Océano e infierno

La batalla final comienza

Punto de vista de Jason.

Solo pude notar calor un calor abrasador que se apoderaba de mi alrededor. Cuando pude abrir los ojos pude ver como mi cuerpo estaba completamente sano, ni una sola herida estaba en mi cuerpo, pero a mi alrededor pude ver lo que me causaba el calor. Había paredes de llamas a mi alrededor cubriendo el cuerpo del perro infernal causando su muerte.

Cuando mi enemigo calló busqué a mi alrededor al causante de las llamas y lo único que pude encontrar a Leo recubierto por una capa de color rojo vivo.

- ¿Estás bien hermano? - Me preguntó el elfo latino.

- Si. - Dije sorprendido por lo que estaba viendo. - ¿Cómo has hecho esto?

- La joya de Hefesto. - Dijo él señalando a su brazalete que estaba situado en el brazo derecho. - Con esto creo que puedo derrotar a los monstruos que podemos encontrarnos.

Yo asentí y me puse de pie para ver a mi alrededor. Cuando estaba de pie solo pude ver a mis compañeros, entre ellos pude ver a Clarisse recubierta de una aura de color rojo sangre mientras gritaba algo como "Morid bastardos" o algo por el estilo. A lo lejos pude ver que el zorro gigante ya no estaba. Por la parte de los japoneses pude ver a ese chico rubio pálido creando ráfagas de viento que mandaban a volar a los enemigos a tomar vientos.

Punto de vista de Aru.

Bien, ya que hemos acabado con una enemiga muy grande, pero ahora toca lo gordo.

- Vamos hermano. - Dije a Percy que estaba detrás de mi un poco cansado. - Ahora tenemos que irnos a por los más grandes. ¿Estás preparado?

Él no dijo nada, tampoco hizo nada por contestarme. Se podía ver que o estaba muy concentrado o muy asustado, aunque me gusta pensar más en la primera.

Percy encaminó el camino el primero mientras que yo le seguía. Tenía que estar preparado para lo que voy a hacer, no todos los días me tengo que enfrentar al rey de los demonios, y no quiero ni pensar en lo que estará pensando Percy ahora, él se tiene que enfrentar al mismisimo destructor del universo. Seguimos avanzando por el camino, misteriosamente ningún monstruo o demonio se atrevió a saltar ante nosotros con su típica intención de matarnos antes de llegar a nuestro destino.

A nuestro alrededor los monstruos nos miraban con cara amenazantes, como si intentaran asustarnos para que saliéramos corriendo por el miedo. Poco a poco pude notar como los monstruos nos estaban empezando a cortar el camino por donde habíamos venido dando por hecho que desde este punto ya no hay vuelta atrás. Yo solo pude suspirar al notar esto, ya cruzado e punto de no retorno ya no quedaba mucho más por hacer y al rato el sonido de la batalla se paró. Todos los que estaban peleando antes de todo esto se quedaron inmóviles al sentir que la batalla final estaba apunto de comenzar. No os voy a mentir, tengo miedo. Por fin tengo delante de mi al demonio que me causó tanto daño cuando era más joven, el que causó la muerte de mi padre y mi separación con mi hermana, pero si fallaba en lo que tenía que hacer todo se iría al garete y todos podríamos morir.

Punto de vista de Percy.

No podía creer que había logrado derrotar a la chica zorro, tampoco podía pensar en lo que venía ahora. Abismo me estará esperando con todo su ejercito de monstruos. estaba tan metido en mis pensamiento que no pude oír lo que había dicho mi hermano, solo me puse a caminar por un camino por donde había visto al dios primordial de la destrucción.

Solo caminé, sin darme cuenta de que mi hermano me estaba siguiendo, debería pensar que tenía alguna idea de donde estaba yendo. Pude ver en el fondo del camino a Abismo con una espada muy ancha con un escudo en su brazo izquierdo mientras que a su lado estaba el rey de los demonios, el cual, estaba desarmado. Y cuando por fin pude darme cuenta ya estábamos delante de ellos y siendo rodeados por monstruos y semidioses que nos miraban expectantes.