Océano e infierno

Las aventuras de Jackie

Punto de vista de Jackie.

Desde que empecé a estar por este campamento me lo paso muy bien, los semidioses japoneses son muy amables, excepto un grupo de ellos, Según un chico llamado Michael, hijo de Susanoo dios de los océanos y las tormentas, ese grupo está formado por los hijos de la diosa de la guerra, Vishamon y los hijos del dios de los samurais, Hachiman, ellos dicen que Aru es un monstruo que no debería estar en este campamento, pero yo no les escucho, no gasto mi tiempo en seres con menor capacidad mental que la mía, según mamá mi cociente intelectual o CI es de 193, dice papá que a los diez años empezaré el instituto y mi hermanito está muy orgulloso de mi.

Esta mañana vi como Percy peleaba contra un titán para conseguir la joya de su padre, pero el final pude ver que Percy no le gustaba lo que estaba haciendo con él, eso me puso un poco triste, no me gusta ver así a Percy. Ahora mismo estoy con Lisa, una doncella de Uzume que protege mi hermanastro, ella es alta con el pelo largo castaño, piel un tanto bronceada y ojos pardos, ella es hija de Amaterasu, diosa del sol y de día que se encarga de cuidarnos a mis padres y a mi, es muy agradable con nosotros.

- Oye Jackie-san, ¿que quieres hacer ahora? - dijo la doncella.

- Me gustaría ir a ver como está el campamento - le dije con una sonrisa - mamá y papá están hablando con Tori.

Ella asintió y me ofreció su mano para caminar junto a ella - Por cierto - dijo ella - no te has dado cuenta de que has corregido tu ceceo.

- Sip - dijo marcando la "S" - de tanto oíros hablar a vosotros se me pegó.

Ella solamente asintió con una gran sonrisa y empezamos a caminar por el campamento Sengoku, los semidioses estaban haciendo sus quehaceres, unos estaban practicando la esgrima, otros con lanzas, con arcos y otros estaban recibiendo clases para mejorar a la hora de sanar a los heridos, al vernos pasar por allí nos saludaban con una sonrisa, debe ser que les gusta ver gante que no está tan preocupada por un guerra y les debe subir el ánimo para ganarla.

Mientras caminábamos nos encontramos con el grupo de las doncella de Uzume que estaban por aquí, ya que tres de ellas estaban en el campamento Mestizo y Júpiter para defenderlos de posibles ataques de demonios, si os preguntáis porqué no atacan este la respuesta es muy sencilla, en este campamento hay una barrera hecha por el mismo Aru que hizo con diez sellos de sangre de demonio y con su propia esencia asustando así a los demonios más débiles y haciéndola impenetrable a los demonios más fuertes. Esto me parece extraño, mi hermanastro no reside en el campamento, y según él, no le caen bien los semidioses que le odian, que es cerca de la mitad, ya que los hijos de los dioses guerreros tienen grupos que han convencido de que él es un monstruo, llegando a ser un tercio de todo el campamento, si fuera yo solo protegería a los que me quieren pero imagino que tendrá un motivo, o eso o es un vago.

Cuando nos juntamos con las doncellas nos recibieron con una gran sonrisa.

- Hola peque - dijo una chica de pelo rubio largo y ojos verdes esmeraldas y de aproximadamente quince años - no me he presentado, soy nueva, me llamo Rubi, soy de Michigan, y soy hija de Tenjin, encantada.

- Igualmente señorita Rubi - le dije - espero que seamos amigas.

Comenzamos a ver como practicaban las nuevas doncellas que era Rubi, una chica de pelo moreno corto y piel oscura de unos catorce años, y una chica de piel pálida, pelo castaño corto y ojos avellana de unos dieciséis años, se les veía muy entusiasmadas por la practica ya que según Lisa, quieren mostrar lo fuertes que se han hecho a su protector.

Seguimos caminando después de que se acabase le practica fuimos a dar un paseo por el jardín de los dioses para ver los templos y ofrecer algunas ofrendas a las deidades que nos gustasen, Lisa ofreció tres ryos a Uzume  y a su madre, yo por mi parte hice mis ofrendas de un ryo a los padres de los semidioses que han ido a hacia las pruebas que han estado haciendo.