo. De vez en cuando le sostenía la miraba cuando se daba cuenta, las demás veces me hacía la distraída, intentando disimular los nervios que me daba que me mirara de esa forma.
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Del Otro Lado
FanfictionTenía sus ojos café clavados en mí y juro que no existía nada mejor que esa sensación. Sonreí, algo tímida a medida que se acercaba, con seguridad, hasta el punto de chocar su frente con la mía. Sus manos se deslizaron desde mis hombros, recorriendo...