Narra Tn~
Mi vuelo aterrizó a las 08:00 de la mañana y con solo un par de maletas, debía apresurarme en buscar un lugar para quedarme. Jamás había estado antes en Seúl pero la situación lo ameritaba y necesitaba ser responsable.
Mi visita tenía como fin encontrar a mi padre, el cual desconocía totalmente y cuya única pista de su paradero era una foto vieja y desde luego, su nombre.
Mi madre y yo pasábamos por una etapa crítica. Las deudas y mis estudios no podían costearse solos pues al enfermar mi madre, tuvo que dejar el trabajo, dejándonos a merced de mis abuelos.
Elizabeth, mi mamá, me había contado más de una vez que antes de mi nacimiento y la separación de mis padres, ellos habían quedado en buenos términos y si nosotros necesitábamos de su ayuda en algún momento, debíamos buscarlo. Después de todo, sabíamos que trabajaba en una compañía muy grande(desconocíamos el nombre), así que esperábamos que pudiera apoyarnos.
Empecé a caminar optimista por la calle con un papel con varias opciones de departamentos y habitaciones donde quedarme, pero para mi mala suerte, la mayoría eran bastante caros.
Al cabo de dos horas ya había visitado 4 departamentos, dos de ellos con dueños bastante extrictos.
El tercero que visité estaba muy lindo, pero costaba demasiado, no me alcanzaría para comida y otras necesidades.
El último cuarto al que fui era casi perfecto, pero el casero se veía muy sospechoso y no quise arriesgarme.
Mi reloj marcaba ya las seis de la tarde y aun no encontraba ningún lugar donde si quiera pasar la noche.
No sabía que hacer. El cansancio se notaba en mi rostro y en mi postura pues había estado caminando desde la mañana y traía zapatos altos.
Me senté en una banca de un parque mientras aun sujetaba el papel con todas las direcciones tachadas, casí parecía una lista de quehaceres ya completados.
Tenía la mirada clavada en el suelo , empezaba a asustarme conforme anochecía y lo más aterrador era el hecho de estar en una ciudad y país totalmente desconocido.
En ese momento, alguien se sentó a mi lado.
Segundos después sentí un dulce olor, venía de esa persona. No pude aguantar más y miré de reojo.
¿Reojo? Claro que no.
Torcí mi cuello y me sorprendí al no sufrir una contractura, pero era imposible no admirarlo con detenimiento.
Estaba todo vestido de negro. Su perfil era hermoso y como ya había mencionado, olía tan bien.
Que tan estupida se habría visto mi cara en ese momento, que el chico se quedo viendome por varios segundos.
No duré mucho haciendo contacto visual, era muy intimidante, por inercia gire y estampe la vista en mi papel con ofertas fallidas.
El chico ya no despegó sus ojos de mi, podía sentir como miraba mi ropa, mis maletas, mi cabello y todo.
—Tu no eres de aquí ¿Verdad?—preguntó.
Volteé a verlo anonadada, no esperaba que entablara conversación y menos iniciarla de esa manera.
—ehh.. no, la verdad que no—me demoré en contestar. Prácticamente había babeado frente a él, no lo había notado al principio, pero el chico sentado a mi lado era muy guapo.
Su rostro era demasiado tierno, pero ciertos gestos lo hacían ver muy sexy.
—¿No tienes donde quedarte?—Preguntó señalando mis maletas.
—No, recién llegué hoy y no sé que haré—Respondí desanimada.
El me miró sonriendo.
—Me llamo Jimin, Park Jimin. Sé que no me conoces pero en mi departamento hay un cuarto de sobra, si quieres puedes quedarte por hoy, hasta que consigas otro lugar, oh bueno si te gusta puedes quedarte y compartimos la renta—Dijo el chico.
—Qu.. que?—Tartamudeé por la inesperada oferta.
Que un extraño te haga tal propuesta era muy sospechoso pero el joven lo dijo de manera tan seria, que no diferenciaba si era una broma o no.
—Eres muy amable, pero no gracias—agregué al darme cuenta que él aun esperaba mi respuesta sonriendo ilusionado.
—No te asustes, no soy un loco o asesino—dijo Jimin. Probablemente ya había notado mi nerviosismo y terror en mi rostro.
Miré los alrededores, empezaba a pensar que podían secuestrarme. Aunque si un chico así me secuestrara, no estaría nada mal.
Me quise golpear a mi misma por haber pensado esa tontería.
—Gracias por la oferta, pero tal vez me quede en un hotel—trate de sonar despreocupada.
Jimin entrecerró un poco sus ojos e hizo un gesto burlón.
—Esta bien, mentí, pero no iré contigo. No te conozco—repliqué.
—Tranquila, puedes ir a ver el departamento y si no te gusta te vas—dijo el mientras reía.
Mire una vez más a los alrededores. ¿Era esa la forma en la que moriría? ¿A quien venderían mis organos?
La pregunta más importante era ¿Puede un chico tan guapo ser traficante de organos?
Valía la pena arriesgarse.
—Esta bien, vamos—Respondí.
Los dos nos levantamos de la banca y el tomó una de mis maletas y empezó a caminar. No era muy alto pero me llevaba casi media cabeza y eso que yo llevaba tacos.
—Ven sígueme—Jimin agitó su mano para llamar mi atención.
Agarré mi otra maleta y sin meditarlo lo seguí. Ese chico me había dejado tan deslumbrada que ni si quiera había tomado consciencia de que era un hombre e hice caso omiso a todo lo que mi madre me había advertido tantas veces de ellos y lo peligroso que sería.
Lo siento mamá.
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Me enamoré de los tres《Taehyung,Jimin,Jungkook y tu》
Fanfiction《18》¿Que hay de malo en quedarme con los tres? Tn viaja a Seoul, Corea, con el fin de encontrar a su desconocido padre. Al llegar, decide compartir departamento con tres chicos, sin saber que ellos terminarán enamorándola. Pero eso no es todo. Su pa...