CAPÍTULO 48

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  Tuve que agarrarme del marco de la puerta para no desmayarme, ésto era real? Su pelo estaba extremadamente alborotado y tenía los ojos tan chinitos que por un momento dudé que los tuviera abiertos. Del resto no tengo palabras, llevaba solamente un bóxer, así es como solía dormir siempre. No era nada que no haya visto antes pero fue como, wow, qué estaba haciendo perdiendo el tiempo en el boliche?

- Limpiate la baba - murmuró serio, con la voz ronca, y terminé de fallecer - Qué haces acá?
- Te extrañaba - respondí sincera, encogiéndome de hombros
- Siempre en pedo eh, qué voy a hacer con vos?
- Dejarme pasar, lo demás lo vamos viendo - dije y se mordió el labio mientras negaba con la cabeza
- Pasa - largó junto con un suspiro, y eso hice.

Me paré atrás suyo y en cuanto cerró la puerta y se dio media vuelta, me colgué de sus hombros, sin darle tiempo a nada.

- Ori...
- Shhh - lo callé colocando mi dedo sobre su boca, sin dejar de mirarlo a los ojos en ningún momento.

No se cuanto tiempo estuvimos así, mirándonos sin decir nada. Me estaba volviendo loca, lo necesitaba tanto. Para qué dar vueltas? Me animé y ataqué su labio inferior con los dientes. Sus ojos automáticamente largaron chispas y yo sonreí victoriosa. Enseguida depositó sus manos en mis caderas y me pegó a su cuerpo, mientras yo lo besaba como si hubiéramos estado peleados una eternidad. Lo empujé torpemente hasta caer sobre él en el sillón, acomodando mis piernas a cada lado de las suyas.

Me dirigí a su cuello, comenzando a dejar besos y suaves mordidas allí, mientras sus manos ágiles se deshacían de mi ropa en cuestión de segundos.

Caí rendida sobre su pecho al cabo de un largo rato, y él solo acariciaba mi espalda mientras intentaba controlar su respiración. No se en qué momento me dormí pero cuando abrí los ojos me encontré con otro panorama, completamente diferente.

Estaba durmiendo en su cama, por primera vez, y él se encontraba a mi lado, pero de espaldas. Estiré el brazo por encima de su cuerpo hasta alcanzar su celular en la mesita de luz. Casi muero de amor cuando lo fui a desbloquear, tenía de fondo de pantalla la foto que le había mandado por whatsapp la noche anterior, la que estábamos abrazados y él durmiendo sobre mi pecho. Sonreí instantáneamente y luego de mirar la hora, lo dejé donde estaba.

No me llevó mucho tiempo acercarme y comenzar a dejar besos por toda su espalda y cuello, logrando despertarlo luego de unos minutos. Se dio media vuelta y automáticamente sonreí, era la persona más linda del mundo cuando estaba recién despierto.

- Buen día amor - susurré moviendo mi nariz contra la suya
- Mmm - dijo en tono de queja y me aparté un poco
- Qué pasa?
- Estoy enojado, no me digas amor - dijo cerrando los ojos y reí
- Amor, amor, amor, amor - retruqué con voz de bebe y una sonrisa se apoderó de todo su rostro.

Dejé un beso en la comisura de sus labios antes de volver a apoyar la cabeza en la almohada y suspirar.

- Vos me vestiste así? - pregunté mientras corría su pelo hacia un costado
- Sí - respondió serio y sonreí embobada.

Tenía una remera suya bastante grande y un bóxer suelto, cómodo.

- Si te dejaba como estabas no me iba a poder controlar cuando me despertara y te viera al lado mío
- No quiero que te controles igual
- Yo sí quiero, porque estoy enojado con vos, pendeja
- Igual... ayer no parecías tan enojado - dije riendo y él se mordió el labio
- Cómo voy a parecer enojado si te apareces así en mi departamento a la madrugada, qué querés que haga? Soy hombre
- A ver y por qué está enojado señor?
- Todavía preguntas? - me encogí de hombros y bufó - Estuviste toda la noche mandándome audios, borracha, en el boliche, con tu ex
- Para, para, qué? - pregunté levantándome de golpe
- Si, no se lo mandaste a Jenny, me lo mandaste a mi, "ay estoy con Benja"
- No dije eso estúpido
- Ah, no? Querés escucharlo vos misma?
- No
- Me explicas entonces?
- No pasó nada, solo me ayudaron a encontrar a Jenny, y después me trajo hasta acá porque estaba en auto y Maxi y Jenny me habían dejado tirada
- Ah te trajo hasta acá
- Si, me trajo a mi casa, qué tiene de malo? Y lo primero que hice apenas llegué fue venir a tocarte timbre, porque quería estar con vos, no con él, y porque me había quedado mal con la discusión de ayer a la tarde
-Yo también me quedé mal, pero no salí a emborracharme
- Es un reproche?
- No - dijo con seriedad.

- No quiero pelear con vos - murmuré abrazándome a su cintura y él dejó un beso sentido en mi frente
- Yo tampoco. No se por qué vivimos peleándonos por pavadas y reconciliándonos así - dijo y reí
- Es divertido.

Pasamos el resto de la mañana durmiendo, abrazados, como para no levantarse nunca. Me volví a despertar por su culpa, me estaba llenando toda la cara de besos, estaba en modo denso y no había forma de sacarlo de encima mío.

- Salí, pesado - me quejé entre risas
- Está la comida, gorda, aprovechá porque esto no pasa seguido - dijo y abrí los ojos de golpe
- Cocinaste? Vos? Esto es real?
- No me trates de inútil tampoco
- A ver, qué hiciste de rico?
- Fideos a la... manteca y queso - dijo divertido y largué una carcajada
- Sos un tonto Julian
- Mmm si, dale, levantate morsa
- Llevame - supliqué y rió.

En cuestión de segundos me tenía colgada de cabeza de su hombro, con sus brazos sujetando con fuerza mis piernas. Me dejó caer en la silla del comedor y dejó un beso en mi cabeza antes de sentarse a mi lado. La mesa ya estaba pronta, definitivamente no podía ser más tierno. La comida estuvo rica, no era algo muy elaborado pero le había quedado muy bien y por sobre todas las cosas, lo que valía era la intención.

Pasamos la tarde tirados en el sillón, mirando una película, aunque lo que menos hacíamos era mirarla. A eso de las siete mi whatsapp me empezó a atormentar. Jenny preguntándome qué había pasado ayer, si había sido real lo de Benja, y un par de cosas más. Obviamente después de putearla un rato, le conté todo. Y por otro lado Benja. Hacía mucho que no me escribía y me sentí algo rara cuando vi su nombre en la pantalla.

"Ori, no te quiero joder, pero ya que tenés mi camisa, estaría bueno que nos juntemos y hablemos"

Suspiré. Lo tenía a Julian dormido sobre mis piernas y mis ganas de remover el pasado eran nulas.

"No tengo nada para decirte Benja, pasa a buscar la camisa cuando quieras, pero lo otro no creo que valga la pena"

"Yo si tengo mucho para decirte, me alcanza con que me quieras escuchar. En una hora paso por ahí"

Me quedaba otra? No. A pesar de todo, después de tantos años de relación lo mínimo que podía hacer era escuchar lo que tenía para decirme.

"Está bien, nos vemos"

Le moví el hombro a Julian para despertarlo pero lo único que hizo fue aferrarse más a mis piernas.

- Juli, me tengo que ir - susurré y se sobresaltó
- Qué? No, no, te quedas acá
- Dale tonto, tengo algo importante que hacer
- Qué puede ser más importante que quedarte acostada haciendo nada con tu novio?
- Con mi qué? - prácticamente grité y él se encogió de hombros
- No soy tu novio? Porque vos si sos mi novia - dijo muy seguro, con una sonrisita que me derritió.  

Del Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora