Malas Decisiones [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 38

¡Atención!

Lamento hacer spoiler pero el siguiente capítulo puede no ser apto para menores. 🔥

No se preocupen, no tiene contenido explícito aunque si recomiendo discreción.

Como saben la plataforma no permite escenas +18 si la novela no tiene la etiqueta correspondiente. Esta historia no la tiene y es porque no busco que caiga en la categoría para adultos ya que no trata sobre eso.

Lamento si decepcioné a alguien...

Ahora si, disfruten el capítulo.

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CAPÍTULO 38

Lo tomo por los hombros, aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello. Y posiblemente así era. Logan formaba parte de mí y quería sentirlo tan cerca que me fuera imposible respirar.

Necesito hacerme entender que esto está pasando. Sus palabras me han dado la esperanza y la fuerza que necesitaba para luchar por esto. Por nosotros. Me era más sencillo ahora que estaba enterada de lo que él sentía, lo que había querido escuchar desde siempre. Me correspondía, era lo único que importaba y no quería perder el tiempo para expresarlo. Nuestros labios encajaban y mi ritmo cardiaco aumentó conectándose con el suyo al grado de componer un solo ritmo. La manera en la que tocaba mi cuerpo me hacía estremecer. Me gustaba lo que provocaba en cada tacto, no tenía inseguridades y me sentía libre.

—Logan... —su nombre sale de mis labios y me sorprende no sentir vergüenza por las suplicas de mis deseos más primitivos.

Logan escondió su rostro en el hueco de mi cuello y respiré hondo mientras pasaba mis dedos por su cabello.

Hacía mucho que no experimentaba estas sensaciones y saber que era él quien las revivía era como si los años no hubieran pasado. Solo él había cruzado esa línea. El primer y único hombre que permití me llevara a conocer este mundo que alguna vez fue totalmente desconocido para mí.

En mi primera vez, Logan fue tan dulce y cuidadoso. Me trató con la delicadeza que merecí volviéndolo un inolvidable encuentro. Siempre me había tratado de forma especial y estaba segura que esta no sería la excepción. La chispa que nos consumió en un principio seguía presente y podía sentir como quemaba desde lo más profundo.

De píe en medio de mi habitación, va dejando un camino de besos de mi mandíbula hasta mi clavícula, deteniéndose a mordisquear con suavidad mi piel mientras sus manos seguían acariciando sin compasión. Había tantas sensaciones juntas que cada segundo que pasaba se volvía más difícil mantenerme de pie. Jadeo ante el roce de sus dedeos sobre mi pecho y eso parece volverlo loco. Toma con firmeza mis caderas, pegándome más a su cuerpo para enterarme de hasta qué punto a él también le afectaba.

—Esta vez será más difícil si me pides que pare —susurra con voz ronca chocando su aliento contra mi sensible piel, que de inmediato reacciona. Se sentía tan bien presenciar como lo consumía el frenesí.

—No... no lo haré.

Apenas pude pronunciarlo ahogada en el deseo cuando su boca vuelve a la mía. Sus manos contornearon mi silueta en busca del elástico de mi pantalón. Me aparto un poco para que pueda retirarlo y aprovecho para hacer lo mismo con su camisa. En cuanto la tela cae a mis pies y dejo su torso al descubierto, se aleja para observarme por unos segundos, totalmente excitado, comiéndome con la mirada. Estaba claro que desde un principio había querido verme así, expuesta ante su azul hambriento.