Cap 37: Debes cuidarla, Jackson.

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Cuando Nico abrió la puerta se encontró con el hijo mayor de Percy Jackson por lo que se llevó una decepción al darse cuenta de que no era su domicilio. Por supuesto, su visita no le agradaba, pero era la cita de su hija, su única hija, por lo que Will ya le había dado la charla sobre padres sobreprotectores.

Como si él lo fuera.

Nico bufo al recordar el ceño de Will mientras parloteaba por toda la habitación.

El Príncipe del Inframundo regresó su vista al frente y noto como la oscuridad luchaba por salir para cerrar la puerta de un golpe, Luke solo lo observaba aterrado desde los escalones listo para huir del lugar.

El mayor lo dejo pasar a regañadientes pues de lo contrario, estaba seguro de que Will lo mandaría a dormir al sofá y el no quería dormir en el sofá después de lograr una noche a solas con su Solecito.

—Entra Jackson, —dijo resignado—Bianca saldrá en unos minutos.

En la sala, se encontraba Will Solace en toda su grandeza. Abarcaba un sillón completo, su cabello hecho un desastre y el uniforme aplastado bajo su peso mientras dormía profundamente.

Nico observó al muchacho en silencio buscando un poco de comprensión.

—Espérala en la cocina, por favor—pidió y luego se dirigió al rubio para quitar sus zapatos— ¿Puedes poner la cafetera?

—Sí, señor.

Nico asintió dándole a entender que podía continuar por su cuenta.

Por supuesto, Luke sabía dónde estaba todo. Desde niño, pasaba las tardes enteras con los Solace-di Angelo, ya sea porque sus padres no estaban en casa o por mero gusto, por lo que siempre tuvo una relación bastante cercana a la pareja, incluso con Nico. Sin embargo, desde que comenzó a salir con Bianca, la relación adquirió una apariencia tensa. Lo que era de esperarse.

Luke intento contener los hipocampos voladores que Bianca hacía aparecer en su estómago desde que él tenía quince años. No era estúpido, por lo que rápidamente supo que había caído hechizado bajo esos ojos azul cielo.

Nadie lo sabía, a excepción de su melliza, a quien nunca ha sabido ocultarle algo, pero, todo se complicó al enterarse de que despertaba mariposas esqueléticas en el estómago de Bianca.

Sus primos también lo notaron al ser partícipes de la tensión que ambos pelinegros formaban cada vez que estaban en un mismo sitio. Ellos también guardaron el secreto.

Tanto Bianca como Luke trataron de pasarlo por alto, eso empeoro la situación en grandes magnitudes a tal punto, de un distanciamiento indefinido por parte de ambos.

Si Luke estaba, Bianca no. Si Bianca estaba, Luke no.

En un punto de quiebre, Percy y Will lo notaron, hablaron con sus respectivos muchachos y la verdad surgió como un volcán destructor. No había nada de malo, ambos padres lo sabían, por lo que se lo dieron a entender a los más jóvenes.

Finalmente, luego de luchar por casi dos años contra mariposas e hipocampos, Bianca y Luke se besaron luego de un Captura la Bandera a las orillas del lago de canoas en medio de la noche.

Por ello, Luke hacía café en la casa de sus suegros mientras uno de ellos dormía y el otro irradiaba un aura asesina por ser un padre celoso.

Luke sonrió ante la suerte que tenía.

Su tranquilidad se fue al escuchar un gran impacto desde el segundo piso seguido de una exclamación: —¡Dad!

Sin duda, era Bianca. El mayor de los Jackson salió en un solo trote con el colador y el tarro de café en mano como si fuera una excelente arma contra monstruos.

One Shots: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora