(LIBRO 1) ¿Qué sucede cuándo pones todo tu empeño y esfuerzo en detestar y despreciar a un chico que te hace la vida imposible? ¿Qué sucede si para colmo viene a tu vida para quedarse y te toca vivir bajo el mismo techo que él?
Pues que un día te pu...
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—Enseguida vuelvo —digo mientras deposito un último beso fugaz en sus labios.
—No tardes —susurra contra mi boca provocándome un agradable escalofrío.
Le sonrió coqueta y me alejo de su lujoso coche para dirigirme a mi casa. Mientras tanto, desbloqueo el móvil y tecleo el número de mi mejor amiga Jessica, para contarle cómo se han sucedido los acontecimientos en la fiesta de la que "supuestamente" estoy volviendo a casa. Digo supuestamente porque me voy a volver a marchar, pero eso es un secreto. Por desgracia mi amiga no ha podido asistir porque le tocaba cuidar de su hermano pequeño esta noche, pero me pidió encarecidamente que la llamase de regreso a casa para darle todo lujo de detalles.
Mientras entro por el jardín de mi casa, me quito los zapatos de tacón que me estan torturando los pies y paseo mis pies descalzos por el césped. Con una mano sujeto los zapatos, mientras que con la otra, sostengo el móvil que ya da tono.
—¿Sí? —pregunta Jessica al otro lado del aparato.
—¡Jess! —exclamo emocionada—. ¿A qué no adivinas quién acaba de dejarme en la puerta de mi casa?
—¿Quién? —pregunta ella con la voz chillona.
—Espera —le contesto mientras que busco las llaves de casa en mi diminuto bolso de firma.
Las saco con cierta dificultad y abro la puerta, entrando en el interior de la casa. Todo está oscuro y en silencio porque son las dos de la mañana, hora límite en la que me obligan a estar siempre devuelta en casa. Dejo las llaves encima de un mueble del recibidor y me dirijo a la cocina.
–Neal Franklin —respondo con entusiasmo dando saltitos de alegría.
Jessica se pone a gritar como una loca al otro lado del teléfono, lo que provoca que tenga que separar un poco el teléfono móvil de la oreja para no quedarme sorda. Empiezo a reírme con ganas al ver su efusividad. Neal Franklin es el chico más popular de nuestro instituto, aunque hasta esta noche tenía novia, pero mi vestido rojo pasión que me he comprado para esta ocasión no me ha fallado. Sabía que ese chico acabaría rendido a mis pies.
