Un par de meses atrás...LOGAN
El frío aire de invierno me saluda al salir del aeropuerto. No puedo esperar menos del clima en Nueva York. Estar de vuelta se siente como si nunca me hubiese ido. Todo se ve igual para mí pero quizá exageraba, después de 5 años esperaba que mucho hubiera cambiado.
—¿Logan Blair? —dice alguien a mi espalda —bienvenido —dice sin entusiasmo, extendiendo el brazo.
—Usted debe ser Harrison —digo convencido mientras estrecho la mano del hombre que me buscaría en el aeropuerto. Y que no pareció agradarle en absoluto cuando mi jefe y él lo acordaron.
Debe ser un gran golpe en el ego tener que aceptar a un agente de otra organización para apoyar en el caso.
—Tenemos tiempo hasta que llegue el transporte, ¿le importa si hablamos?
—¿De qué se trata? —contesto tratando de ocultar mi tono irritado.
A este hombre no le caigo nada bien y todo surgió desde el día que me ofrecí para el puesto. A lo que dijeron mis compañeros, no era solo conmigo ya que no le agradaba la idea de trabajar con nadie nuevo y menos de otra agencia. Incluso intentó por todos los medios que no me enviaran, pero para su mala suerte, y mía también, tendría que supervisar y encargarse personalmente de mi progreso. Ahora el era mi jefe.
—Escucha, tenemos años tras esta red criminal, pero eso ya debes saberlo —dice mirándome con seriedad —. Entenderás que estamos al tanto de todo, lo que te convierte en un posible inconveniente para la investigación, más no consentiré ninguna falla, aunque sea minúscula.
—Lo entiendo muy bien, señor. Y le aseguro que no habrá tal cosa.
—Una respuesta así es lo que mejor funcionaría con la mayoría de la personas. Pero no conmigo.
Me tenso, su mirada me atraviesa como si quisiera saber lo que realmente pasaba por mi mente.
—Como ya dije: sé sobre tí, muchacho. Leí sobre tus problemas de conducta y lo involucrado que estuviste con algunos de los sospechosos principales.
—Vaya, no creí que se tomaría tantas molestias en investigar mi expediente tan a fondo, incluidos las notas sobre mi personalidad rebelde. Era de esperarse, después de todo no se puede mentir en un archivo personal. Y aún así, estamos aquí porque necesitamos esta cooperación de agencias pues nos beneficiará en ambas direcciones. No tengo ningún problema personal con usted señor, espero tampoco lo tenga conmigo.
—Claro que no. Solo quiero asegurarme que comprendes que a partir de que bajaste de ese avión estás bajo las órdenes del FBI, mis órdenes. Soy la autoridad aquí, así que quiero que me obedezcas. Es lo único que necesito de ti, y no esperaré menos de lo que me prometieron tus superiores, porque al primer problema que ocasiones, yo mismo te subiré al primer vuelo de regreso a Inglaterra. ¿Fui claro?
—Como el agua, señor —sonrío de lado con un cinismo que no puedo ocultar —. Pero respecto a sus dudas, uno de los motivos por el que me asignaron el caso, es porque efectivamente soy bueno por no decir que el mejor en mi área. Y en efecto, estuve demasiado cerca de los sospechosos, lo que ya es una ventaja enorme sobre ellos. Toda información que brindé ya fue procesada y gracias a eso se pudieron llenar los espacios en blanco que faltaban. Se han arrestado a decenas de traficantes y desmantelado laboratorios clandestinos, que aunque no es nada comparado con el objetivo, es mucho más de lo que se ha conseguido en los últimos años. Estoy capacitado para el puesto y conozco lo que está en riesgo, sino no habría sido sugerida mi presencia. Mi cabeza y carrera están en juego así que no me lo tomaré a la ligera. Seré un libro abierto si quiere saber algo. Entonces, a menos que haya problemas con el caso —recalco —usted y su personal me tendrán que soportarme y darme protección hasta que se termine una vez se termine el trabajo.
ESTÁS LEYENDO
Malas Decisiones [EN EDICIÓN]
RomanceCamille creía saber cómo mantenerse fuerte ante las adversidades, sin embrago cuando una noche presencia un intento de asesinato y se ve envuelta en las consecuencias de haberse involucrado, su verdadera resistencia es puesta aprueba. Reviviendo her...