-¡Te demandaré y tu 'papi' no podrá salvarte de esto! ¿entiendes? - solté totalmente furiosa mientras pateaba la parte interna de su auto, sin importar que pueda fracturarme el pie.
Él apretó el volante.
- ¡¿Y no piensas decir nada?! já, esperaba algo mejor de ti - Golpeé el vidrio de mi ventana.
Giró los ojos.
- ¿¡Por qué siempre esperas lo peor de mi!? te la pasas pensando que soy un jodido psicópata - gruñó.
Duh, lo eres.
- Si quisiera secuestrarte ya lo habría hecho y créeme - por primera vez en todo el camino me miró - ni lo hubieras notado - volvió su vista a la carretera.
Tomó la avenida principal y Oh Dios, mi casa. Pasó por calles que ni conocía y llegamos a ella, casi rompe el botón de sus llaves al abrir las puertas, estaba molesto, demasiado, y me quería fuera, era obvio, yo tenía un gran nudo en la garganta, dolía incluso tragar, él me había sacado de la fiesta, yo lo acusé de pervertido, violador y psicópata y él me dejó en la puerta de mi casa.
Si ___, por favor, mátate.
- Gracias - susurré, él no respondió, sus puños estaban apretados e intentaba regular su respiración - Pudiste decirlo desde el principio - mierda ___, ya cállate, lo harás peor.
- ¡No me das la oportunidad, nunca, no sé qué mierdas te habrán dicho sobre mi, pero cada vez que intento hacer algo por ti me acusas de todo sin siquiera ver qué pienso hacer, ni conocer razones, ni nada, no te importa nada! - gritó - ya, vete, ¿eso es lo que querías, no? a mi a kilómetros de ti, dame unos minutos y tus deseos estarán cumplidos.
- yo...
Las palabras no salían, y tampoco valía la pena decir nada, salí del auto y supiré, Justin permaneció ahí, viendo al infinito, traté de acercarme de nuevo pero el cerró las puertas antes de permitirme hacer algo, puso toda la velocidad y se fue más rápido de lo que pude parpadear.
Allí quedé yo, cansada, sola, y sintiéndome vacía y culpable, si, definitivamente la mejor noche de mi vida.