Tiene el cabello un poco más largo que la última vez que la vi. Lo lleva suelto y unos mechones le cubren un poco el rostro. Lleva un jeans negro, una camisa blanca de botones y botas cafés. Va desarmada. No porque confié en ti idiota, sino porque ella está del lado seguro de la celda. Aunque jamás le haría daño. Tiene la vista en el suelo desde que le dije que la extrañaba. Nunca dice más de 5 palabras cada vez que baja, pero esta vez es diferente. Los rayos de sol apenas se asoman por la ventana de la celda, nunca antes había venido de día. Siempre lo hacía de noche y tarde, muy tarde. Como si la oscuridad pudiera guardar el secreto de la traición que ella comete al venir a verme. Rick no debe estar de lo contrario jamás estaría aquí.
-Y a donde se fue mi buen amigo Rick esta vez preciosa?
Ella parpadea un par de veces antes de alzar la vista y conectar su mirada con la mía.
-A buscar provisiones para El Santuario, en ese agujero no crece nada. Me dice tratando de fingir indiferencia.
-Por eso teníamos tratos con todas las comunidades nena. Es una maldita fábrica. Crees que no lo sabía? Solo estaba esperando que lo descubrieran por cuenta propia.
Me mira de mala gana mientras desvía la mirada hacia la ventana por donde entra la luz del sol. Baja la mirada hasta la bandeja de comida que está en el suelo.
-No planeas desayunar? Me pregunta ablandando su expresión. Cuál es tu juego niña?
-Llaman a eso desayuno? Le suelto amargamente.
-Si no vas a seguir comiendo sería bueno que nos dijeras, buenas personas están bajando sus raciones para que tú tengas la tuya imbécil.
Ahí está. Esa es la chica que conozco. Se levanta de mala gana y se agacha frente a la celda mete la mano en esta para alcanzar la bandeja y en un rápido movimiento cuando se está levantando con la bandeja me acerco a ella, la tiro de su brazo haciendo que la comida se caiga y aprisiono su cuerpo entre los barrotes y mi cuerpo.
- Shh shh nena. Le digo al oído mientras ella trata de zafarse de mi agarre. No grito. Pero su mirada me podría atravesar como un cuchillo.
-Negan, suéltame. Me dice tratando de mantener la calma. Jala una vez su brazo pero se mueve al mínimo. –Que me sueltes! Dice con tono encabronado.
-Rick siendo sheriff nunca te enseño a no acercarte demasiado a la celda de un convicto y no confiar en nadie. Le digo con una sonrisa cínica en mis labios. –Mal Rick, muy mal. Tal vez te hubiera advertido si supiera donde pasas las noches que no puedes dormir no crees?
-No tienes derecho a hablarme de Rick. No sabes nada de mi Negan, ahora suéltame.
-Que no sé nada de ti? Oh vamos nena, me puedo ofender ante esa mentira que acabas decirme, le digo mientras paso mi mano libre por su rostro y le corro los mechones de pelo que le cayeron encima al moverla tan bruscamente, - Se que aun sientes algo por mí, sino, no estarías en esta incomoda situación en este momento. Le termino de decir mientras me acerco más a ella. Tanto que siento como su respiración choca contra mi barba. Respira entrecortadamente, lo cual la delata. Esta nerviosa. Como aquella vez en mi oficina cuando trato de convencerme de que la dejara venir conmigo y con el pequeño asesino en serie. Cierra los ojos derrotada, y siento como en vez de hacer fuerza de nuevo se relaja, buscando como zafar una mano. Le permito que se mueva más, sube la mano libre lentamente y la pone en mi mejilla. Tiene los ojos llorosos y sin permiso unas lágrimas se le escapan mientras siento como su mano sigue en mi cara.
-Me gusta la barba. Te hace ver más viejo de lo normal. Me dice mientras suelta una pequeña risa. Esta mujer está realmente mal, al igual que yo. La suelto por completo, pero en vez de alejarse pone ambos brazos sobre mi cuello y por inercia mis manos van hacia su cintura.
-No soy tan viejo como parezco niña, le respondo siguiéndole el juego. –Nunca me has dicho tu edad por cierto? Le pregunto entrecerrando mis ojos, siempre le digo niña y no sé qué tan incorrecto puede ser esto.
-No soy una niña. Créeme, me responde con una dulce sonrisa mientras me pone los ojos en blanco. Como puede ser tan dulce y repugnante a la vez? Mi mirada cae en sus labios y su sonrisa se borra por completo.
-Debería irme. Me dice mientras sacude su cabeza como aclarando sus ideas. –Suéltame por favor. Me dice esta vez con voz suplicante. La suelto sin más pero cuando aun la tengo al alcance la tomo de nuevo de la mano y la atraigo hacia mí. La aprisiono de nuevo. Y ante su mirada confundida la beso. Siento como sus manos en mi pecho tratan de apartarme débilmente, como si lo hiciera por compromiso. Como para decir "trate de evitarlo". Pero cuando mi lengua invade su boca sus manos van de nuevo a mi cuello y me atrae lo más humanamente posible hacia ella. En todo este tiempo es la primera vez que la beso de nuevo, y siento como si de verdad la extrañara. Escucho como gime en mi boca y abro mis ojos sin dejar de besarla. Tiene los ojos cerrados, confiando ciegamente en mí. Lo más curioso es que no pasa por mi mente hacerle daño o manipularla, solo pienso que en quiero tenerla así para siempre. Se aparta de mi para tomar aire y abre los ojos. Me descubre observándola y abre los ojos como platos como si entrara en razón en lo que acaba de hacer.
-Negan yo, trata de hablar pero la detengo en seco.
-Lo arruinaras. Le digo mientras la suelto. -Deberías irte, no quieres preocupar a nadie.
Se aleja de mi y siento como mis brazos se quedan vacíos sin ella. Con la mirada baja camina hacia la salida, negándome la oportunidad de verla una vez a los ojos.
Me acuesto en la cama, mientra sigo recordando lo que acaba de pasar. "Entonces estoy jodida" me dijo la primera vez que bajo hasta aquí. Y vaya que lo estas nena.
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The Savior Girl
FanfictionDesde que el mundo se había ido a la mierda y se unió al entonces pequeño grupo de Atlanta, Grey solo había tenido ojos para Rick Grimes. Su capacidad de tomar decisiones y guiarlos fue lo que la cautivo, así fue durante mucho tiempo pero todo esto...