11. No ha sido real

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He comido en casa de Jess y hemos pasado parte de la tarde hablando de nuestras cosas, mientras ojeábamos revistas de moda

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He comido en casa de Jess y hemos pasado parte de la tarde hablando de nuestras cosas, mientras ojeábamos revistas de moda. A las seis, le he dicho a Jess que me iba a casa y me ha costado un mundo convencerla de que no me acompañase. Ella insistía e insistía, pero lo cierto es que allí me esperaba Tyler y no quería afrontarlo con mi amiga delante. Ella no podía saber la verdad y creo que no quedó del todo convencida con mis argumentos. Creo que sospecha que hay algo que no le he contado, pero necesito hacer esto sola.

Miro el reloj en mi móvil y me doy cuenta de que me quedan tres horas para limpiar el desastre de la fiesta, antes de que llegue mi padre con Lia a casa. Ya me puedo dar prisa porque la casa está hecha una auténtica porquería.

Me acerco con el coche al garaje de mi casa y me sorprendo cuando encuentro allí, a la última persona que esperaba encontrarme hoy. Neal está apoyado en la valla exterior que da acceso al garaje de nuestra casa. Llevaba puesta una cazadora vaquera y una gorra azul con la visera hacia atrás.

—¿Qué demonios hace aquí? —susurro aún dentro del coche mientras aparco a un lado de la acera.

Me bajo del vehículo y Neal se aproxima a mí frotándose la nunca en una actitud de indecisión. Sus pasos son lentos y pesados.

—Olivia.

—¿Qué haces aquí? —pregunto en un tono un poco más alto de lo normal mientras cierro la puerta del coche de un portazo.

—Quiero hablar contigo.

—No tengo nada que hablar contigo Neal, siento mucho que hayas venido para nada —digo como si nada pasando por su lado para acceder a la puerta del jardín de mi casa.

Noto su mano rodear mi muñeca, impidiéndome avanzar. Lo miro chasqueando la lengua con fastidio.

—Espera Oli, por lo menos escúchame —comienza.

Me cruzo unos segundos de brazos frente a él y frunzo el ceño de forma molesta. Me parece increíble que tenga la cara dura de venir a mi casa, después de haber pasado de mí en la fiesta cuando apareció Samantha.

Fuera de mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora