Cap 5: "Pero..."

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La señora Colt no paraba de parlotear de la higiene personal cuando inicialmente hablábamos de la Ilustración del siglo XVIII en clase de Historia.

Arrugue el entrecejo al escuchar y observar la rara combinación de dichos temas, sin embargo no podía reprimir una que otra sonrisa mientras me dedicaba a observarla desde la esquina del aula de clases junto a la ventana la cual vigilaba constantemente por precaución, lo que ya era una vieja costumbre.

Aún faltaban unos cuantos minutos de clase antes de salir al almuerzo, cosa que me aliviaba, el THDA empezaba a surtir efectos luego de pasar alrededor de una hora en una incómoda silla de madera. Pase mí mirada una y otra vez por las paredes pintadas pulcramente de blanco buscando distracción alguna, me detuve en la ventana y observe atento la gran bóveda celeste. Al parecer el radiante sol de la mañana había cediendo ante las grises nubes que probablemente anuncian una linda llovizna.

De repente la campana resonó en el interior del aula sacándome al instante de mis preocupaciones climáticas. Recogí mis pertenencias para luego dirigirme a la salida y observar minuciosamente a la cabellera rubia que se perdía ágilmente en la multitud, empecé a seguirla a una distancia prudente. No quería perderle de vista.

Al llegar a la cafetería me detuve. Él se había dirigido a una de las mesas más apartadas del lugar, se sentó y se dedicó a disfrutar de su almuerzo. Me dirigí a él de inmediato.

Parecía que el chico vivía en su propia "burbuja de confort", todos los días aplicaba la misma rutina. Salía de clases, se dirigía a la cafetería, comía lo mismo en el mismo lugar, por lo que no me sorprendió que estuviera en su segundo sándwich de pollo con media lata vacía de Coca-Cola. Ya hace rato lo vigilaba de cerca por lo que había memorizado cada uno de sus comportamientos.

-Mark, hola-saludé formalmente al encontrarme frente al rubio.

-Nico-el correspondió pero de una manera más risueña demostrando su buena actitud que lo dominaba la mayor parte del tiempo; además de que lo consideraba como uno de mis compañeros más cercanos, y cabe agregar que es el único-¿Me acompañaras di Ángelo?

- Claro-respondí al instante.

Pasamos un largo rato, lo que fue casi todo el almuerzo, hablando de cualquier insignificante tema que cruzara por nuestras mentes no tan despreocupadas.

Sin embargo, había algo que estaba fuera de lo común, el presentimiento incomodo como el hecho de que te estuvieran vigilando de una manera no tan discreta me abarcaba desde el momento en el que llegue a pisar el suelo de la secundaria en la mañana, lo que parecía realmente extraño. Pues los ataques de monstruos se presentaban muy raramente además de que estaba el hecho de que era sumamente cuidadoso en ese sentido.

Pero eso no fue lo suficiente como para bajar la guardia. Esto me ponía cada vez más nervioso. Frotaba constantemente el anillo de plata que adornaba mi pálida mano y recorría el lugar con mi vista una y otra vez con el objetivo de encontrar algo fuera del contexto escolar, pero no lograba descifrar nada. Ninguna de estas acciones pasó desapercibidas por Mark.

-¿Nico?-me llamo algo confuso-¿Oye Nico, estas bien?-sonaba preocupado.

-Lo siento...solo creo estar algo distraído...

-¿Algo?-frunció sus doradas cejas-Estas demasiado distraído. -corrigió-Es más, pareces paranoico-agrego.

-Está bien, lo que digas...no importa-murmure lo último, no quería preocuparle.

-Nico...-Hades, que chico tan insistente.

-Mark...

-No es gracioso di Ángelo.

One Shots: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora