Varios días pasaron después de esa noche, al menos unos tres, había ido al instituto y había hablado con Camila sobre eso, yo sabía exactamente que me diría, pero aún así solo necesitaba decírselo a alguien que no fuera mi almohada o peluches, por alguna extraña razón ellos no respondían.
Fui al instituto pero en ningún momento lo vi, ya saben a quién me refiero, a Justin, odiaba que se desapareciera de esa manera, pero al mismo tiempo agradecía pasar esos días tranquilos, sin alguien que pusiera mis nervios de punta como él. Sin embargo, todo esto duró poco, caminaba rápido a mi casa, huyendo de Andrew que a lo lejos me gritó que me acompañaría, al llegar tire mis cosas en la sala y subí a mi habitación, al entrar en ella me desvestí y pasé al baño a tomar una larga y deliciosa ducha, Dios, la necesitaba demasiado.
Justin había hecho lo mas loco y "romántico" que jamás había hecho por nadie, aquel día cuando _____ había dejado las llaves olvidadas en el café le sacó copias, así que entró muy fácilmente y se escondió bajo su cama, sabía que debía disculparse con ella, y sabía que debíaa dejar de ser tan jodidamente idiota y comportarse como alguien que realmente quiere conquistar a una chica, escuchó a lo lejos sus pasos y finalmente esperar tantas horas valió la pena, ella entró en la habitación, dio unas cuantas vueltas y se dirigió al baño, segundos despues abrió la ducha, si, ya podía salir, dejó su escondite y se aseguró de que todo lo que había acomodado en su patio trasero siguiera tal cual, además el pequeño amiguito que lo acompañaba estaba dormido, gracias a Dios, sino, ya habria sido evidente.
Bieber sacudió su ropa y miró su reflejo en el espejo, se veía bien, bueno, tan bien como podía verse luego de ocultarte por horas tragando polvo y respirando racionalmente el poco oxígeno que hay a disposición. Se cerró el agua y sabía que ____ saldría en segundos, dio un último vistazo a todo e hizo lo de siempre, actuar indiferente.
Envolví mi cuerpo en una toalla y escurrí mi cabello en la ducha, si me vestía rápido no haría demasiado desastre, bien pensado ____, eres increible, lo se, lo se, salí del baño y grité increíblemente fuerte, tomé con fuerza la poca tela que me cubría y me giré para taparme los ojos.
Mierda, mierda, mierda, ahora incluso alusino con él, estoy enferma.
- Tengo el presentimiento que en China no lograron escucharte, solo digo - habló.
Genial, y de paso tenía diálogos propios ¿qué pasa contigo cabeza? Doy lastima.
- No debí comer pizza en la madrugada, lo se, no me atormentes cerebro - supliqué para mi misma.
Escuché un suspiro.
- "Hola Justin ¿cómo estás, cómo va tu vida?" - soltó con voz femenina - es lo que diría alguien normal.
Apreté los ojos.
- Tranquila, es imposible que sea él, estás demente, todo esta en tu mente - hablé conmigo misma.
Una risa resonó.
- ¿ah si? - pasos se acercaron a mi - algo ficticio podría... - apartó lentamente el cabello pegado a mi cuello y lo besó - hacer esto? - rodeó mi cuerpo con su brazo y me pegó a el suyo - o esto?... O tal vez - besó mi hombro - esto?
Mi cuerpo tembló, y solo ahi supe que si era realmente él, disculpen mi retraso mental, pero deben entenderme, este hombre juega con mi mentalidad y la hace mierda siempre.
Lo empujé fuerte y pasé de él.
- Te denunciaré, esto tiene que ser ilegal, nada ni nadie te da derecho a meterte en mi casa cuando te viene en gana ¿quién te crees que eres?! Estás LOCO amigo, debes ser psicópata o algo así, conseguiré una orden de restricción, lo juro - caminaba por toda mi habitación mientras movía mis manos como desquiciada, bendita sea la toalla que me cubre, no se como no estoy desnuda.
Bieber resopló cansado y me detuvo, tomó mi cara y me besó tan repentinamente que no pude ser hablando, lógicamente, me hizo retroceder hasta pegar mi espalda a la pared y presionó mi cuerpo para impedir algún movimiento, señor Jesús, esto es pecado, pero cómo me encantaba este hombre, me tenía tan mal que me daba verguenza, nuestros labios se movían a la perfección y con el pasar de los segundos cedí y rodeé su cuello con mis manos, si, les dije, doy lástima.
Nos separamos para recuperar algo de aire y el alzó una ceja complacido.
- De haber sabido que así te callarías lo habría hecho a los dos segundos de conocerte.
Maldito idiota, meditaba cómo asesinarlo en ese momento, pero un ladrido hizo que mis pensamientos de congelaran,
él sonrió.- Saluda a Mike.