Cap 22: Detesto los diminutivos

334 10 2
                                    


El timbre nuevamente resonó en el la preparatoria y las salidas fueron concurridas por miles de estudiantes conmocionados y eufóricos que buscaban la libertad que se retenía en esas cuatro blancas paredes, así fue el caso de Peter McLean quien solo introdujo las manos en su chaqueta con el objetivo de encontrar las llaves de su motocicleta y huir a la comodidad de su apartamento en las afueras de la ciudad.

Sin embargo, su gran sueño fue interrumpido por una cabellera rubia que se acercaba a gran velocidad.

- ¡Pet! - exclamo la voz de la chica casi sin aire-Me preguntaba...

-Camille, -interrumpió el hijo de Afrodita con algo de paciencia- te recuerdo que detesto los diminutivos, por lo que por favor evita usarlos. Al menos conmigo.

Camille Johnson, una rubia de piernas largas y ojos claros, se sonrojo mientras soltaba una sonrisa nerviosa y coqueta; Peter arqueo sus cejas sutilmente. Cabe destacar que ella era chica la provocadora de toda la preparatoria y eso, era una forma respetuosa de llamarla.

-Lo siento- una sonrisa más bordeada de un intenso lápiz labial rojo- No puedo evitarlo...yo solo me preguntaba si me podías acercar a mi departamento, solo por esta vez- los claros ojos se agrandaron en un nefasto intento de ojos de cachorrito bajo la lluvia, Peter, una vez más, respiro profundamente antes de dar su respuesta.

Siendo la anterior no tan necesaria por la siguiente chica que venía en camino.

-Peter- ella venia concentrada en su móvil por lo que no noto la presencia de cierta rubia que incomodaba al castaño de ojos variados- ¿Podemos pasar por la casa de la madre de Percie? Debo recoger un bote de galletas recién horneadas con chispas extras azules antes de que se ponga histérica y me envíe un Pegaso asesino- todo esto lo mencionaba con su rostro aun centrado en la pantalla del aparato que ocupaban sus manos.

-De seguro tendrás que esperar un rato más Valdez-respondió con indiferencia Camille junto con sus brazos postrados en su pecho y una mirada superficial- Pet acordó llevarme a mi primero y, además, deberías dejar esos ridículos comentarios.

Lea Valdez finalmente elevo su rostro dejando unas intimidadles esferas marrones que brillaban con diversión como si hubiese bebido diez tazas de café con extra de azúcar.

-Claro, por supuesto- elevo sus manos al cielo con una expresión llena de sarcasmo e ignorancia- Dime Johnson, ¿Cómo no lo pensé antes? - sus manos se postraron en su cintura y miro fijamente a la rubia con una gran sonrisa.

-Yo...yo...yo iré por la motocicleta- menciono el capitán de la cabaña diez cuando ya notaba la tensión en el aire, luego se marchó con dirección al parqueadero dejando a las dos jóvenes quienes se encontraban en un duelo de miradas la que por supuesto, la hija de Hefestos mantenía bajo control. Su sonrisa ladina solo confirmaba.

Cuando él ya se hubo alejado lo suficiente Camille nuevamente sonrió socarronamente, pero esta vez sin ningún deje de belleza en ella. La latina solo reacomodo su postura aun con su sonrisa traviesa en sus labios brillando como fuegos artificiales.

-Escúchame atentamente Valdez- un delgado dedo de la rubia golpeo el pecho de la rizada- Aléjate de MI Peter y consíguete el propio. Tal vez encuentres un taxi si te paras en esa esquina y nos dejas solos.

- ¡Oh Dioses! - exclamo la mestiza entre unas carcajadas ahogadas- Resultas tan divertida como patética...- la contraía solo frunció su ceño molesta- Tal vez tu deberías buscar un taxi, posiblemente halles uno si exhibes lo que tu llamas atributos, cariño- las mejillas de la rubia se colorearon de escarlata.

Para ese entonces, una motocicleta totalmente negra con detalles rojos y blancos se detuvo cerca de ambas chicas con un suave ronroneo digno de un poderoso motor.

Peter se sacó el visor del casco con una espléndida sonrisa y le tendió uno similar a Lea quien lo tomo gustosa mientras observaba superficialmente a la rubia de ojos claros.

-Por cierto, Camille- susurro Lea lo suficientemente bajo como para que ella la escuchara-A nadie le van las chicas como tú- le guiño un ojo y justo a tiempo el vehículo arranco para llegar a las anheladas calles.

.0.0.

Si desean una sugerencia no duden en dejarlo en los comentarios.

-All the love-

One Shots: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora