Punto de vista de Tony.
Acabó el combate que había tenido con ese demonio, e giré hacia el señor, el cual estaba con una sonrisa.
- ¿Cómo le ha ido con su búsqueda? - le pregunté.
- Bastante fácil - dijo él mientras mostraba dos llaves - desde las sobras es muy fácil acabar con ellos.
Nos reímos un poco y fuimos a donde estábamos antes de que comenzase esa prueba. Observando un poco el paisaje pude ver que la luna llena brillaba en todo su esplendor dando un toque tétrico a las zonas más oscuras del bosque.
Cuando llegamos a la zona vimos una especie de caja de cristal con una pergamino muy viejo en su interior. Caminamos hasta tenerlo delante, cogimos las llaves y las encajamos en los candados de acero inoxidable y los abrimos para coger el pergamino.
Al abrirlo solo vimos un dibujo del monto Fuji con la luna llena de fondo.
- ¿Qué significa esto? - dijo un poco confundido.
- Creo que tenemos encajar el dibujo con la realidad - dijo el señor.
- Tienes razón señor - dije mientras me frotaba un poco la frente - ¿cómo no he podido pensar en eso?.
- Te falta oxigeno en el cerebro - dijo tranquilo - es lo normal a la hora de hacer ejercicio.
Lo primero que hicimos con la pintura fue compararla con nuestra vista del monte Fuji, obviamente no era la misma, sino sería demasiado fácil. Nuestras vista tenía al monte justo en el medio y la luna no se veía.
- Imagino que estará en otro claro - dijo el señor.
Empezamos a caminar, pero con prisa, ya que la luna nos servía de ayuda y guía. Por el camino no nos encontramos con ningún tipo de enemigo o contratiempo.
Nos encontramos con otros dos claros, pero ninguno encajaba con nuestra pintura, que estaba dispuesta de la siguiente manera: el monte estaba en el lado izquierdo de la pintura, con la luna en la esquina superior derecha con algunos arboles en la parte baja de la pintura.
- Tengo una idea un poco loca - dijo el señor - ¿y si colocamos nuestra vista tal y como está la pintura?.
- Pero, ¿tomaremos la dirección correcta? - le pregunté.
- Solo lo sabremos si lo hacemos - dijo un poco cansado - no me apetece caminar mucho.
Colocó sus dedos en la boca y silbó, a los pocos segundos unos rugidos le contestaron, cuando pasaron unos segundos aparecieron sus dos komainus, Shirohige y Chi,
- Chicos, ¿podríais llevarnos? - les preguntó con una sonrisa mientras acariciaba sus cabezas como si fueran perros.
Ellos les contestaron con un rugido y nos dejaron subir a sus espaldas y comenzaron a correr, con la pintura en alto comparaba las vistas que teníamos.
Tras correr por uno minutos por fin llegamos a la zona donde encajaba, pero la zona no era la correcta, teníamos que ir un poco más atrás de donde estábamos.
Caminábamos comprobando cada dos por tres para llegar a la zona correcta. Llegó un momento en el que solo andábamos de espaldas hasta que oímos una risa.
- ¿Pero qué estáis haciendo? - preguntó mi madre mientras se reía.
- Comprobábamos que la pintura coincidía con el paisaje - dijo el señor.
- Si os digo la verdad os estábamos esperando para que vinierais a nuestras espaldas - dijo la diosa mientras intentaba dejar de reír - esto ha sido muy bueno.
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Océano e infierno
FanfictionNuevos enemigos se alzaran. Diez semidioses se irán a donde los dioses sus poderes no alcanzan. El abismo y la locura vendrán. El antiguo reino olímpico y y el ultimo imperio amigos serán. El campeón del olimpo y el asesino de los dioses ju...