Fuera de mi camino

6. Una conversación con Tyler

Me meto en el primer baño de chicas que encuentro por el pasillo y literalmente lanzo mi mochila contra el lavabo. Busco el móvil en el bolsillo pequeño que tiene en la parte frontal, mientras tiro con fuerza de la cremallera y lo saco con tanta urgencia que casi se me cae de las manos.

—¡La mato! —maldigo mientras desbloqueo el móvil—. ¡La tengo que matar!

Busco su contacto en mi agenda y de inmediato pulso el botón de llamar, llevándome el dispositivo a la oreja para escuchar los tonos.

—¿Sí?—contesta ella con inocencia.

—¡Jessi! ¡La madre que te parió! ¿Tú te has vuelto loca?

—No te enfades Oli—contesta poniendo vocecilla de niña buena que no ha roto un plato en su vida.

—¿Que no me enfade? ¿Como se te ocurre anunciarlo antes de que hable con Tyler o con mi padre? ¿Qué cojones hago si no consigo que mi padre se vaya con Lia? ¿Has pensado en el lío en el que me acabas de meter?

—Tranquilízate Oli que está todo bajo control.

Le propino una patada a una papelera junto al secamanos y los papelitos que contiene, caen desparramados por el suelo de azulejos grises. En este momento debo tener la tensión arterial por las nubes porque siento que la cabeza me va a estallar del subidón que tengo.

—¡Qué control ni que leches! —bramo furiosa.

—Que sí Oli. Resulta que tengo un bono que me regalaron el año pasado, para un fin de semana gastronómico en el Hilton de Norwalk. Incluye una cena romántica para dos en el mismo hotel, una tarde de balneario y una ruta turística a elegir entre varias opciones. ¿Qué te parece si se lo regalamos a tu padre y su novia? Total yo no tengo novio... todavía.

—¡Ah claro!—exclamo dando una fuerte palmada en mi pierna.—Va a quedar súper natural que tras haberme castigado y después de que ya no le dirijo la palabra a mi padre, aparezca con un regalo para él y su novia.

—Podemos hacerles creer que les ha tocado—repone Jessi con un hilo de voz.

—¿Tocado? ¡Sí, en la tómbola! No te fastidia.