Malas Decisiones [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 46

Son curiosas las diferentes formas que tiene la vida de descolocarte, de recordarte que no en todo momento podrás estar en calma. Las dudas no me abandonaron en lo que restó del día, y por la noche, no podía conciliar el sueño.

Cansada de darle vueltas, me levanto de la cama cerca de la media noche. Luego de haber intentado distintas posiciones que me ayudaran a relajarme, y que todas ellas resultaran en fracaso, supe que no valía la pena seguir intentando. Aferrándome a la idea de que un poco de aire fresco me ayudara, salgo al balcón con una manta sobre los hombros para mantenerme tibia en la fría intemperie. Y mirando al cielo nocturno sin interés, me mantengo atrapada en mis pensamientos.

Sacudo la cabeza para recuperarme. No hay nada seguro aún. Primero debo hacerme un análisis. Mandaría a Marco por un test de embarazo, pero, incluyendo la vergüenza que me daría pedírselo, no confiaba en esos utensilios. Sería más certero un examen de sangre. Solo necesitaría la oportunidad para ir a un laboratorio en la ciudad, todo sin que Logan se enterara. No todavía, no quisiera suponerle tal noticia sin estar segura.

Debo admitir que me asusta un poco. No sabría qué hacer si el ser madre fuera a ser una realidad, ¿y cómo se lo diría a él? no es un tema fácil de abordar. Y no me refería a que dudara de su respuesta. Lo conozco lo suficiente para apostar por sus principios, sé el tipo de hombre que es y sin vacilar sé que aceptaría el cargo. Desde que decidimos volver a ser una pareja y tener relaciones, ambos somos responsables de las consecuencias. Ya las conocíamos, somos adultos, y como tal, debemos responder por nuestros actos.

Siendo realista, aún continuando como una hipotética situación, una noticia así derriba a cualquiera. A mi por ejemplo; tener que exponer mi cuerpo a estos cambios y a adquirir una nueva mentalidad, junto con todo el paquete con lo que esto viene, el ser madre es un trabajo nada fácil. Sobre todo, viéndome en medio de estos problemas...

—Todo va a estar bien. Sea la verdad que sea, estará bien... –me digo para conseguir calmarme. No sirve de nada perder la cabeza. Debo ser consciente que existen posibilidades. Después que surgieron las dudas, hice mis cuentas y he sido consciente de retraso de al menos dos semanas, pero tengo que mantenerme centrada y prepararme por si los resultados dan positivo. Al menos habré estado prevenida.

Toco mi vientre sobre mi ropa. Me siento bastante tonta haciéndolo, pero de pronto siento la necesidad. Creo que incluso me emociona un poco. Y aunque no puedo todavía hacerme a la idea de ser mamá, no negaré que me encantaría serlo. Uno de mis más grandes sueños siempre ha sido formar una familia. Una grande, muy unida y feliz, un privilegio que yo no pude gozar plenamente pero por el cual siempre agradecí aún después de que mi padre falleciera pues me dejó muchos hermosos recuerdos.

Una sonrisa triste aparece en mi rostro. Que una persona tan cariñosa y correcta desaparezca del mundo es duro de digerir, aún después de tantos años, cada día lo extraño demasiado.

Tomo una gran bocanada de aire y me recompongo, a él no le gustaría verme así. Miro una última vez al cielo y le pido el apoyo necesario para lo que sea que venga y me voy a la cama con la manta a mi alrededor. Me acurruco entre las almohadas y permanezco un momento mirando la ventana obligándome a pensar en cosas más banales hasta que los parpados me pesan.

Para cuando vuelvo a abrirlos, el sol ya está apareciendo anunciando la mañana de un nuevo día. Día en el que Logan volvería.

Llevé mi mañana lo más normal que pude, y justo al llegar la tarde, ya se encontraba aquí, estacionando el auto tras la cabaña. Podía verlo por una de las ventanas de la habitación. Después de todo, no pude hacer más que pensar en eso. Marco fue el primero en acercarse a hablarle, como siempre y para lo que yo suponía que era más importante, informarle. Entre eso como ha estado todo por aquí, tranquilo por lo que no duraron más que unos cuantos minutos hasta que finalmente entraron.