CAPÍTULO 51

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CAMILLE

Despierto con escalofríos. Se supone que ya debería estar más cálido siendo que recién entraba junio, en cambio el cielo había estado nublado por días. Como si reflejara lo triste que estaba siendo todo por aquí abajo.

Busco por la habitación a Logan, sintiendo el espacio a mi lado vacío, pero no lo encuentro. El flash de lo que pasó ayer viene a mí y todo toma un poco de sentido. Tuvimos una especie de desacuerdo, para no decir pelea, pues yo no lo veía como tal. Niego que estamos mal, a pesar de que tampoco engaño a nadie afirmando que hemos estado distanciados últimamente.

Me levanto a ver el reloj, indicándome que hace más de una hora que salió el sol, y ni rastro del ojiazul por ninguna parte. Todo está en silencio para cuando salgo al pasillo, busco en el sofá esperando que haya dormido ahí, pero consigo los mismos resultados.

Resoplo desalentada y tomo asiento subiendo las piernas para cruzarlas, quedando cómoda con un cojín sobre ellas. Lo acaricio sumida en mis pensamientos. Estoy segura que ha vuelto a salir y las señales de que no regresó son evidentes. Nunca había hecho esto. Solo espero que esté bien.

Comprendo que haya presión en él por la situación, pero sigo firme en que es arriesgado que siga haciéndolo. No está pensando con claridad, su anhelo por acortar la espera lo está llevando a cometer estupideces y cuando intento hacer que las vea, solo consigo que se moleste y se aleje cada vez más de mí.

Todo el tiempo él y John hablan de cosas que están muy fuera de mi entendimiento. Parecen tantos planes en código, de los que no soy participe, que me siento sobrando y también por eso he evitado estar cerca, porque en parte, imagino que les es más cómodo de esa forma. Incluso creo que omiten cierta información cuando estoy cerca.

Había visto un enorme cambio en Logan, se expresaba sin reservas. Sus sentimientos y pensamientos, comenzaba a conocerlos. Pero ahora sentía que trata de esconder todo. Lo único que he querido es ayudarlo y a mi pesar, se ha cerrado. Aunque siempre ha sido así, que hayamos dado unos pasos hacia adelante, no significa que cambiaría su personalidad fría y distante, la verdad es que desde que lo conocí parecía difícil acercarse a él, y creo que, si él no hubiera dado ese paso, nunca hubiéramos conectado.

Ha perdido la confianza en mi.

Escucho la cerradura y me sobresalto, luego pienso en Logan. Espero y lo compruebo cuando es él quien está cruzando por la puerta. Mi alivio lo oculto muy bien tras mi seria expresión. ¿A dónde fue esta vez y por qué no vino a dormir?

No digo nada, solo lo miro mientras él también lo hace. Trae dos maletas consigo y reconozco una que es de mi propiedad.

—Creí que te haría falta —noto vacilo en su voz. Se deberá a que justamente lo atrapo cometiendo la razón por la que diferimos constantemente. Más no haré ningún comentario al respecto, él sabe lo que hace... seguramente.

—Gracias —musito. Voy hacia él y tomo la maleta de su mano. He estado usando su ropa, esa que resultó que sí estaba en el maletero. Me queda un poco grande y la sorpresa de tener la mía me viene bien.

Como es de esperar, mi mente forma una lista de interrogantes sobre cómo la obtuvo, y de nuevo, me retengo. Doy media vuelta y regreso a la habitación, sin ser detenida.

Al cerrar la puerta, suelto un pesado suspiro. No sé cuánto más podré soportar esto. Toda esta actitud de ambos me duele, pero él lo ha querido así.

Abro mi maleta sobre la cama y me tranquiliza ver que todo está ahí, eso de no desempacar a veces me sirve de mucho. Me cambio y guardo la ropa sucia en el cesto del baño. Esta misma tarde me pondré a lavarla si el clima lo permite, pero ya comenzaba a creer que podría llover más adelante.

Malas Decisiones [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora