Me enamoré de los tres《Taehyung,Jimin,Jungkook y tu》

Cap. 07

Narra Tn..

Ya había perdido la mitad del día y la verdad que aun me sentía cansada. Así que decidí quedarme en casa. 

—¿Y Jimin?— pregunté inocente. No lo veía desde que había despertado.

—Está trabajando, regresará a las 5pm—respondió Jungkook.

—¿Por qué? ¿lo extrañas? —interrogó Tae mirándome directamente a los ojos.

Dirigí mi mirada hacia Tae, que seguía sentado en el sillon junto a Jungkook. Sus ojos los tenía puestos en mi, parecía que me escaneaba, desde mi vestimenta, hasta mi cabello y lo hacía con una mirada algo perversa.

—Solo pregunté porque no lo vi con ustedes—respondí seria.

Hubo un silencio. Solo se escuchaba, la televisión. Decidí romperlo.

—¿Y ustedes no trabajan?—.

—Jungkookie trabaja en un restaurante aquí cerca, en media hora ya debe irse, y por mi parte, hoy es mi día de descanso.. ¿ Alguna otra pregunta señorita?—dijo Tae con un tono altanero.

—Aishh— renegué.

Al parecer a Taehyung le gustaba molestarme.

Giré mi cabeza, le lancé una mirada penetrante y me volví. 

Fui a la cocina y abrí el refrigerador. Había una jarra con jugo de fresa, mi favorito...

—¿Puedo tomar este jugo?—le pregunté a los chicos.

—Es mío...—dijo Kook.

—Ah lo siento—susurré.

—No, digo, esta bien, si quieres tomar puedes hacerlo—Dijo Jungkook mirando el suelo.

—Gracias Jungkook—le agradecí y traté de sonreír lo más humanamente posible para no incomodarlo.

Desde mi llegada empecé a ver a Jungkook como el chico más tierno. Hasta ese momento no me había respondido mal y había sido muy amable y generoso conmigo. En comparación de Tae quien le divertía burlarse de mi.

Kookie tomó una mochila que estaba en el suelo, se despidió con la mano y salió del departamento para ir a trabajar.

—¿Ya se va?—pregunté.

Hablé sola, porque Taehyung no me contestó y siguió mirando la televisión.

Por suerte no le di importancia y tomé mi vaso de jugo para luego dirigirme a la sala. Me senté en el sillón, dejando obviamente un gran espacio entre Taehyung y yo. 

Recién al sentarme me di cuenta lo que estaban dando en la TV, eran caricaturas. Me encantaban, aunque no imaginaba que él mirara esas cosas. Me di cuenta también de otra cosa, no había nadie en casa... Solo Tae y yo, pues Jimin no volvería hasta en un par de horas y Jungkook acababa de salir. 

Volteé a mirarlo. Su perfil era simplemente perfecto y su piel se veía tan suave. 

Taehyung me miró.—¿Qué pasa?—Preguntó.

—nada—bufé.

—Tienes suerte de que kookie te deje tomar de su jugo de fresa, a nosotros nunca nos invita—se quejó.

—Más bien, dame un poco—agregó extendiendo su mano.

El estiró su brazo esperando a que yo le diera el vaso de jugo. ¿Pero acaso el me mandaba?

—No te daré nada, Jungkook dijo que podía tomar—Le dije en tono burlón y alejando el vaso aun más de el. 

Tae abrió sus ojos asombrado y se sentó erguido.

—¿Qué? Estás en mi casa! Dame ese jugo!—resondró más fuerte.

—Te pagaré mi parte por quedarme aquí y lo sabes! pero este jugo es MÍO—exclamé.

Incluso le saqué la lengua para hacerlo enojar.

Taehyung se arrodilló en el sillón y se acercó a mi.

—INVITAME UN POCO!—Gritó el mientras trataba de alcanzar el vaso. 

Empecé a reír por la escena que Tae estaba haciendo, después de todo, creo que el también tenía su lado tierno. 

El siguió tratando de agarrar el vaso, pero yo no lo dejaba, estábamos forcejeando pero de manera juguetona. Me paré sobre el sillón para que no me pudiera alcanzar, el seguía arrodillado.

—Te lo vas a terminar! solo invítame lo que queda!—

—Si lo alcanzas te invito—dije riéndome.

Tae jaló mi brazo fuertemente y caí arrodillada sobre el cojín, derramé un poco de jugo sobre su pantalón. Su pantalón blanco...

Miré su rostro y enseguida me fulminó con su mirada. Era obvio, estaba molesto.

—Oh por Dios, lo siento—Dije casi sin aliento. Esa mancha no sería fácil de quitar.

Corrí a la cocina, cogí un trapo y volví al sillón donde estaba Tae.

Sin embargo, me quedé arrodillada en el suelo justo en frente de el...

¿Debía limpiar la mancha?  Pues... estaba en su pantalón, casi en la entrepierna.
Los dos nos miramos.

Tae: ¿QUÉ ESPERAS? LIMPIALO!

Me dispuse a pasar el trapo sobre su pantalón quitando el rastro de jugo, pero la mancha no salía.

—Lo siento, no lo hice apropósito, no me grites— Le dije con mi cabeza agachada mientras trataba de quitar lo rojo de su prenda. Me había asustado un poco cuando me llamó la atención, no me gustaba que me griten.

—Discúlpame, no quise gritarte—dijo serio.

Levanté mi mirada y nuestros rostros estaban cerca. ¿Se está disculpando?

—Es que mi voz es muy grave, a veces no me doy cuenta que estoy gritando—.

Inmediatamente me puse como tomate, sentí que mis mejillas se pusieron calientes y rojas, 

Ni si quiera había dicho algo romántico, pero el sonido de su voz era tan armonioso y junto con su hermoso rostro, me dejaba sin palabras.

¿Por que le gustaba ponerme nerviosa?

Aun nos mirábamos mientras yo aun seguía frotando su pantalón con el trapo.

—Tn... Tn...—escuché su grave voz en mi cabeza.

—¿Si?—.

Tae: Ya viste donde estás tocando?