— Diablos — susurró lulu al ver nuestras quemadas — mocosos estúpidos — giró los ojos — ¿acaso ese café estaba en llamas? No había visto algo así en años.
— Miró al chico — ¿ no te importa tu lengua? apuesto que ya no tienes sensibilidadReí un poco, podría ser irónico, pero el mal humor de la enfermera me hacia relajarme, estaba aún muy, muy molesta, dejando del lado lo del beso, que ya pensándolo mejor supongo que es normal que pase, me enfurece la actitud de Justin, cree que es mi dueño y me molesta que pretenda prohibirme cosas, prometo que cada vez que quiera que haga algo haré lo contrario, la molestia que sentirá no se compara aún con la mía.
Ambos estábamos sin camisa y solo agradecía estar usando la mejor ropa interior que tenía, blanca con lindo encaje, la enfermera pasaba la crema anti quemaduras y yo suspire, dolía bastante. Sentía la mirada de aquel muchacho sobre mi y en este preciso momento no me importaba, lo único que quería era que terminara de curarme y volver a clases.
Al terminar conmigo me pidió que me acostara en una de las camillas mientras atendía al chico.
— Auch! — se quejó cuando lulu comenzó.
— Callate — respondió — esto te enseñará que el café a esa temperatura es un arma.
Pasados 15 minutos ya ambos estábamos vendados.
— Mañana podrán quitarlo, por hoy dejenlo ahí, y usarán esta crema hasta que ya no haya mancha — nos pasó unos recipientes a ambos — esperen que les haga los justificativos para que puedan irse
Nos dio una última miraba y se giró para salir de la pequeña salita a donde estábamos e ir a su oficina.
— Que manera de conocernos — habló.
— Si, como sea..
Él pareció pensarlo un poco y luego extendió su mano.
— Soy Andrew, y en serio, lamento mucho esto.
Enarque una ceja y después de dudarlo un poco acepté su saludo.
— Soy ____ y no te preocupes, fue mi culpa.
Estuvimos unos instantes en silencio, supongo que el esperaba que yo hablara o le preguntara cosas, y como no pasó prosiguió.
— Soy nuevo — comentó sentándose en la camilla — y buscaba la sala de admisión.
Reí, él alzó ambas cejas, enseguida me sentí mal.
— Lo siento, es que pensé que era el peor recibimiento que alguien podría tener.
Él sonrió.
— Pues sabrás que estar a solas, con una hermosa chica y que ella me recibiera en el instituto — subió sus hombros — no me molesta — giré los ojos — okay — continuó — eso fue muy estúpido pero es verdad.
— Lo siento de nuevo.
La verdad es que lo único que sentía es que esa venda tapara su perfecto abdomen, pero claro que mi poker face no demostraba nada, en cambio, él era demasiado obvio, solo que yo fingía no notarlo.
— Listo — apareció de nuevo la enfermera y nos entregó los justificativos — ya pueden ir.
Tomé mi camisa y la puse rápido, acomode mi cabello y salí en cosa de segundos, lo escuché llamarme y suspire cansada ¿por qué no puedo estar en paz?
Se detuvo atrás de mi y me giré para verlo.
— ¿Que?
— ¿Podrías mostrarme el colegio? Ya sabes, acompañarme a admisión... Explicarme donde están los lugares más claves...lo usual — se encogió de hombros y estuve a punto de negarme, sin embargo, tuve un pequeño flashback de cuando yo había llegado y lo lindo que fue conseguir a alguien que me ayudara, vamos Miller, no es tan malo...
Cuando iba a responder note que miraba sobre mi hombro fijamente y mascullo algo con los labios. Imité su acción y miré sobre mi hombro también, allí estaba Justin, su ceño fruncido y sus puños cerrados, cuando conectamos su expresión cambió y casi suplicó que fuera con él, sin embargo, volví a mirar a Andrew y Sonreí.
— Claro, vamos.