Mis manos reaccionaron antes de darme cuenta. El filo de Contracorriente se encontraba sobre el cuello del hombre, él solo se limitó a levantar sus manos en un intento de tranquilizar la situación y me observo con sus turbias esferas marinas reflejantes de una calma impresionante.
Solté el aire que tenía atrapado en mis pulmones. Poseidón hablo luego de sentarse a mi lado.
—Deberías estar en la cama.
Por un momento pensé que la furia inundaría su rostro pues sabía que ser recibido con una espada mortal en el cuello no es muy cortes, menos si se trata de un dios. Pero, continuo con su expresión de siempre.
—Últimamente, mi cuerpo parece ignorar sus necesidades básicas—conteste. Mire mi espada, el bronce celestial centellaba bajo la luz de la luna y, de un movimiento, se convirtió en un bolígrafo corriente. Me dirigí al señor de los mares—Lo siento, padre.
—No te preocupes— zarandeó sus manos sin importancia. Me pregunte, si de alguna forma él entendería y como respuesta, el salitre del mar pareció intensificarse. Contuve la respiración de nuevo— Son las tres de la madrugada Percy—reprocho después de unos segundos.
—No logré conciliar el sueño— bostecé con pereza—De seguro solo es por hoy.
Mi padre me miro intensamente y ensancho su sonrisa con un brillo en sus ojos.
—No tengo las habilidades de Apolo, pero sé que no has dormido en por lo menos...—entrecerró sus ojos como si tratara de ver mis pensamientos— Tres semanas, tal vez más—Casi caigo de bruces a la playa. Me sorprendí, no podía ser tanto tiempo, ¿O sí? Poseidón continuo—También sé que evitas tocar tu comida y entrenas hasta el cansancio.
Agache la mirada y note como se formaba un nudo en mi garganta.
De inmediato, el sonido del oleaje se suavizo y la brisa menguo. Mire al frente y el mar parecía un gran charco sin ningún movimiento.
—No te preocupes padre— hable con una ligera sonrisa— Estoy bien.
Poseidón soltó una carcajada y de nuevo el mar siguió su curso al chocar en la playa, esta vez con más fuerza.
—Se cuándo una sonrisa es falsa, hijo— tomo mi hombro en un ligero apretón— Es grosero mentir a tu padre. ¿Cómo es que no has perdido la razón?
—Lo preguntas después de tantos años, papá— conteste despreocupadamente ocasionando que su ceja se arqueara con el rostro fruncido ¿Abre ido demasiado lejos? Opte por disculparme— Perdona, de nuevo.
El señor de los mares sonrió, pero sus ojos se cargaron de melancolía, ahora entendía.
El suspiro: —No debes ofrecer disculpas. Menos a un viejo como yo.
Nos quedamos en silencio por un largo rato con la suave brisa marina de acompañante.
—Cuando apenas naciste, me escabullí en tu habitación justo después de la media noche—sus palabras lograron captaron mi atención y al observarlo, sus ojos parecieron viajar por el tiempo— no lo sabía, pero, tú estabas despierto.
De nuevo, mi padre me sonrió.
—Eras tan pequeño— volvió a mirar hacia el ancho mar—pero, aun así, mirabas con esos grandes ojos el rostro de tu viejo padre y en ese instante, el mar bramo con orgullo al reconocer a uno de los suyos— su rostro se había iluminado levemente, extasiado, pero luego, se oscureció—te sostuve y por un momento temí que rompieras en llanto, pero no lo hiciste... sostuviste mi mano y regresaste al sueño.
El parecía tocar aquel recuerdo, como si realmente fuera importante. Luego me pregunte ¿Si era tan importante, como nos dejó a mi madre y a mí?
Una sombra se posó bajo los centelleantes ojos de Poseidón.
—No quise abandonarte, —me sobresalte, ¿Los dioses lograban leer el pensamiento? —pero, sabia el destino que te había deparado en este mundo—miro por un momento el cielo y sonrió como si lo estuvieran mirando— Zeus me advirtió, muchas veces.
Un trueno resonó en la distancia logrando que soltara una carcajada. Luego su sonrisa desapareció y el mar respondió ante su melancolía revolviéndose con violencia ante nuestros pies.
—Me vi obligado a dejarlos—susurro—Ambos sufrieron—apretó sus manos en puños— No podía hacer mucho más que solo observar y ver cómo los años pasaban.
Entendía a mi padre.
Por ello no dije nada, no había nada que decir.
Los ojos del dios se perdían en el mar, a lo ancho de sus dominios. Parecía que miraba más allá de ese momento y me pregunte, ¿Qué pensaría un inmortal al ver el inicio de un día que, para él, seria eterno? El perfectamente podría olvidarse de este momento dentro de un par de años. La vida nunca acaba para un dios, no tienen prisa al terminar una carrera que finalmente todos los mortales perdemos pese al esfuerzo... recordé el Concejo de los dioses cuando la Primera Guerra había acabado, el terror en los ojos de Annabeth cuando la inmortalidad se me fue ofrecida ¿Qué habría pasado? ¿La guerra contra Gea habría sido distinta? ¿Habría podido ayudar aún más a mis amigos? ¿La caída al Tártaro... habría sido distinta? ¿Y si hubiésemos podido localizar más rápido a Nico? ¿O, habrían disminuido los múltiples enfrentamientos? Sabía que la decisión tomada había sido la correcta, pero... aun sentía que mis esfuerzos eran totalmente inútiles.
—Percy— dijo con una voz calmada sin dejar de observar el horizonte, mi mente pareció tomar un respiro pues sentía ahogarme en mis propios pensamientos—estoy tan orgulloso de ti, hijo mío.
Lo mire, pero mis ojos comenzaban a picar. Los aparté tan rápido que mis huesos se quejaron y un nudo se instalo en mi garganta.
No era muy bueno con los cumplidos.
—El más grande héroe de la historia, —pauso un momento— es mi hijo.
Me tomo de los hombros y dio un suave apretón ¿Los dioses podían leer el pensamiento?, pregunte de nuevo.
—No solo un héroe...— prosiguió— un gran hombre.
Y me abrazo. De inmediato, el olor a salitre me cubrió por completo.
—No debes dudar, Perseus—murmuro— Jamás debes dudar de ti.
No sabía que necesitaba de mi padre hasta ese momento. Ahogue un sollozo contra su hombro. Poseidón afianzo su agarre.
—No te dejare de nuevo, Percy.
Mis manos agarraron con desesperación su camisa y continúe sollozando contra el cuerpo del dios de los mares.
*°*°*°*°*°*°*
Buenas buenas... espero que todavía encuentre personas por estos lugares tan abandonados.
Lamento, de nuevo, todo el abandono, pero, volví.
Como los quiero tanto a todos, por favor laven sus manos y cuiden de sus familias y de si mismos. Pronto disfrutaremos de clases presenciales (:"D) (OkNo) y de poder salir a las calles. Tengan un poco de paciencia y seamos responsables. A los que pasan momentos difíciles, tened esperanza.
Pronto el cielo se pintara de arcoíris.
-All the love-
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One Shots: Percy Jackson
FanfictionAventuras y relatos de los jóvenes Héroes del Olimpo donde se verán envueltos en situaciones tan corrientes como las de un mortal o en algunas tan complejas como, lo relacionado a su ascendencia divina. Para aclarar, los personajes son propiedad del...