Capítulo 57

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Tomo uno de los caballos que están listos y me subo a él sin esperar a Maggie ni a nadie más. Comienzo a cabalgar deseando poder hacer que vaya más rápido.  Tomo el desvió que usamos para llegar mas rápido campamento y hubiera deseado no hacerlo. El caballo salta del susto al encontrarnos de golpe con la horda que amenaza con destruir el puente y Hilltop. Pero lo que hace que mi corazón se detenga de golpe es ver como Rick viene liderando la horda, esta acostado en su caballo y a la distancia veo como esta herido. Su caballo blanco esta ahora manchado de rojo. 

-Rick! Le grito y este alza la vista. Soltando una sonrisa sincera al verme. Cabalgo hacia él, y cuando estoy a su lado, tomo las riendas de su caballo haciendo que vaya un poco más rápido, tenemos a los caminantes casi sobre nosotros. Cuando logramos estar a una distancia segura puedo ver con atención de donde sale tanta sangre. Y ahogo un grito cuando veo como la herida de Rick bota sangre como si fuera un tubo de agua abierto. La herida lo atravesó. Trato de respirar y calmarme. –Vas a estar bien amor. Le digo mientras este lucha por mantenerse despierto. –Qué rayos fue lo que paso? Le pregunto al viento ya que se que Rick no está en capacidad de responderme sin embargo me deja helada cuando habla.

-Trate de desviarla, pero me caí del caballo. –Tenemos que desviarla Grey. Me dice antes de volver a recostarse en el caballo.

-Rick no te duermas! Le grito. –Quédate conmigo. Le digo entre lagrimas. –La vamos a desviar de acuerdo. Este cómo puede se incorpora y pone una mano en su herida tratando de disminuir la hemorragia. –Tenemos que pararla Rick. Le digo mientras veo hacia atrás y la horda aún nos sigue a una distancia decente. Clavo la vista al frente y veo un buzón a la distancia, debe haber una casa por aquí cerca. Rick sigue mi mirada y ubica lo que estoy viendo, sin previo aviso hecha a correr casi cayéndose de nuevo del caballo. Copio su accionar y nos adentramos en el camino en busca de la dichosa casa. 

Una vieja casa es lo primero con que nos topamos. Rick ya se encuentra abajo cuando llego. Me bajo del caballo y corro a ayudarlo a sostenerse.

-Déjame revisar a mi si? Le suplico mientras él se sienta en el porche y me da un leve asentimiento.

Golpeo la puerta desde afuera antes de entrar. Una vez dentro, luego de una rápida revisión, salgo y ayudo a Rick a ingresar. Lo siento en uno de los sillones, mientras le alzo la camisa para verle la herida. Mis lagrima salen de nuevo y este lo nota.

-Tan mal esta eh? Me pregunta con una leve sonrisa, no sé por qué sonríe tanto.

-Estarás bien, le digo ignorándolo mientras me quito una de las camisas que llevo puesta, la rompo  en varias tiras para lograr hacer una venda decente. Rick comienza a cabecear mientras trato de pararla hemorragia. –No te duermas. Le repito, pero este ya yace inconsciente en el sillón. –Rick, lo llamo mientras le toco la cara, -Rick por favor. Le suplico entre lágrimas mientras tallo más su venda tratando de que flujo de sangre que está perdiendo baje un poco. Cuando me aseguro que está suficientemente tallada, le limpio la cara con los restos de la camisa. Termino y me siento a sus pies. –No puedes dejarme Rick. Le digo entre lagrimas. –Como se supone que siga sin ti? Le pregunto esperando que me responda, pero su voz nunca llega a mis oídos. Lo que si llega son los gruñidos de los caminantes que nos pisaban los talones. Me levanto de golpe y corro hacia la ventana. -Demonios. 

-Grey! Escucho la voz de Rick y  detecto pánico, sorpresa y confusión en esta. 

-Aquí estoy cielo, tenemos que seguir. Le digo mientras paso mi mano por sus brazos y lo guió afuera hasta donde están nuestros caballos. El me suelta y a cómo puede se sube al suyo y lo echa a andar. De dónde saca la fuerza? Me quedo clavada al suelo mientras lo veo alejarse, sin percatarme siento como un caminante me toma del brazo, lo empujo y antes de que se ponga de pie le clavo el puñal entre las cejas. 

Me subo a mi caballo y comienzo a seguirle el paso. Volteo a ver a atrás y el plan sigue en pie, la horda continua siguiéndonos.

-Tengo que encontrarlos. Escucho como me dice mientras seguimos avanzando. –Tengo que encontrarlos.

-A quienes Rick? Le pregunto mientras le toco el hombro y este me voltea a ver con la mirada perdida. Esta tan blanco como una hoja de papel. Llevamos varios minutos en la ruta y Rick necesita atención medica urgente. 

-Mi familia. Mi esposa y mis hijos. Me responde mientras desvía su mirada hacia el frente.

-Ya los encontraste amor, hace años. Están esperándote en casa, tus hijos. Carl y Judith. Le explico tratando de mantener la calma. –Están a salvo en Alexandria. Recuerdas Alexandria? Le pregunto y este asiente levemente con la cabeza mientras me voltea a ver. –Me recuerdas verdad? Le pregunto con miedo a su respuesta. 

Rick me da su mejor sonrisa y por un momento creo que ver como el brillo de sus ojos vuelve un poco.

-Eres el amor de mi vida. Me responde.

-Y tu el mío sheriff. Le respondo tratando de darle mi mejor sonrisa sincera.

Luego de varios minutos en donde la lucidez de Rick iba y venía, logramos llegar a lo que quedaba del campamento.

-Rick, no tenemos opción. Por favor, le suplico mientras avanzamos por donde se encontró alguna vez el campamento. Esta completamente destrozado, el problema que menciono antes de irse no era solo la maldita horda que nos esta siguiendo.  Rick me lanza una mirada de resignación mientras asiente y sin más, me bajo del caballo y tomo las riendas de su caballo y lo guió en dirección al puente. Avanzamos más rápido así que ambos a caballo, lo hubiera sabido antes.  Veo hacia atrás y la horda nos sigue. Salimos a la carretera donde está el puente y en cuestión de segundos estamos cruzando el inestable puente. Una vez del otro lado, escucho una voz familiar que me llama.

-Grey! Sigo la voz y localizo a Daryl que sale de entre el bosque con Carol de un lado y Michonne del otro.

-Demonios si! Grito mientras me dirijo a ellos con Rick aun sobre el caballo. –Está muy mal, necesita un doctor rápido. Les explico entre lagrimas mientras le doy la rienda a Carol. –Sálvenlo por favor. Les suplico.

-Llévenlo a Hilltop, les indica Daryl, cuando despejemos aquí nos veremos ahí. Ellas asienten mientras tomo la mano de Rick.

-Por favor no mueras. Le suplico, pero esta vez no hay respuesta. Esta inconsciente de nuevo. –Vayan. Les digo y estas echan correr. –Ahí vienen. Le digo a Daryl, mientras volteamos a ver como del otro lado del puente la horda se aproxima. Paso mis manos por mi cara tratando de secarme las lagrimas. 

-Los soportes aun no están listos, no resistirá. Me explica Daryl con seguridad. Y yo asiento dándole la razón. Pero muy pronto nos damos cuenta que el destino tenía planeado jodernos.

De nuevo. 

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