Hola mis criaturitas:) Siento haver tardado en colgar el tercer capítulo de la maratón pero es que con mi marvada se me va el tiempo al cielo sin poder evitarlo:$ Este capítulo va dedicado a una muyaya con la que hablo por privado y es una delicia de persona que es @Ana_Girl_Criaturita y ya que me lo ha pedido yo no voy a ser menos y te lo dedico<3 Y ahora os dejo con el capítulo de la maratón que espero que os guste y disfrutéis.
PD: Al final la maratón será de cinco capítulos porque tengo que dedicar dos más a unas personas muy importantes:$
Like y fap<3
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*Narra Rubius*
Me desperté por la mañana con el sonido de la alarma perforándome al oreja sin dejarme dormir y seguir con el maravilloso sueño en el que llegaba el día en que volvía a estar al lado de ____.
Despierta
¿Qué coño quieres tú ahora?
¿Es que ya no te acuerdas?
¿De que?
Dentro de una hora has quedado con ____.
¡MIERDA!
Si no fuera por ese sexto sentido de que algo no va bien y que se me olvida algo me habría olvidado de que tenía que estar en casa de ____ dentro de una hora y por lo que veo me tendría que dar prisa.
Me levanté corriendo de la cama aun con el hormigueo en los pies y me di una ducha muy rápida intentando no partirme la crisma por el camino. Me vestí, desayune algo y me fui corriendo a casa de ____.
Llegué a su portal, subí las escaleras corriendo y en un abrir y cerrar de ojos de un chino (si un chino abre y cierra los ojos, siempre lo va a cerrar antes que tu siempre) ya me veía en el suelo con Mangel sobre de mi aplastando mis partes nobles.
Mangel: Joder Rubius, mira por dónde vas tío.
Rubius: Lo siento, es que tengo un poco de prisa.
Mangel: ¿Vas a casa de ____?
Rubius: Si, y estoy bastante preocupado porque no se que va a pasar.
Mangel: Joder, ni que os fuerais a liar a patadas como los de Esparta.
Rubius: No, me refiero a que no sé cómo va acabar nuestra relación. Estoy cagado, en serio.
Mangel: Tú no te preocupes, ya verás cómo te irá bien. Una pregunta, ¿Si vas tarde, porque te estás aquí hablando conmigo?
Rubius: Joder, es verdad. Luego hablamos Mangel, adiós.
Subí otro piso más hasta llegar a la puerta de la casa de ____. Toque el timbre sin bacilar ni dejar que el parkinson afectara en mis manos y a la que abro la puerta me caí de piernas al suelo con los ojos cerrados para no ver la reacción al oír lo que estaba a punto de decir.
Rubius: ____ perdóname, podemos volver a ser felices de nuevo juntos, te juro que nunca te volveré a fallar y créeme que nunca quise hacerlo. Te quiero demasiado como para que no te des cuenta. Por favor ____, hare lo que sea para que vuelvas a recuperar la confianza en mí.
Lucia: ¡____, te llaman! – Abrí los ojos y me encontré delante de mí a Lucia descojonándose de risa por la mini representación de un vagabundo que pedía limosna en la calle.
Rubius: ¿Ya me podrías haver cortado no?
Lucia: Quería ver como acababa esto. – Detrás de ella apareció ____ con nuestro hijo, Javier en brazos.
____: Hola Rubius…
Rubius: Hola ____.
____: Lucia, ¿Nos puedes dejar solos?
Lucia: Claro, me voy a dar una vuelta por ahí. Cuando hayáis acabado me llamáis, adiós. – Lucia se fue por la puerta y yo entre por ella, a lo que ____ cerró la puerta detrás de mí. Decidí cortar el incomodo silencio que se había creado en la sala.
Rubius: ¿Qué tal estas?
____: Supongo que bien. ¿Y tú?
Rubius: ¿Cómo que supones?
____: Pues que estos días estoy un poco de bajón, pero no es nada serio, no te preocupes. – Claro que me preocupo ahora que he hablado con Mangel y sé que estas así por mí.
Rubius: ¿Y eso? – Listo, ahora mismo he sido muy listo de verdad.
____: No tengo muchas ganas de hablar de ello. – Normal.
Rubius: Tranquila. Bueno, dime que tenías en mente.
____: Bueno, primero de todo. ¿Te gusta el nombre de Javier?
Rubius: Es bonito, ¿Por qué? – Le estoy metiendo unas bolas que no me lo creo.
____: Te gustaría que llamáramos así a mí, bueno, nuestro hijo.
Rubius: Me parece bien, le pega.
____: Me lo dijo Mangel pero a los dos nos tiene que parecer bien.
Rubius: Me gusta mucho, tranquila. – No sé porque pero creo que la confianza va aumentando por momentos.