Malas Decisiones [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 16

¿Realmente esto pasará? He visto bastantes reportajes de chicas que han sido encontradas en los lugares más remotos y en las peores condiciones posibles, dejando familias destrozadas. Mi madre, mi mejor amiga, son las únicas personas que me quedan. No quiero ni imaginarme su dolor si eso me pasa. Daría lo que fuera por volverlas a ver.

Suelta mi cuello y caigo al piso. Una tos infernal se apodera de mí sin control. El aire que vuelve a llenar mis pulmones me quema. La risa del hombre me hela la sangre, parece divertirse el juego que está creando. Me toma del brazo y me pone en pie antes de lanzarse a mí. Vuelvo a patalear y a golpearlo pero estoy muy débil. Me hace retroceder para aprisionarme contra la pared. Está tan cerca que me impide respirar, mi voz no sale, tampoco puedo gritar. Mi garganta duele cuando lo intento. Posa sus manos en mis caderas y se pega a ellas. Después acerca su rostro a mi cuello y olfatea con fuerza. El asco que ya sentía a este nivel era incontrolable. Continúo retorciéndome para que no logre hacer más, pero me detengo cuando un frio metal se posa en mi mejilla.

—No quiero tu dinero.

Roza lo que creo es una navaja hasta mi clavícula. Las lágrimas mojan toda mi cara entretanto me rindo con espasmos silenciosos. Paso saliva y cierro los ojos con fuerza esperando que esto termine pronto.

Antes de empezar a querer tomar mi ropa, su peso desaparece. Permanezco con mis ojos cerrados cuando escucho un golpe seco seguido de otro más fuerte. Intrigada abro uno de mis ojos, y me pasmo al ver al tipo contra la pared limpiándose la sangre que brota de su nariz. Otra persona aparece en mi campo de visión y rápidamente lo reconozco. Toma al tipo de la camisa y le da un golpe tras otro.

Alguien toca mi antebrazo y doy un brinco antes de darme cuenta de quién se trata. Permito que el hombre calvo me ayude a caminar pero mi pie duele y tiene que sostenerme para no caer.

—Logan... —pronuncio su nombre mientras veo como continúa golpeándolo. Parece no querer soltarlo, y cada golpe iba más cargado de furia que el anterior. El tipo era grande pero ya parecía a punto de desmayarse.

Su chofer sabiendo que quizá se estaba excediendo, me deja y va hacia ellos, el tipo ya no tiene fuerzas ni para defenderse pero Logan no se detiene, estaba dispuesto a matarlo ahí mismo.

Su amigo toca al ojiazul del hombro y le hace una seña en mi dirección. Logan gira la cabeza y me mira, yo solo observaba la escena conmocionada. El hombre ya inconsciente es lanzado sobre bolsas de basura y Logan camina hacia mí. Cuando llega a mi lado cierro instintivamente los ojos y lo único que percibo es su abrazo.

—Estoy aquí —susurra con una respiración pesada mientras acaricia mi cabeza. No entiendo estas reacciones pero lo abrazo por la cintura y sabiendo que estoy a salvo, sollozo en su pecho. Me estrujo más a su cuerpo para buscar calmarme e increíblemente funciona.

No me importa que pase después, lo único que necesito es esto. Las lágrimas vuelven a salir mientras Logan continúa tratando de tranquilizarme con suaves palabras y caricias.

Retira una mano y por sus movimientos intuyo que busca algo en su pantalón. Veo que es su teléfono cuando teclea algo antes de llevárselo a la oreja.

—La encontré —creo escuchar los gritos de alegría de una mujer —no tardamos —. Vuelve a moverse, posiblemente para regresarlo al bolsillo. Y habiendo escuchado lo que dijo, intuyendo que comenzaríamos a caminar, intento separarme pero me sorprende cuando vuelve a abrazarme, y esta vez con más fuerza y apoyando su barbilla en mi cabeza. Como si él también hubiese pasando un mal momento por mi culpa. Cierro los ojos para disfrutar el momento.

Nos separamos y me llevo una mano al rostro para limpiar mis lágrimas. Observo donde estuve llorando y me doy cuenta que arrugué su camisa, pero a él parece no importarle. Recoge mi bolso del piso y me tomo de su brazo para caminar, pero al darse cuenta que comienzo a cojear un poco me detiene.