Cap 20: Cuerdas Rasgadas

356 10 2
                                    



Las gruesas cortinas abandonaron su lugar habitual dejando entrar torrentes enteros de la bendición de los dioses, la magnificencia del sol en las últimas horas de la tarde o también conocida como "La hora Azul". La sala entera se ilumino hasta el último rincón lejano dando brillo extra a la fina madera de cedro y realzando la uniforme habitación blanca; las sillas talladas, ya ocupadas y en su mayoría por los mayores, apuntaban a una sola dirección, el pequeño escenario ya completo.

La tarde primaveral acompañaba a los trajes de paño en tonos oscuros y los suaves bordados en hilo de lino en tonos dulces, los delicados mechones de pelo en su gran variedad de colores se encontraban ataviado por pinzas en gemas o sujetos con perlas, sin contar los rizos rebeldes que se escapaban de órdenes dadas por manos de artistas.

La primera nota resonó; firme y casi inaudible silenciando toda conversación por debajo de las largas faldas...la siguiente; un lastimero rasgado junto a la dulzura del primero; la tercera, un toque realizado por las propias musas de inspiración en las bellas artes...

Las cuerdas rasgaron, las teclas lloraron y los dedos se quebraron...

Las espadas chocaron nuevamente, las chispas saltaron...y el metal se fundió hasta su inexistencia; las cuerdas se tensaron y silbidos llenaron la noche, el enemigo cayo y su sangre se derramo, los gritos de victoria corearon la luna y las ordenes fueron anonadas en las profundidades... de nuevo; choco una espada más y el dolor se intensifico, ella se lastimo y en los brazos de su amado cayo. Borrones de recuerdos los asaltaron; todo culmino en un abrir y cerrar de ojos el último suspiro su pecho elevo.

Furia, ira, coraje, melancolía, dolor, desgarro, venganza y el deseo a muerte lo lleno.

Las chispas saltaron una vez más hasta que la muerte cobro su precio quien feliz él pago.

Las puertas cruzaron y ambos el paraíso encontraron como un lugar ya destinado donde la felicidad los recibió como una vieja amiga.

El violín una última vez lloro y el piano una última nota toco, el resto acompaño los suaves aplausos que la tarde desbordaron.


(...)

Probablemente este sea uno de los peores sin embargo, fue agradable escribirlo.

PSD: No me quiero ir señor Stark

PSD 2: ¡¡DIOSES OLIMPICOS!! SOMOS MAS DE 3K...muchas gracias a todos por su apoyo constante.

-All the love-

One Shots: Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora