Malas Decisiones [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 61

Algo más difícil que esta situación, ciertamente era esa horrible sensación de estar consciente que todo lo que podía hacer era esperar. Y aunque lo valía, cada día que pasaba crecía más la posibilidad que se alargara su estado. Me fastidiaba verlo así y no poder hacer nada al respecto.

Y con eso pronto mi mal humor apareció.

Lo único que hacía era pasarlo en el hospital y era lo mejor ya que afuera parecía que no había nada para mí, comprensión mucho menos. Tenía pequeñas discusiones con Sara por esa razón. Entendía que solo se preocupaba, pero ya comenzaba a rozar lo irritante para mí. John se hizo a un lado una vez entendió que era mejor no llevarme la contraria. Y aunque aún lo veía cuando visitaba a Logan, apenas cruzábamos palabras. Incluso Ian redujo sus visitas para evitar toparse de frente con uno de mis días malos. Sin embargo conocía lo que aún pensaban y eso solo me lastimaba más. Sentía que todos y todo se me venía encima por mis recientes decisiones. Estaba llegando a mi límite, parecía que no me entendían ni mis amigos más cercanos y eso no me ayudaba a pasarlo mejor.

—¿Vas para el hospital?

Termino de calzarme los tenis antes de levantar la mirada. Sara se asoma por la puerta entre abierta. Ya conocía la respuesta así que sabia que había algo más que quería decirme y conociendo por lo que hemos estado pasando, ya podía hacerme una idea de cómo terminaría.

—Así es. Solo termino de arreglarme y salgo para allá —no la miro y me limito a solo darle ese dato. Estoy agotada mentalmente.

Me acerco al tocador y tomo las llaves de mi auto. Al girarme, como lo suponía, Sara sigue ahí.

—Sé que vas a enojarte pero, tengo que seguir intentándolo.

—Por favor, ya he tenido suficiente de esto —quiero darle la vuelta, ya conozco sus puntos de vista y ella los míos, y está de más decir que nunca salimos coincidiendo.

—Pero te está haciendo daño, a ti y al bebé.

—¡El bebé está bien! —me sorprendo al igual que Sara por ese grito y miro hacia otro lado un poco apenada —. Dios Sara... solo, ya deja eso.

—Solo quiero ayudarte —murmura.

—Así no es cómo se hace. ¿Qué creías? Alguien importante para tu mejor amiga permanece entre la vida y la muerte, ¿y quieres que simplemente lo abandone?

Sara expulsa un suspiro.

—Lo único que pido es que no te obsesiones. Desde que amanece hasta que anochece estás ahí, y aveces ni regresas a dormir. Debes estar preparada para poder amortiguar un posible futuro golpe.

—¿Crees que no soy consciente de su pronóstico? ¿Pero qué harías si se tratara de mi? ¿Serías capaz de hacer lo mismo que me pides? —la miro directamente a los ojos —. Él está tendido en una cama de hospital, su padre en la cárcel y aún no podemos contactar a su madre. Ten algo de empatía. Al menos yo creí que habría alguien a mi lado aunque no fuera yo quien estuviera en su lugar, pero parece que no se puede hablar por todas las personas.

—Camille... —niega con la cabeza sin saber que más decir.

—Te entiendo, en serio. Solo estás preocupada por nuestra salud —colocó mi mano sobre mi vientre —. Y sí lo de Logan me consume, pero si no vas a apoyarme como una amiga debería, tampoco opines en algo que no te has tomado el tiempo de comprenderme. Así me ayudarías más. Con permiso.