Final de la historia de una escritora frustrada

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*Narra Rubius*

Lo primero que hice al escuchar a Mangel fue ir en busca de mi teléfono. Esto no podía quedar así, se había confesado y había dicho ser el culpable de la muerte de Lorena. Él había sido el asesino, el hijo de puta que destrozó a ____ por perder a su mejor amiga. La mirada de Mangel fue confusa.

Mangel: ¿Qué haces?

Rubius: Voy a llamar a la policía para que hagan justicia. No te vas a quedar de brazos cruzados e irte de rositas cuando acabas de decir que tú mandaste a Jenny a matar a Lorena.

Mangel: ¿Eres tonto? ¡Lo hice por que la veía sufrir! ¿Sabes lo que es ver como alguien tan puro y delicado como era Lorena intenta irse, intenta volver a donde pertenece, y tú no puedes hacer nada? Hay demasiada impotencia cuando no puedes hacer nada. - Las palabras no tenían sentido. Matar a alguien por suposiciones era como matar una hormiga y decir que era por que te había mirado mal. Por favor...

Rubius: No voy a permitir que te marches a casa después de esto. Mereces ir a la cárcel. Eres un gran hijo de puta, tío. Ya no te puedo considerar amigo, Mangel. No sé quién eres, te miro y no te reconozco. - Dejé de hablar cuando por el teléfono alguien de emergencias me respondió.

112: Servicio de emergencias, ¿en qué puedo ayudarle?

Rubius: Hola, llamaba por un supuesto caso de asesinato. Uno de mis amigos acaba de declararse culpable del asesinato de una amiga mía, llamada Lorena Fernandez. - Mangel se mantenía en la retaguardia, sentado en una silla mirando a sus manos. Por momentos quería colgar, pero luego recordaba todo el dolor por el que ____ pasó cuando Lorena murió.

112: De acuerdo, dígame sus datos, por favor, y los del supuesto asesino.

Rubius: Yo soy Rubén Doblas Gundersen, con el DNI 39482746J, y el asesino es Miguel Ángel Rogel, cuyo DNI no me sé. - Mangel me entregó su carné de identidad y lo tomé entre mis manos. - Ya lo tengo, es el 34281736Q. - Se escuchó teclear al chico de emergencias y un suspiro.

112: De acuerdo, dígame su vivienda. ¿El presunto asesino está con usted? - Afirmé y di la dirección. - De acuerdo, manténganse en casa y en cinco minutos la policía estará allí.

Rubius: Muchas gracias. - Colgué y miré a Mangel. - Mereces peor que la cárcel. Eres un asesino, he sido amigo de un asesino. Dios... - En unos minutos alguien llamó a la puerta y tras ella, dos agentes armados estaban parados. - Buenos días, agentes. Soy Rubén, quien ha llamado. Entren, él está dentro. - Los dos policías entraron y al ver a Mangel el nombrado alzó sus manos. Uno de ellos lo agarró y lo esposó.

Agente: Miguel Ángel Rogel, queda detenido por el supuesto asesinato de Lorena Fernandez. Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser usado en su contra. Si no puede permitirse un abogado se le asignará uno de oficio. - Yo observé todo en silencio y cuando ya tenían esposado a Mangel y él me miró, no supe qué hacer ni decir.

Mangel: Lo siento, ojalá algún día me perdones. - Se lo llevaron y yo me quedé solo en casa, esperando a que Lucía y ____ volvieran de a saber dónde. Pasaron horas, haciéndose de noche, cuando volvieron.

____: ¿Y Mangel? - Sus ojos estaban rojos del llanto y eso me partió el corazón en pedazos. Al pensar en mi 'amigo', todo empeoró.

Rubius: En comisaría. He llamado a la policía y les he contado todo. Tienen que encerrarlo, no puede quedar impune de lo que hizo. - Los ojos de ambas féminas se abrieron de par en par.

____ y Lucia: ¿Qué?

Lucía: ¿Cuándo sabremos algo?

Rubius: Supongo que en un par de días recibiremos noticias del caso. Solo quiero que pague por lo que hizo. Mangel ha dejado de ser mi amigo, ya ni siquiera es alguien conocido. Me duele muchísimo todo. Es horrible. - ____ ni siquiera se acercó a consolarme y eso fue peor que cien puñaladas. Debíamos consolarnos en los brazos del otro, no ignorarnos como desconocidos. Mi mujer, mi vida al completo, me estaba ignorando. Entendía que pudiera estar sufriendo por lo de Lorena, pero ahora más que nunca la necesitaba. Necesitaba un abrazo suyo, de los reconfortantes, de los que te dicen "estoy igual de mal que tú pero haré todo por hacerte feliz". La miré suplicante, como nunca antes había hecho, pero ella siguió lejos. Lucía trató de aligerar el ambiente.

Meet the Rubius IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora