7. Una noche de terror

11.7K 1K 933
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevo una semana de locos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevo una semana de locos. Me ha costado un mundo tragarme mi orgullo y regalarle a mi padre y a Lia el fin de semana gastronómico en Norwalk. Me he acercado a mi padre y disculpándome por mi actitud de estos días, le he hecho el regalo simulando un arrepentimiento que por supuesto no siento. Sea como sea se lo ha tragado, y la casa será mía este fin de semana.

¡Yuju!

Durante toda la presente semana mi amiga Jessi me ha ayudado con todos los preparativos para la fiesta. Hemos ido a encargar los pasteles para hacer una mesa de cupcakes, a comprar las bebidas y cargado con mil artilugios para decorar la casa. Por supuesto también hemos ido a comprarnos los disfraces. Yo voy a ir de la princesa Elsa de Frozen, pero en versión terror, y Jessi se ha comprado un disfraz de vampiresa sexy. Es muy poco original, pero según ella, dice que así Tyler no podrá evitar caer en la tentación. Para mi gusto, a su disfraz le falta tela por todas partes pero ella sabrá.

Por supuesto he tenido que dejar todas las compras que hemos hecho en casa de Jessi para no levantar sospechas.

Hoy por fin es viernes, y mi padre está cargando las maletas en su coche aparcado en el garaje. Parece que en lugar de irse un fin de semana, se vayan a ir para todo un mes. Lia aparece en el garaje con una maleta pequeña de cuatro ruedas en una mano, y un bolso neceser en la otra.

—Esto ya es lo último —anuncia ella haciendo rodar la maleta por el pavimento.

Mi padre sigue jugando al tetris en el maletero de su vehículo, intentando encajar el equipaje mientras empieza a sudar. Al escuchar la voz de Lía, levanta la vista fijando la mirada en la maleta y la bolsa que trae su novia.

—Cariño, ¿me puedes explicar cómo vamos a meter eso también en el coche? Aquí ya no cabe nada más. 

Sin poderlo evitar, sonrío ante la situación. ¿A dónde van con tanto equipaje? Sólo van a ser dos días...

—Thomas, en esta maleta van mis zapatos y en esta bolsa todas mis cremas. ¿No querrás que vaya por ahí descalza y con la cara deshidratada?

Mi padre pone los ojos en blanco y vuelve a intentar encajar el equipaje en el maletero mientras murmura algo por lo bajo. Lia deja los bultos junto al coche y se dispone a volver a entrar a la casa.

Fuera de mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora