Capítulo 38

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Al terminar de darme la ducha más larga de la historia, Rick había conseguido más gasas y alcohol, obligándome a sentarme callada mientras curaba el corte de mi cabeza, que por más insignificante que fuera insistió en cubrirlo. Tenía otro corte en la pierna, pero era más un raspón y si no fuera porque Rick lo noto yo no me habría dado cuenta. Cuando empezó a caer la noche Carl volvió con Judith, la cual se lanzo desesperada a mis brazos al verme de nuevo y la cuide mientras Rick junto a Carl preparan una improvisada cena para cuatro.

-Deberíamos empezar a buscar esas armas mañana, me dice Rick mientras levanta una sabana y se mete en la cama improvisaba que arme en otra de las habitaciones.

-Que haces? Le interrogo con una sonrisa burlona.

-Dormir? Me responde con otra pregunta, estando ya acostado a mi lado.

-Pero porque aquí? Le pregunto incrédula.

-Quieres que me vaya? Me dice serio mientras hace intento de salir de la "cama" pero le tomo del brazo y lo hago acostarse de nuevo. –Lo tomare como un no, me dice mientras extiende su brazo para que me acueste en él y así lo hago. Siento como acaricia mi espalda, levantando un poco la blusa que llevo puesta y su tacto me pone la piel de gallina.

-Si deberíamos empezar mañana, le contesto mientras me levanto un poco y le beso, -Deberíamos descansar, le digo ya que con esa mano ahí se cuáles son sus intenciones. Suspira derrotado pero sin decir nada, me devuelve el beso y me acomodo, cierro los ojos y caigo en un profundo sueño.

Abro mis ojos de golpe y noto como por las cortinas ya se empieza a notar la claridad del amanecer, uno de los brazos de Rick me tiene aprisionada y a cómo puedo me remuevo para lograr liberarme sin despertarlo. Camino hasta la mesa de noche donde Rick dejo su reloj y lo tomo para tratar de ver la hora; 4:50 am. Diablos es demasiado temprano. Tomo un jeans y una camisa de botones y me dirijo al cuarto de baño, es mejor arrancar el día de una vez por todas.

Al estar lista, me dirijo a la habitación con la intención de despertar a Rick pero me sorprendo al verlo ya vestido.

-Buenos días, le digo mientras lo abrazo por la espalda. Este se da la vuelta y me da un casto beso en los labios.

-Iré a preparar un auto, nos vamos en 30 minutos. Me dice al terminar de besarme mientras se dispone a salir de la habitación.

-Iremos solo nosotros dos? Le digo sorprendida.

-No quiero dejar Alexandria desprotegida, nos iremos un par de días. Termina de decir y se pierde de mi vista.

Es lógico, para conseguir las armas de los basureros más alimentos para nosotros necesitamos más de un día de viaje.

Luego de despedirnos de todos y de que Rick diera indicaciones generales en caso de que los Salvadores adelantaran su visita, nos marchamos sin ningún rumbo en específico. Mientras Rick maneja empiezo a buscar en la guantera el estuche con discos que se deje por aquí, cuando lo encuentro me concentro en buscar ESE disco.

-Ni se te ocurra, me recrimina Rick al verme concentrada buscando.

-Oh vamos! Le digo mientras encuentro el disco y me dispongo a ponerlo.

-Por favor no. Grey, no. Me repite.

Ignorando por completo sus suplicas le doy play y pongo al máximo el volumen.

The Savior GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora