En marcha al bosque de los suicidios

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Punto de vista de Alex.

Cuando terminó la prueba nuestros padres aparecieron con una sonrisa muy grande.

- Lo habéis hecho muy bien - dijo Fujin muy alegre - me alegro de que pudieseis superar a la copia de Raiju.

- Obviamente la copia es más débil que el original - dijo Raiju mientras se tumbaba detrás de mi para echarse a dormir.

- Aveces me pregunto por qué te tuve como mascota. - dijo mi padre un poco decepcionado por el bijuu. - Solo eres un bago.

- Pues yo me alegro de que me hayas cambiado de amo - dijo el hurón - ella es mucho más divertida.

Cuando dijo eso se hizo el silencio, solo se pudo escuchar una ligera risa de parte de mi novio, el cual tuvo que aguantar la disputa que hubo entre mi padre y el padre de Ivar.

Después de unos segundos nuestros padres nos hicieron una seña y nos indicaron que les siguiéramos. Cuando le seguimos nos llevaron junto con nuestros amigos, los cuales estaban hablando sobre donde podría estar la siguiente prueba. Caminamos por otra abertura que había aparecido en la cámara y fuimos por ella.

Mientras caminábamos Aru se puso a mi altura y nos pusimos a hablar.

- ¿Ya hablaras de lo que te preocupabas? - dijo él con una sonrisa tranquilizadora.

- Pues lo que me preocupaba era que mi padre me dijo que mi tío y su  hermano han sido asesinados por alguien. - Le dije pensando en ello. - También me contó que mi prima era una maga o algo así.

- Bueno, no es extraño que haya más dioses aparte de los nuestros, lo más probable es que existan dioses que supuestamente no existen, como hawaianos, incas, o incluso puede que inuit, el mundo es muy grande y tiene muchas creencias, ¿quién dice que los ángeles no existen? - me dijo muy ilusionado.

- ¿Y los demonios hebreos? - dije un poco confundida.

- Ya sabemos que existen los demonios hebreos. - dijo él como si fuese obvio. - Cierto, tú no conoces a Paimon - dijo y yo quedé extrañada - es una demonio que quería que me uniese a su facción cuando era un poco más joven, aparte es una muy buena amiga y me da información sobre los distintas partes del infierno hebreo.

Yo quedé un poco confundida - ¿Y qué piensas sobre mi tío? - le dije.

- Bueno, el tema que influyen a otras culturas no deben ser tocados a no ser que el destino nos junte, como es lo que nos han hecho a nosotros ahora. - Dijo muy serio. - A no ser que o tu prima te pida ayuda o que los propios dioses que están con ella se comuniquen con nosotros, no tienes que preocuparte, ojo, no te digo que no debes preocuparte por tu familia, sino que no tienes ya que no se han comunicado con nosotros, por lo que el destino no quiere que nos juntemos por ahora.

No sé, pero siempre que hablo con él siempre logra tranquilizarme un poco. Puede que mi prima sea alguien que suele necesitar ayuda con las cosas molestas como, cualquier cosa en realidad, pero, ella es mi prima y la quiero, llevo sin verla mucho tiempo y quiero saber como le ha ido y como está.

Tras caminar un buen rato y de estar charlando con Aru de cualquier cosa y sobre cuando va a ver a mi madre, ya que todavía no la ha conocido. Cuando mi padre se paró con su hermano estábamos delante de una puerta corrediza con una escena de nubes con truenos y lineas que marcaban viento empujando a las nubes.

Ellos abrieron las puertas, las cuales tenían unos sellos con kanjis japoneses que decían protección. Al abrir la puerta pudimos ver un pequeño templete de madera con diferentes tipos de ilustraciones de los dos dioses.

Ellos abrieron las puertas del templete mostrando dos joyas, una amarilla con tres magatamas en forma y otra en color verde en forma de nube.

- Estas son las joyas de los gemelos de la tormenta - dijo Fujin con seriedad - ahora os haremos entrega para que ayudéis a Aru a derrotar al rey demonio.

Océano e infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora