Océano e infierno

Preocupación por los compañeros

Punto de vista de Frank.

Después del ataque a Nueva Roma no ha habido ningún ataque importante más, salvo la intrusión de una manada de perros del infierno, lo cual hemos solucionado muy bien gracias a las estrategias de los hijos de Atenea.

Después de esos ataques sin importancia hemos hablado mucho con los griegos del Campamento Mestizo, al parecer la nueva doncella que han reclutado las dos semidiosas japonesas se porta muy bien y se ha hecho amigo de los semidioses más pequeños ya que tiene la forma de una niña de ocho años. En nuestro campamento vinieron dos doncellas de la diosa de la danza japonesa llamadas Paula y Marina, siendo esta ultima la hermana gemela de Aru, y se llevan bien con las amazonas, pero no entienden que hayan tenido sentimientos por Aru, incluida su hermana que me ha llegado a contar que sigue dándole besos en los labios con el permiso de Alex.

Ahora me encuentro caminando por las calles de Nueva Roma, y reconstruida por el ataque de los eidolons (NA: no me acuerdo si eran ellos, si me corregís os lo agradeceré) que habían controlado a Leo, las termas son muy frecuentadas después de los entrenamientos intensos de las dos doncellas, las cuales se la tienen jurada a unos de la primera cohorte por burlaste de su amigo de la infancia y hermano, después de eso, uno de los chicos le da miedo comer cosas y ver cosas relacionadas con los huesos.

Me dirijo al campo de Marte donde algunos de mi antigua cohorte están ayudando a las doncellas a preparar su juego favorito, una simulación de los juegos del hambre, a lo lejos puedo ver a Marina y a Hazel hablando de una forma muy amigable ya que las dos son hijas de los dioses del inframundo, las saludo y me acerco a ellas.

- Hola señoritas - les digo con educación - ¿cómo se os plantea la tarde?.

- Bastante bien - dijo Marina - dentro de poco los de la primera y segunda cohorte se enfrentaran en una simulación de batalla a muerte.

- Las armas serán seguras, ¿verdad? - pregunté preocupado por la seguridad de mis campistas y de sus familias.

- Si, tranquilo - dijo Hazel con una sonrisa que irradiaba luz propia - son espadas de plástico duro, lo más preocupante que se pueden hacer es una abrasión por la fricción del plástico con la piel.

- Me alegro - dije aliviado - ¿habéis contactado con alguien del Argo II?.

- No hemos podido contactar - dijo mi novia un poco triste ya que era muy amiga de Annabeth y de Leo, mientras que Percy era su primo favorito - pero según he odio de los hijos de Atenea, Annabeth ha sido envenenada por la prueba de su madre ya que tenía que encontrar el antídoto  antes de morir.

- No pasa nada - dijo Marina con indiferencia - Ivar está con ellos, es muy bueno en las artes curativas.

- Puede ser - dijo Hazel - pero eso no me quita la preocupación.

- ¿Y por qué no habláis con la diosa del arcoiris para que os muestre las pruebas  las que se enfrentan para que lo vean griegos, romanos y japoneses? - preguntó la semidiosa japonesa con inocencia.

- Podría funcionar - dije a la doncella mientras lo pensaba - pero también tendremos que decírselo a los griegos y a los japoneses.

- Primero llama a Nico y después piensa en los japoneses - dijo Hazel con calma.

Me dio un beso de despedida y me fui a un despacho hecho para los pretores donde con ayuda de una fuente de adorno y un flexo creé un arcoiris.

Punto de vista de Nico.

Las actividades del campamento han seguido en su curso, un entrenamiento duro para la pelea y una prueba de tiro con arco para los hijos de Apolo y cazadoras, de entre las cuales estaba Artemisa supervisando la practica con la ayuda de Thalia.