Un idiota poético

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— Bueno — suspire agotada — creo que hemos terminado.

Pasados tres días había estado reuniendo cosas de mi casa para su habitación, traje flores naturales, muchísimas, cuadros, manteles, incluso peluches, todo lo que consiguiera para decorar como se lo prometi a la señora Pattie, habíamos estado los tres, si, incluyendo a el súper chico malo Bieber, horas trabajando en esto, llegamos al hospital del colegio a las 4 y estábamos aun a las 10pm ahí, negociamos hoy con el médico para para que nos diera más tiempo y valió completamente la pena, Ella nos guiaba desde su silla y Justin y yo ubicabamos todo a sus pedidos.

— No saben — dijo — lo importante que es esto para mi — sus ojos se cristalizaron y sonrió grande — se ve increible, se parece... — miró alrededor — se parece a nuestra casa... — posó sus ojos en su hijo.

Vi como él se tensó y su mirada alegre se oscureció un poco, me acerqué y me puse de puntitas para besar su mejilla, él rodeo mi cuerpo con su brazo y besó mis labios, ahora la tensa era yo, no lo esperaba, pero él parecía tan feliz de haberlo hecho que luego besó también mi frente.

— Ella es maravillosa, y una patada en el trasero — habló el castaño, frunci el ceño y él soltó una carcajada al igual que su madre, mi boca formó una perfecta 'o'

— Me siento traicionada — toqué mi pecho dolida — No lo esperaba de usted señora Pattie.. Y me lastima.

Volvieron a reír.

-.-

— Que gracioso... — susurré.

— Ustedes se ven hermosos juntos chicos — soltó la ojiverde — Justin, no seas un jodido idiota y lo arruines — ahora él parecía ofendido, Sonreí victoriosa.

— ¿Sabes? — él me señaló — esta niña es malvada, no todo es mi culpa.

— Yo soy un ángel — me defendí — y tu madre es sabia por notarlo.

Él quiso volver a hablar pero nos interrumpieron.

— Chicos — el doctor abrió la puerta rápido y se acercó a nosotros — es hora de que ella descanse — ha sido mucha emoción por una tarde, ya mañana podrán regresar.

Asenti y corrí a ella para abrazarla tan fuerte como era posible sin lastimarla.

— Mañana le traeré unas lindas sorpresas, le gustaran mucho — besé su rostro — nos vemos

Justin se acercó e imitó mi acción, le dijo que la amaba y que seguiríamos luchando con ella, el médico nos hizo salir, nos despedimos como de costumbre con la mano y fuimos al pasillo.

— Hey — nos detuvo antes de comenzar a caminar — chicos, mañana le pondremos más tratamiento a Pattie, por eso no deben mantenerla muy ocupada, ella necesita recibirlo todo.

— Claro — dijo el canadiense.

— Y — siguió el pelirrojo — veo lo que estás haciendo por ella chica, y anímicamente eso vale oro, por si no lo saben el sistema de defensa del cuerpo trabaja con emociones, si la mantienen fuerte será más fácil para ella soportar esto, pero no olviden que su estado es sumamente delicado, no les quiero quitar las esperanzas pero yo siendo ustedes no — levanté mi mano

— Ella estará perfecta, se lo aseguro, los milagros existen — Sonreí, el se mantuvo en silencio unos segundos y luego suspiró.

— Descansen — respondió para marcharse.

Justin se giró hacia mi y enarcó una ceja.

— Antes que digas algo, te invito a comer la mejor pizza de tu vida, te recuerdo que hay partido el sábado y debes estar fuerte — pique su abdomen con mis dedos, pero no resultó — rayos — hice puchero — ¿por qué eres así? Deberías ser gordito para poder pellizcarte, no ser  tan...perfecto... — me queje, el rió gravemente y tomó mi rostro entre sus manos.

— Debes admitir que te encanta — acortó la distancia — además, no me esfuerzo, es natural — giré los ojos y él volvió a reír para luego besarme, me pegó a su pecho y como en los viejos, no tan viejos tiempos, me acorraló contra la pared.

— Me gusta tenerte asi — susurró sobre mi boca — solo para mi.

— ¿Por qué te encanta hacerme esto? — pregunté ante su enorme obsesión con siempre tenerme de esta forma, sin salida.

Él sonrió ampliamente .

— Porque no te dejaré ir, te necesito en mi vida, y no me importa lo demás, eres tan fastidiosa, insistente, molesta, estresante y metiche que eres — se detuvo un poco — justo lo que necesito — completó.

— Te quedas — empuje su pecho — sin pizza.

Sus cejas subieron por la sorpresa.

— ¿Digo lo más profundo y sincero de mi vida y tú no lo valoras? Definitivamente no entiendo a las mujeres.

Volvió a pegarse incluso más que antes, rodee su cuello con mis manos y uní nuestros labios .

— No necesito comida, tu ya eres mi adicción — finalizó con sonrisa de Romeo

Giré por segunda o tercera vez los ojos, era un completo idiota el 99% del tiempo, el otro 1% era un idiota poético.

¿Chico Malo?  [Justin Bieber Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora