(LIBRO 1) ¿Qué sucede cuándo pones todo tu empeño y esfuerzo en detestar y despreciar a un chico que te hace la vida imposible? ¿Qué sucede si para colmo viene a tu vida para quedarse y te toca vivir bajo el mismo techo que él?
Pues que un día te pu...
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Aviso para mis lectores:
Este capítulo va cargadíto de erotismo, sensualidad y por supuesto de sexo.
Ataros bien la faja, la braga, el tanga o lo que uséis... avisados estáis y al que le incomode, que se lo salte 😅
Pd: Os dejo arriba la canción que he escuchado mil veces mientras escribía el capítulo. Es muy corta, pero me encanta y especialmente para este momento.
OLIVIA A los pocos segundos, me encuentro con la espalda pegada contra la pared y con sus cálidos besos recorriendo mi cuello, erizando mi piel a su paso.
—No debería sentir esto por ti —susurra roncamente en mi oído, provocándome un ligero cosquilleo.
Confusa, trato de separarme de él para mirarle a los ojos porque quiero que me aclare lo que me acaba de decir, pero Tyler me sujeta firmemente contra la pared y noto que sus dientes se hunden desprevenidamente en mi hombro atravesando mi camiseta. ¡Qué manía con morderme!
—¡Tyler! —gimo, separándolo un poco de mí.
Me mira con la expresión ardiente y coloca un dedo sobre mis labios para acallarme.
—Deberías frenarme ahora, aún estás a tiempo —murmura con tanta sensualidad que me entran ganas de arrancarle la ropa a bocados—. Por favor, detén esta locura ahora.
¿Frenarle? ¿Detenerlo? ¿Y perderme este magnífico momento con lo que me ha costado?Rotundamente no.
La respiración de Tyler suena entrecortada y excitada, mientras que mi corazón empieza a latir muy rápido, tanto que siento que se me va a salir del pecho.
—No pienso frenarte, Tyler Gurck —respondo con la voz ahogada por la emoción del momento.
De pronto, aplasta sus labios enérgicamente contra los míos, impidiendo que pueda decir algo más, e instintivamente me agarro a sus hombros para no caerme de espaldas por el impulso de su arrebato apasionado. ¡Dios qué hombros! Se marcan perfectamente bajo la camisa gris, que lleva remangada hasta los codos, dejando al descubierto unos antebrazos fuertes y atractivos. Poco a poco me dejo llevar por el placentero movimiento de su hábil lengua dentro de mi boca. ¿Cómo es posible que bese así de bien? Siento un pequeño escalofrío cruzar mi espina dorsal cuando atrapa mi labio inferior entre sus dientes y termina succionándolo y chupándolo con fuerza. Todo lo que hace este chico, o mejor dicho me hace este chico, lo hace con tal erotismo que siento como si me fuese a desmayar del deseo, ¿es eso posible? Pues parece ser que sí... Un increíble cosquilleo recorre mi paladar al notar su lengua fría y experta enredándose con la mía y logra elevar mis sentidos a otro nivel, cuando se abre paso y se hunde más adentro. ¡Oh, dios!
Tyler toma mis brazos y los levanta hasta sus hombros, obligándome a rodear su cuello con ellos, y me alza hacia arriba, sujetándome por los muslos y empotrándome con una fuerza salvaje contra la pared. La misma pared contra la que hace unos segundos, me tenía prisionera de sus besos. Siento un fuerte estremecimiento por dentro, al sentir sus caderas entre mis piernas y su cuerpo presionando el mío. Estoy viendo el cielo, las estrellas y hasta todo el firmamento enganchada a su cuerpo, rodeándolo con mis piernas y brazo como un koala.
