39. Un calentón siempre convence

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NEAL

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NEAL

Cometí el grave error al comentarle a Sam que había conocido a April, la novia de Tyler. Todo sucedió la noche que estábamos en aquel local de nueva apertura llamado Magnum pasándolo bien, yo con Olivia y me imagino que April con Tyler, hasta que los dos hermanastros decidieron misteriosamente desaparecer de allí... sí, y juntos. Obviamente las cosas no salieron como yo esperaba. Yo estaba disfrutando de una Olivia agradable y cercana que, por cierto, no paraba de acudir a la barra para beberse hasta el agua de los floreros y que, por un extraño influjo astral, esa noche estaba muy receptiva. Era demasiado bueno para ser verdad, y aunque creí por un momento que en aquella ocasión por fin lograría llevarla a la cama, ella se largó sin previo aviso y dejándome más caliente que el cenicero de un bingo.

Recuerdo que la estaba buscando por todas partes, cuando aquella chica alta, morena, de pelo liso y ojos grandes me miró y se acercó a preguntarme por Tyler. ¡Cómo si yo tuviese idea de dónde se podía haber metido aquel imbécil! Fue en ese momento cuando April se presentó. Me dijo que era la novia del hermanastro de Olivia y que no lo encontraba por ninguna parte, así que me puse a buscar con ella a los dos desaparecidos, aunque algo en mi interior me decía que se habían largado juntos, y no me equivoqué. Qué idiota fui, ella ya había elegido a ese capullo y yo pensando que aún tenía posibilidades de recuperarla y por fin hacerla mía.

Tras un buen rato buscándola por la discoteca sin éxito alguno, decidí llamarla por teléfono, pero no me contestó y finalmente intercambié mi número con April, por si alguno de los dos los encontraba primero.

Aquella noche, tras intentar dar con su paradero durante más de media hora, me fui a casa de Sam y se lo conté todo a ella. Me sentía hundido por el plantón de Olivia y Sam siempre ha sido muy buena reflotando mi malestar. Ella rápidamente sonrió de oreja a oreja ante aquella información y de inmediato supe que estaba cavilando algo retorcido en su mente perversa.

Ahora estoy aquí, en casa de Sam nuevamente, y ella está hablando con April por teléfono, tramando algo que seguro no será bueno para Olivia. Estoy bastante harto de sus juegos estúpidos y sólo espero que me deje al margen de sus malas intenciones porque paso de seguir haciendo el gilipollas arrastrándome por ninguna tía. Olivia me gusta, a decir verdad me gusta mucho, pero no pienso suplicar más. Ella ha elegido a ese universitario, pues que le jodan a los dos.

Al fin Sam se despide de April y cuelga el maldito teléfono.

Al fin Sam se despide de April y cuelga el maldito teléfono

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Fuera de mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora