CAMILLE
Me detengo, inclinándome hacia delante colocando mis manos sobre las rodillas. En varias ocasiones me vi tentada a reducir la marcha porque me faltaba el aliento, pero no lo hice creyendo que podría seguir. Me equivoqué y ahora mis pulmones luchaban para controlar mi respiración. Nunca he sido buena para hacer ejercicio, por mi complexión no lo necesitaba, pero estaba de acuerdo en que de vez en cuando mantenerme en movimiento y tener una buena alimentación era importante para una buena condición.
Antes, iba de vez en cuando al gimnasio, pero lo dejé por lo ajetreado que era mi trabajo, había días en los que llegaba rendida y sin energía para levantarme de cama e ir. Comencé a faltar y a consecuencia rompía la rutina. Salir en las mañanas a correr al parque, era más posible, aunque tampoco fuera muy aplicada con eso.
Ir de aquí para allá, subiendo y bajando pisos me ayudaba, pero ahora solo me la pasaba estática sin hacer nada. Debía buscar la manera de quemar las calorías que estaba adquiriendo. Sin embargo, sentía que también le adjudicaba algo de la culpa a la ansiedad, la reconocía, ya la había vivido en varias ocasiones a lo largo de mi vida.
A veces por estrés comía de más para sentirme mejor porque, sabemos que la comida da sensación de bienestar, sin embargo siempre será un falso alivio. He pasado por muchos trastornos alimenticios, y conozco qué tanto se pueden llegar a salir de nuestro control, incluso llegando a necesitar ayuda médica.
Podría decirse que siempre he tenido una dieta desequilibrada. Desde que empecé a trabajar, comía de poco o lo que podía por estar atareada, y otros días de más cuando estaba estresada, pero era poco porque volvía a la antigua rutina. Era un desequilibrio total. Y al llegar aquí, y que Rebecca no me permita brincarme ninguna comida... bueno, había olvidado cómo era tener una figura autoritaria que te remarcara los horarios, y ya estaba viendo los resultados. Ayer que me puse un pantalón, al notar que me quedaba ajustado, me sorprendí. Exagero, pero si quise poner manos a la obra para recuperarme. Además, con las pocas actividades que hacía aquí, me ayudaría a sentirme un poco más ocupada.
Por eso estoy haciendo un esfuerzo para distraer mi mente en otras cosas, me sirve para despejarme un poco de lo que está pasando. Y me tendré que moderar con la comida que no necesito, y es una lástima porque los platillos que prepara Rebecca son deliciosos. De esos que hacen que quieras una porción más, cosa que era lo que también he estado haciendo.
–Vamos, Cam. Una vuelta más –me animo en voz baja, llenando mis pulmones. Una vez que termine, haré 5 minutos de abdominales y podré sentirme satisfecha.
Termino sudada y echando pestes a mi alimentación nada moderada de las ultimas semanas. Me ducho, cambio y desayuno con Rebecca. Hacemos limpieza, que es casi nada porque somos las únicas aquí que ensucian. Además de Marco que viene solo a comer. Se la pasa todo el día en la caseta de la entrada, dice que es su deber y duerme en las mismas cuarto paredes que trabaja. Y según tengo entendido, tiene una cama ahí. A él parece gustarle, dice que es cómodo, y realmente me convenció de que es así. Marco no es muy conversador e intentar lo contrario es una pérdida de tiempo, si él afirma que le agrada su casa, debe serlo, cuando se cierra, no hay forma de sacarle más.
–¿Cómo llevas eso de estar sola en casa? –escucho la pregunta de mi amiga por la bocina del celular.
–Bastante bien a decir verdad. Cuando Logan sale es un poco triste, pero me estoy acostumbrando. No hay opción. Además, tengo a Rebecca y a Marco que me hacen compañía, así que no estoy sola.
–Y... tú y tu novio, ¿cómo van? –escucharla decir eso me acelera el corazón. Es verdad que Logan y yo volvimos a ser una pareja, pero recordarlo me pone feliz.
ESTÁS LEYENDO
Malas Decisiones [EN EDICIÓN]
RomansCamille creía saber cómo mantenerse fuerte ante las adversidades, sin embrago cuando una noche presencia un intento de asesinato y se ve envuelta en las consecuencias de haberse involucrado, su verdadera resistencia es puesta aprueba. Reviviendo her...