Capítulo 8

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Cada vez que tenía que venir al comedor me sentaba en la mesa más alejada posible. Hoy por el contrario estaba en la principal, en el centro de todo el gran comedor. Y rayos que era molesto, todos esos salvadores hablando estupideces, creyéndose los dueños del mundo.

-Casi no has tocado la comida, acaso no tienes hambre? Me reprime Negan mientras se mete en la boca una gran cucharada de papas de las que tenia servidas en su plato.

La verdad es que si tenía hambre y mucha, pero sentir a todas esas personas mirándome impedía que probara un buen bocado. Con una fuerza sobre humana evite torcerle los ojos a Negan y tome un pequeño bocado de la carne que estaba en mi plato.

-Buena niña. Me dijo con victoria. Sabiendo que por el estúpido acuerdo no podía refutarle o adiós a la visita en Alexandria. –Diablos esto sí que esta putamente delicioso, creo que iré por un plato más. Negan se levanto de la mesa y se dispuso a ir al lado de la cocina. Tenía mi mirada fija en el plato mientras jugaba con la cuchara, cuando sentí como alguien se sentaba a mi lado. No me moleste en alzar la mirada ya que la verdad no me importaba.

-Pero vaya vaya, que tenemos aquí. Una voz masculina se escucha a mi lado.

Retorcí los ojos y bufe. –Pero vaya vaya, le imite, -quien putas te crees para hablarme? Es más, tu eres?

-Puedo ser un sueño o tu peor pesadilla si no sabes cómo hablarme niña, me dijo con un tono repulsivo que casi hizo que devolviera lo poco que tenía en mi estomago.

Estaba dispuesta a levantarme y darle un puñetazo en la cara, cuando sentí una mano en mi hombro y como si tuviera un resorte el tipo cayó al suelo de rodillas. No tuve que voltearme para saber quién era.

-Pero qué carajo tenemos aquí? David, la señorita te hizo una pregunta, quien eres?

-Negan. Dijo el hombre que respondía al nombre de David.

-Y crees que esa es la manera de hablarle a una dama?

-No señor.

-Entonces por qué putas lo hiciste?

-Porque ella me provoco señor, en cuanto usted se levanto, ella me miro mal y..

-Déjame detenerte ahí y ahorrarte lo que estoy seguro que es una historia de mierda pero muy fascinante. Negan suelta mi hombro y me pone atrás de él, -enserio me crees tan idiota David? Enserio crees que no había notado como te le quedabas viendo aun así cuando ella cenaba sola y como lo hacías ahora aun estando yo presente en la maldita mesa.

-Señor yo..

-Cállate!

Negan estaba furioso. Aunque lo tenia de espaldas, podía notar lo tenso que se encontraba. El tipo ni siquiera me toco, solo se apareció jugando de importante y ya él estaba que se lo llevaba el diablo.

-No la mires. Ni siquiera respires el mismo aire que ella. Es más sabes qué? Dwight Boy, grito, - creo que tenemos que poner a calentar algo en el salón de al lado.

-Señor no, grito David, -señorita, ahora dirigiéndose a mí, -por favor!

-Te dije que no la miraras! Grito Negan, mientras le metía un puñetazo la cara. –La maldita hora de cenar se acabó, tenemos un espectáculo que dar, termino de decir eufórico mientras las personas que se encontraban el comedor empezaron a abandonarlo.

Dos hombres se llevaron a rastras a David mientras Negan se volvía hacia mí. –Estas bien? Me pregunto mientras me analizaba con la mirada. Pero que putas claro que estoy bien, el tipo no me hizo nada.

-A donde lo llevan? Calentar que Negan? Que le van a hacer? Pregunte ansiosa.

- Oh vamos! No me digas que lo estás defendiendo, desde que llegaste no hace más que mirarte y lo que me revienta los huevos es que lo haga hasta cuando estoy contigo.

-Y qué? Aquí todo el mundo mira a todo mundo Negan, ten un poco más de sentido común por la santa mierda! Le grite, estaba furiosa.

-Cada vez que te mira te desviste con la mirada, lo sé, porque yo hago lo mismo, pero al parecer me controlo mejor. Y mierda, nadie más que yo te puede ver así carajo!

Me tiene que estar jodiendo. Me le quedo viendo con el ceño fruncido, ya que su confesión me dejo entre molesta y sorprendida. Bajo la mirada y me siento de nuevo en la mesa. El comedor estaba ya vacío a excepción de las señoras de la cocina. Tomo la cuchara dispuesta a terminar mi cena, pero el hambre se me desapareció.

-Que le harás Negan? Pregunte tan bajito que no sabía que me había escuchado.

-Ya lo veras. Dijo mientras sentía como se alejaba de mí y salía del comedor.

-Señorita le caliento de nuevo la cena? Con todo este alboroto ya debe estar fría. Una señora algo mayor, con un pañuelo en la cabeza y delantal se acercó a la mesa.

-No gracias, le dije mientras le sonreía. –que le hará a David? Pregunte insistente, ella me miro dudosa y al cabo de unos segundos respondió.

-La plancha. Me dijo triste, retirando mi plato y encaminándose a la cocina.

-La plancha? Repetí en un susurro. Y la imagen de Dwight me llego de golpe. 

The Savior GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora